Jugando con candela

Miguel Gómez Martínez
Nada es más sensible que los mercados financieros. En un mundo donde la información fluye a toda velocidad, una frase puede cambiar la suerte de los mercados de capitales. Por ello hay que ser muy responsable cuando se abordan estos asuntos en público. Nefasto fue el innecesario mensaje de que Colombia podría entrar en cesación de pagos si no se aprueba en el Congreso un cupo de deuda de 17 mil millones de dólares. Para agravar la situación, el jefe del Estado anunció que decretaría la emergencia económica. El dólar reaccionó al alza y los ceños se fruncieron en los grandes bancos internacionales. Moody’s rebajó la calificación de crédito global de Ecopetrol de Baa3 a Ba1 "debido a su alto endeudamiento y cambió su perspectiva de estable a negativa". La petrolera está sumida en una peligrosa inestabilidad de sus cargos directivos y afectada por el escándalo de la financiación de la campaña presidencial que involucra directamente a su presidente. Malas fueron también las noticias en materia de crecimiento en el primer trimestre pues sectores claves como la industria (-5,9%), el comercio (-0,8%), el financiero y asegurador (-3%) y minería (-1,5%) muestran caídas significativas con respecto al primer trimestre de 2023. No sobra recordar que el año pasado tuvo un decepcionante resultado en materia de crecimiento (0,6%) lo que permite visualizar la gravedad de la situación actual. Lo más irónico es que el gobierno debe agradecer al sector de petróleo y carbón, bien contaminantes, que le ha evitado el escenario de un apagón y una mayor crisis financiera. El comercio exterior es fiel reflejo de la crisis actual. En marzo las exportaciones fueron menores en un 14,2 por ciento con respecto al mismo mes de 2023. ¡Las importaciones al mes de marzo caen un impresionante 18,8 por ciento si toma como referencia el mes de marzo de 2023! En el plano fiscal, mes tras mes, la Dian reporta recaudos inferiores a los proyectados en el presupuesto general lo que explica, en muy buena medida, el bajísimo nivel de recursos líquidos disponibles por el gobierno lo que sin duda se reflejará en problemas de ejecución en la segunda parte del año. El equipo económico del gobierno patina y no parece querer aceptar que está desbordado por una coyuntura deprimente. A pesar de los anuncios de reindustrialización, no hay política sectorial y el sector externo languidece en medio de una pérdida constante de competitividad. Ya nadie cuenta las veces que el titular de Hacienda ha tenido que salir a desmentir al jefe del Estado que cree se puede decir cualquier cosa sin que los mercados globales reaccionen. La economía atraviesa un muy mal momento y al gobierno poco le importan los llamados a una política de reactivación como lo han clamado los gremios. El que juega con candela termina quemándose.
Consultor empresarial migomahu@gmail.com