Problemas hospitalarios
Los museos acumulan miles de cajas de objetos de discutido valor mientras los proyectos se retrasan y los usuarios esperan.
La Cámara Chilena de la Construcción (CChC) ha alertado sobre la situación de distintos hospitales que está construyendo el Ministerio de Salud (Minsal). Se trata de nueve recintos en regiones que tienen retrasos de US$ 130 millones en sus pagos. Las empresas advierten que su situación es insostenible y que las obras podrían paralizarse, afectando a miles de futuros usuarios.
En general, como toda obra relevante en la actualidad, la construcción de hospitales sufre demoras por el hallazgo de supuestas piezas arqueológicas en el respectivo sitio. Para pesquisarlas, determinar su importancia y levantar el material para futuros estudios se requieren permisos del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). Tal vez por su estructura interna, o por la anticuada normativa que lo rige, el Consejo no es capaz de cumplir los plazos establecidos, lo que retrasa el inicio o la reanudación de faenas tras el hallazgo. Esto no significa necesariamente que los restos encontrados tengan mucho interés. Ilustrativo de ello es lo que pasa en el caso del mar, lagos y ríos, donde toda traza de existencia humana de más de 50 años es considerada monumento histórico. Así, extremando el ejemplo, tal vez incluso una botella de vino arrojada en 1970 podría revestir esas características y su hallazgo obligar a detener la construcción de los cimientos de un puente. Es por eso que los museos acumulan miles de cajas de estas piezas de poco valor e interés, pero que han sido muy costosas para el país.
Sin embargo, la arqueología dista de ser la única responsable de los retrasos en los hospitales. En otros casos, estos se deben a dilaciones en los permisos requeridos o, también, a la necesidad de realizar cambios en los diseños que entrega el Minsal. Estos retrasos son costosos para las empresas, que no pueden dejar de pagar gastos generales y los costos financieros del proyecto. Por ello el Estado compensa al menos en parte estos costos mediante pagos adicionales. El problema es que el Ministerio quiere realizar estos ajustes cuando el proyecto esté terminado, lo que aumenta el costo financiero para las empresas o incluso puede hacerlo insostenible.
Aparte de los retrasos, un segundo frente de conflictos está referido al aumento de costos de la construcción. Las alzas de los materiales han sido tan elevadas que han vuelto inviables muchos presupuestos originales; de hecho, el Minsal había anunciado que adaptaría los contratos a las nuevas condiciones de costos. Pero la CChC señala que, pese a estos anuncios, el Ministerio de Salud no ha realizado pagos adicionales. Todo esto significa que las empresas deben usar recursos propios (y no los pagos asociados a hitos de construcción) para continuar las obras. Además, no todas las firmas están en igual situación para afrontar el problema.
Por su parte, los hospitales concesionados también enfrentan dificultades, como lo ilustran los cuatro recintos de las regiones de los Lagos y Los Ríos, paralizados porque se encontraron restos arqueológicos en dos de ellos, y forman todos un solo contrato. La diferencia, en estos casos, parece estar en la mayor experiencia en construcción que tiene su contraparte, el Ministerio de Obras Públicas, que le permite advertir y reaccionar antes a los problemas; por ejemplo, han intervenido ante el CMN para que acelere los procesos y están adaptando el contrato de cuatro hospitales para que se puedan seguir construyendo aquellos que no enfrentan postergaciones por el descubrimiento de restos arqueológicos.
Quienes defienden la construcción de hospitales por el Minsal señalan que, al ser más directa la relación con las empresas constructoras, es más fácil responder a las preocupaciones del Ministerio que en el caso de las concesiones, en que las relaciones están mediadas por el MOP. Sin embargo, a la luz de lo que se observa, los hospitales del Minsal no parecen tener menos problemas que aquellos que se realizan vía concesiones, y además tendrán probablemente peor mantención y equipamiento, ambos servicios garantizados en el caso de los contratos de concesión.
De cualquier forma, será una experiencia valiosa de seguir la actual construcción de los hospitales por el Ministerio de Salud, pues permitirá responder la pregunta sobre cuál sistema es más eficiente en el corto y el largo plazo.