Las zonas ideales para la cereza en el centro norte
Existen diversas localidades entre las regiones de Coquimbo y Metropolitana que pueden ser aprovechadas. Sin embargo, para asegurar buenos resultados productivos es importante que se consideren factores como la temperatura, humedad relativa y disponibilidad de agua que hay en la zona de plantación, y las características de la variedad con la que se va a trabajar.
Ante la necesidad de diversificar mercados y desconcentrar la oferta, en el país se buscan nuevas zonas productivas en el norte, para salir con fruta temprana, y el sur, en busca de la tardía (ver reportaje). Y, hacia el norte, ya se encuentran huertos en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y hasta Coquimbo.
En Coquimbo, sectores como los que rodean al aeródromo El Tuquí, ubicado 6 kilómetros al noreste de Ovalle; Tabalí, 27 km al oeste de dicha ciudad; Quebrada Seca, cerca de 35 km al noroeste de Ovalle, y Punitaqui, 27 km al sur de esa localidad, se han posicionado como zonas de producción más tempranas, cuya fruta alcanza valores mucho más atractivos.
"El precio de venta de la cereza que se ha producido en estas zonas del norte en los últimos 5 años ha sido, a lo menos, tres veces mayor respecto a la cereza que se cosecha desde la Región Metropolitana al sur", dice Gamalier Lemus, asesor especialista en frutales.
Lo anterior se debe a que en tales sectores la cosecha puede anticiparse en hasta 18 días, dependiendo de las variedades.
"Si se escoge la variedad Santina como referencia para el tiempo de cosecha en la zona norte, variedades como Royal Tioga pueden estar 18 días antes; Nimba, 16 días antes; Brooks, 14; Glenn Red, 12; Royal Hazel, 10, y Sweet Aryana junto con Royal Down pueden ser cosechadas 8 días antes", indica Jean Paul Joublan, asesor experto en frutales.
Y este anticipo es sin usar coberturas, ya que si se utilizan, por ejemplo, macrotúneles, se podrían lograr adelantos de hasta 7 días extras según la variedad. "Los macrotúneles permiten generar condiciones 'de invernadero' y con estas variedades se pagan. El primor se paga muy alto en comparación con otras alternativas, sumado a que es posible alcanzar una buena rentabilidad adelantando en una semana la cosecha", afirma Joublan.
Qué sucede en Valparaíso y la RM
Según los expertos, en la Región de Valparaíso se distinguen algunas zonas ideales para la producción de cerezas como Catemu y Llay-Llay, ambas ubicadas dentro de la provincia de San Felipe, cerca de Los Andes e Hijuelas, las cuales destacan por tener temperaturas tolerables para el árbol y una humedad relativa que favorece la cuaja.
"Por el contrario, al tratar de producir cerezos en San Esteban, ubicado también en Los Andes, pero más hacia la cordillera los resultados fueron muy malos. No hubo cuaja debido a la fuerte deshidratación de las flores al momento de la polinización y fecundación de los frutos", explica Lemus.
Por su parte, dentro de la Región Metropolitana, una de las áreas que ha mostrado mejores resultados, por sus condiciones, es la zona alrededor de la cordillera de la costa, en donde se encuentran localidades como Melipilla.
"Esta zona, siempre cercana a la cordillera de la costa, aumenta su temperatura en primavera y su influencia la marina no es tan importante como para disminuir las hora frío en forma considerable durante el invierno. Por tanto, tiene una combinación ideal de temperatura y humedad", señala Jean Paul Joublan.
Por su parte, Gamalier Lemus señala que la búsqueda de nuevas zonas propicias para el desarrollo del cerezo hacia el norte deben considerar más que la acumulación natural de frío invernal, ya que la tecnología disponible hoy en el país (sombreadores invernales y agroquímicos compensadores de la falta de frío invernal) permite sobrellevar este problema. El real desafío es dar condiciones a una flor extremadamente sensible a deshidratación, en el momento de la cuaja de la fruta.
En la Región Metropolitana, los expertos también destacan otros tres lugares con alto potencial: la zona norte de Talagante, Huechún, localidad ubicada en el límite de las comunas de Lampa y Tiltil; y Cholqui, ubicado al sur de Melipilla.
Un año excelente en términos de frío
Uno de los factores que más influyen en la producción de cerezas de calidad es la acumulación de frío invernal, aspecto que muchas veces puede verse dificultado en las zonas de producción de más al norte.
Afortunadamente, este año la acumulación de horas frío ha sido sumamente favorable, es decir, ha habido un "frío de calidad", lo que ha favorecido la carga y, con ello, el volumen de cosecha que se pueda alcanzar.
"Este año estamos, probablemente, dentro de los top 5 de años en cuanto a calidad de frío. Se produjo un frío de calidad desde la IV hasta la X Región. De hecho, este año los niveles de carga de la IV, V, las zonas tempranas de la RM, son súper altos y eso netamente está asociado por una muy buena acumulación de frío de este invierno", asegura Walter Masman, asesor especialista en cerezos.
Este escenario permitiría que las cosechas de la zona norte sean más abundantes y con óptimas calidades esta temporada, lo que no es poco si se considera que las variedades tempranas mencionadas anteriormente suelen producir menos toneladas por hectárea en comparación con variedades como Santina o Lapins.
El agua sigue siendo un problema
Sin embargo, no todo es color de rosa. A pesar de las buenas acumulaciones de frío, la disponibilidad hídrica, sobre todo en el norte del país, sigue siendo crítica, por lo que es una de las grandes barreras a sortear por los productores que deseen aventurarse a zonas de más al norte, sobre todo dentro de la Región de Coquimbo.
Por lo mismo, es clave escoger y estudiar bien las zonas donde se desee producir cerezas, ya que pese a las lluvias y nevadas que afectaron a la zona norte durante el año, no hay certeza de que el recurso hídrico esté disponible de forma masiva durante mucho tiempo.
"Este año llovió en la IV Región, pero la sequía sigue siendo importante. Con todo lo que llovió y nevó, no se asegura una oferta de agua importante. De hecho, esto se ve condicionado para los próximos dos años, no es un recurso que tenemos por montón. Pasa a ser un ítem limitante", dice Walter Masman, asesor especialista en cerezos.
Otra de las limitantes que afectan al norte, sobre todo en zonas como Vicuña (78 km al norte de Ovalle), Semita o Pedregal (estas últimas dos localidades están dentro de Monte Patria) es la presencia de alta radiación y temperaturas extremas en la época de floración -en agosto-, con máximas que oscilan entre los 27 °C y los 29 °C, y la humedad relativa del ambiente que no supera el 50%.
Estas condiciones secas no son toleradas por la flor del cerezo, como lo comprobaron los trabajos de Lemus a principios de siglo, por lo que si bien otros frutales, como el duraznero y el damasco, pueden desarrollarse bien, el cerezo no logra generar una cuaja aceptable.
"Estos factores se moderan por la vaguada costera. Por eso, lo recomendable es realizar las plantaciones a una distancia máxima de 15 km del océano donde hay más probabilidad de lograr las condiciones climáticas que permitan que las flores prosperen", dice Lemus, precisando que no es una distancia absoluta y que por el interés del cultivo debe generarse información que respalde el potencial de una determinada localidad para el cerezo en esa región.