El plantel tricolor se pobló de jugadores mayores de 30 años; apenas tres de los 11 titulares surgieron de las formativas del club.
Por Diego Domínguez Lo que Nacional había convertido en un sello de la casa hace rato que dejó de serlo. Aquella vieja premisa de que el equipo de Primera División estaba compuesto en su mayoría por futbolistas formados en la cantera tricolor -y que otros clubes veían con recelo- pasó de ser una costumbre a entrar en el terreno de las utopías.
¿Escasean los jugadores de calidad? ¿Ya no hay tiempo para esperar a los jóvenes? El Nacional de hoy, aunque está en pleno proceso de reconstrucción, va por otro rumbo. Sumó más jugadores experientes en 2023 (Diego Polenta, Maximiliano Perg, Salvador Ichazo, Fabián Noguera, Daniel Bocanegra), pobló al plantel de referentes (Sergio Rochet, Emmanuel Gigliotti, Diego Rodríguez, Diego Zabala), aumentó el promedio de edad de 24 a 26 años y quedó con apenas tres futbolistas provenientes de las juveniles en el 11 titular (Leandro Lozano, Gastón Pereiro y Franco Fagúndez).
Ricardo Zielinski, que asumió el cargo de entrenador hace poco más de un mes, dijo en la semana que había cerrado la ventana del mercado de pases para darle lugar a las joyas crecidas en la fábrica tricolor. Es el caso de Renzo Sánchez y Rodrigo Chagas, quienes tuvieron escasos minutos en Primera y ahora están a disposición de la selección uruguaya Sub 20 que está en Colombia compitiendo por el Sudamericano.
Pero, ¿por qué, entonces, casi no aparecen nombres de la casa entre los titulares?
Las razones pueden ser "multicausales", explicó a Ovación el coordinador de juveniles de Nacional, Fernando Curutchet. "Son momentos coyunturales que a veces no pasan por el capricho de los entrenadores, sino por otras razones", dijo.
Y aclaró: "Hay potencial, hay jugadores que van a ser importantes en el club, como en su momento lo fueron (Felipe) Carballo, Gastón Pereiro, (Mathías) Laborda, (Nicolás) Marichal, y como está siendo Fagúndez ahora. Esto no es decir juegan bien, voy, los pongo y ya tienen que andar bien. El fútbol es complejo y a veces hay que esperar el momento. Otras veces no hay tiempo y el jugador se adapta y surge. No hay ninguna receta. El jugador está preparado y se termina de formar en el plantel principal. Ahí es donde agarra ese toque que se necesita para interpretar bien los espacios y ya deja de correr por correr para hacerlo de forma inteligente".
Como ejemplo, destacó el caso de Fagúndez, hoy número 10 indiscutido en Nacional y hace un año relegado como la tercera opción en el frente de ataque: "Cuando subió y vio que no estaba siendo tenido en cuenta en el primer equipo, pidió para jugar en Tercera. Nosotros nos dábamos cuenta de que andaba muy bien. Eso lo ayudó a no perder fútbol, ritmo de competencia, y cuando otra vez le apareció la oportunidad por un momento coyuntural fue para adentro y empezó a andar bien".
"Si en vez de haber tenido esa cabeza en ese momento hubiese dicho 'no juego, no me ponen, ¿a qué voy a ir a Tercera? mejor me quedo acá' podría haber pasado todo lo contrario y hoy Fagúndez capaz que no estaba en la posición en la que está", reflexionó sobre el mediapunta que se terminó de formar en las formativas tricolores.
El Pais, Uruguay
4 de febrero de 2023
