En su informe, al que accedió El País, Petit advierte una "situación de urgencia y deterioro", con "graves problemas" a ser atendidos. Allí habla de que la cantidad de los alimentos brindados en el ex Comcar son insuficientes, lo que queda en especial relevancia en el caso de los reclusos que dependen exclusivamente de la unidad para alimentarse, al no recibir ayuda de familiares o no poder comprar alimentos.
El plan que debería implementar el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) consta de 20 puntos. Entre otros aspectos, se plantea allí aumentar la provisión de carne en la dieta de los internos, con un mayor fraccionamiento para garantizar así su distribución equitativa. También contar con un mayor aporte de huevos, frutas a diario y verduras -teniendo en cuenta su estacionalidad-, pan y dulce. También se plantea aumentar el stock de arroz -optando por el parboiled, que posibilita la "obtención de una preparación con mejores características sensoriales"- y adecuar los menús para personas con problemas médicos.
Unidad Nº4 del INR, penal de Santiago Vázquez, exComcar.
En ese sentido, las recomendaciones incluyen la adecuación de un "menú especial" adaptado a las patologías más prevalentes en la unidad, y asegurar una variabilidad y distribución tanto en el almuerzo como en la cena.
Se exhortó a mejorar la infraestructura de almacenaje, producción y traslado de los alimentos en los módulos del ex Comcar, así como dotar de elementos de seguridad e higiene a los internos que participan de esa tarea.
En su demanda, Petit señaló que la mala alimentación es una "deuda histórica" del sistema, por lo que la medida ordenada por la Justicia podría representar un "hito" para otras mejoras similares.