La mejor pirueta de Macarena Pérez, la niña que empezó con bicicleta usada
La rider igualó el mejor resultado del ciclismo en toda su historia olímpica y, además, comparte con Bárbara Riveros el mejor desempeño femenino después de Marlene Ahrens. Gigante para alguien que se tentó con un deporte riesgoso antes de cumplir los 10 años.
A los 9 años, la vida de Macarena Pérez dio un giro inesperado, aunque en ese momento haya parecido una anécdota. Su madre la llevaba a ella y a su hermano menor a jugar al Parque Araucano, pero hubo algo que les llamó la atención. En Signal Park se dictaban clases de BMX Freestyle y Macarena, fanática de la bicicleta desde pequeñita, no dudó en sumarse al curso.
"Se enamoró del deporte", recuerda su madre, Carolina Grasset. "Empezó con su hermano menor y, al final, empezó a meterse cada vez más, cuando el BMX ni siquiera era olímpico, pero le gustaba mucho. Tuvimos que comprarle una bicicleta usada y la arreglamos para que pudiera andar", añade.
18 años más tarde, esa misma niña, ya convertida en profesional de la disciplina, marcó un hito en el deporte chileno, tras ubicarse quinta (anotó 84,55 en su segunda pasada) en la final olímpica de París 2024, igualando el mejor resultado histórico del ciclismo en unos JJ.OO., que tenía Mario Masanés en Londres 1948. Además, empata el resultado de Bárbara Riveros en Río y alcanza el segundo mejor resultado de una mujer en unos Juegos, solo superado por la medalla de plata de Marlene Ahrens en 1956.
Así llegó con Francisco "Coco" Zurita, leyenda del deporte y protagonista de infinidad de X-Games. "Era muy talentosa, se notaba que le gustaba mucho, le fluyen mucho sus rutinas. Empezó en el Parque Araucano, pero también estuvo con un grupo de chilenos en Estados Unidos, ya cuando salió del colegio. Se convirtió en una tremenda rider ", narra "Coco", que siguió por televisión sus piruetas.
"La conocí cuando andaba en el Nacional, era una ciclista como muchas, pero empezamos a ver que tenía dedos para el piano; entonces, la familia la apoyó demasiado, la mandaron a entrenar afuera y se convirtió en una figura. Para mí, es un ejemplo de lo que tienen que hacer las familias, arriesgar un poco, guiar los sueños de sus hijos", aplaude Víctor Muñoz, entrenador nacional de freestyle que la acompañó en La Concorde.
"Salió del colegio y 'Maquita' quería entrar a la universidad, pero no tenía claro a qué carrera. Entonces, le dije que por qué no intentaba salir a competir afuera, que si no le gustaba, se devolvía y empezaba a estudiar, pero que probara. En ese momento, tenía los medios para pagarle que estuviera unos meses en Estados Unidos y ya ve lo que pasó...", relata su madre, quien agrega: "Veo todas sus competencias junto a sus hermanos, con la guata apretada, eso sí. La he visto caerse muchas veces, tiene varias operaciones en la clavícula, se rompió los meniscos. Una vez hasta la vi 'apagar tele'. Estaba en China, yo veía la competencia por Facebook y se cayó y quedó inconsciente. No sabía qué hacer, estaba desesperada, hasta que me contacté con la mamá de Nikita (Ducarroz, rider suiza) para que me averiguara cómo estaba", rememora.
Ni eso detuvo un crecimiento que la llevó a ser la quinta mejor especialista del mundo.
"Macarena es una excelente rider , súper consistente con todo, muy segura de sí misma. Y abajo de la bicicleta es muy buena persona, muy solidaria, con muchas virtudes", dice su entrenador, Víctor Muñoz.
Dos pasadas sin errores, sólidas, sobre 80 puntos, algo que no todas las pedaleras pueden decir. Con los riesgos propios de una final, varias terminaron en el suelo o cometiendo errores que empañaron sus piruetas. Pero Macarena Pérez no, con dos rutinas prístinas, preparadas, impresionó a los jueces y cazó la quinta posición (solo se considera la mejor de las dos pasadas), que le permitió mejorar tres lugares respecto de su participación en Tokio y ganar su segundo diploma olímpico, además de ratificarse como la mejor actuación del Team Chile en París hasta el minuto.
"Se vivió a fondo, lo disfruté y di lo mejor de mí. Se lograron buenas cosas, me fue mejor de lo que esperaba", contó la rider tras el resultado.
El oro fue para la china Deng Yawen (92,60 puntos); la plata, para la estadounidense Perris Benegas (90,70) y el bronce, para la australiana Natalya Diehm (88,80).
"Es una locura, no ha sido nada fácil, hemos tenido muchos altos y muchos bajos, pero siempre están todos apoyando", cerró la deportista.