"Los tiburones merecen nuestro respeto más que nuestro miedo"
Como uno de los invitados al Festival Ladera Sur 2023, que se realizará en noviembre en Santiago, el divulgador peruano busca terminar con algunos mitos que hoy ponen en peligro a los escualos, y destacar su relevancia para los ecosistemas marinos.
Los tiburones pertenecen a un grupo de peces cartilaginosos que ya nadaban por el planeta incluso antes de que los dinosaurios hicieran acto de presencia, hace unos 400 millones de años. Y si bien lograron sobrevivir a todas las extinciones masivas que arrasaron con otras especies a lo largo de la historia, no están corriendo la misma suerte frente a otro depredador más letal que ellos: el hombre.
"Desde 1970 a la fecha, la población de tiburones en el planeta ha descendido en 71%, y tres cuartas partes de las especies ya están en la categoría de amenazadas", advierte Daniel Olivares (42), vicepresidente de la ONG Oceana Perú.
Abogado, comunicador social y excongresista, desde que asumió su cargo en enero de 2022, Olivares ha enfocado su labor en proteger la sustentabilidad de los océanos y la protección de las especies que viven en ellos frente a amenazas como la contaminación, la sobrepesca y el tráfico ilegal.
Riesgos a los que no escapan los tiburones. Pese a ser los depredadores más potentes del planeta, la sobrepesca de estos peces ha crecido en más de 18 veces en los últimos 70 años. Lo que tiene un impacto sobre todo en el ecosistema marino.
"Como se ubican en la cima de la cadena trófica, ayudan a mantener en equilibrio el ecosistema. Por ejemplo, en el caso de los arrecifes de coral, si no está el tiburón, aumenta la presencia del mero, que se alimenta de herbívoros; esto hace que proliferen más algas que terminan cubriendo a los corales, que terminan por desaparecer", explica.
Olivares es uno de los invitados al Festival Ladera Sur 2023 -que se realizará del 10 al 12 de noviembre en Santiago (más información en laderasur.com)-, en donde se enfocará en hablar e informar sobre los tiburones para tratar de terminar con algunos mitos que los rodean, mostrar su relevancia para la salud de los mares, y describir las amenazas que ponen en riesgo su supervivencia. Y la nuestra.
"Los tiburones son fascinantes e imprescindibles para que sobrevivamos. Hay una relación directa entre la salud del mar y la nuestra, y en eso los tiburones juegan un rol clave", enfatiza Olivares.
Problema de imagen
El problema es que los rodea una mala fama, condicionada en gran medida por la película de 1975 de Steven Spielberg, y sus secuelas. "Como es el 'malo de la película', no hay empatía por el tiburón y no nos preocupamos por él, como sí ocurre con delfines o tortugas de mar, por ejemplo. Con el tiburón hay un vínculo muy cercano entre el miedo que nos genera y el poco cuidado que le damos", lamenta Olivares, pese a que se trata de un miedo infundado, agrega.
"Los números son categóricos: la posibilidad de que te ataque un tiburón en el mar son de 1 en once millones. En 2022 murieron solo seis personas por esta causa en el mundo; muere mucha más gente por ataques de perros, accidentes de tránsito o incluso por peleas entre vecinos".
Como las ballenas, algunos tiburones se alimentan de plancton y crustáceos. Los humanos no suelen ser parte de su menú.
"Hay un problema de percepción, de comunicación y de educación generalizado sobre estas especies. Y eso no nos permite tomar medidas para protegerlas", precisa.
Al impacto de la sobrepesca y el tráfico de especies -en particular para el comercio de su aleta para sopas-, se suma el hecho de que el tiburón tiene un crecimiento lento que no es suficiente para reponer la pérdida de individuos. "Su madurez sexual (para tener crías) demora entre 13 y 15 años, y tiene una baja fecundidad", explica.
Todo eso implica que "la cosa no viene bien para los tiburones", advierte Olivares. "Los tiburones son una especie olvidada; merecen nuestro respeto más que nuestro miedo. Lograr ese cambio puede abrir nuevas posibilidades para su conservación".
Educar e informar a la población es clave, plantea, además de "cumplir con requisitos y acuerdos internacionales que buscan proteger a especies en peligro", como la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites, su sigla en inglés).
En Perú, el año pasado el Congreso de ese país incluyó el tráfico de especies en la ley de crimen organizado, para que sea perseguido con mayor fuerza. "Esta no es un actividad de pescadores; hay mafias detrás y es la cuarta actividad más lucrativa del mundo, después del tráfico de drogas, de armas y de personas", puntualiza.
Medio centenar de especiesLos tiburones son peces cartilaginosos, es decir, no tienen huesos y su estructura es puramente cartílago -incluso sus dientes- que se endurece y le permite mantener su rol como depredador, según se puede leer en el sitio de Ladera Sur.
Se estima que hay unas 520 especies de tiburones en el planeta. De ellas, poco más de medio centenar se pueden encontrar en las costas chilenas. El tiburón pintarroja ( Schroederichthys chilensis ) es uno de los más comunes. Este suele alcanzar entre 55 y 70 cm de longitud, muy por debajo del tiburón blanco ( Carcharodon carcharias , el de la famosa película de Spielberg), que llega a los 6,5 m. Sin embargo, a nivel local existe poca información y estudios sobre la mayoría de estas especies, salvo de aquellas que son de interés comercial por su pesca y exportación, como el tiburón azul ( Prionace glauca ) o el maco ( Isurus oxyrinchus ).