Carta abierta a Yamandú Orsi
Nicolás Etcheverry Estrázulas | Montevideo
@|Sr
Nicolás Etcheverry Estrázulas | Montevideo
@|Sr. Candidato a la Presidencia de la República:
Hace un tiempo, ante la noticia de que el Presidente Lacalle Pou iba a referirse sobre el tema de Venezuela ante la Asamblea de la ONU, usted con sonrisa altanera, burlona y despectiva comentó ante cámaras: "Tiembla Maduro, eh. Capaz que escuchan lo que nosotros decimos como país, capaz que se conmueven. Dudo.".
Por si no se dio cuenta, sepa que usted le faltó el respeto a la Presidencia de la República como institución, no al Presidente actual, que sospecho no se inmuta por sus gestos o dichos. A casi ocho millones de venezolanos que han tenido que irse de su país desde el comienzo de la era chavista-maduriana. A muchísimas otras personas, dentro y fuera del Uruguay, que siguen creyendo y apostando por las reglas de juego de la democracia, por el Estado de Derecho y por la efectiva separación de poderes, sin importar el tamaño de sus territorios o el número de sus habitantes. Consideran que el planteo de las protestas y reclamos que deben hacerse ante organismos internacionales, puede ser un medio para atenuar, si no terminar con la injusticia y el horror que viene padeciendo el pueblo venezolano.
Por otra parte, su actitud dejó bien en claro que, para usted, como para otros muchos que le siguen, la fuerza despótica, el ninguneo, las amenazas o las persecuciones de los opresores a los disidentes que piensan diferente, las mentiras repetidas una y otra vez para mantener la intolerancia y el autoritarismo, son más importantes y eficaces que las vías y caminos que eligen los defensores de la democracia. Da la impresión que para usted, como para muchos otros que le siguen e imitan, hay, como en la época de la dictadura, ciudadanos clase A, B o C; sólo que ahora han cambiado la palabra ciudadanos por democracias, con diferente grado de calificación. Da la sensación que para usted, puntúan bien arriba Cuba, Venezuela o Nicaragua, con el apoyo de Rusia o de Irán.
Usted tiene mucho que agradecer. Por seguir viviendo en un país que le permite hacer ese tipo de declaraciones y comentarios sin que nadie se las censure. Y por seguir ofreciéndose como candidato sin que nadie lo persiga, lo encarcele o trate de eliminarlo por la vía que sea.
Por mi parte, junto con muchos otros, voy a tratar, por todos los caminos que la democracia y el sentimiento republicano lo permitan, que usted siga pensando y actuando como quiera y prefiera; pero también, que usted y su ideología no vuelvan a gobernar a mi país.
Ojalá pueda seguir haciendo guiñadas y comentarios despectivos y socarrones mientras tranquilamente toma mate.
Yo, junto a otros, seguiré entonando mientras pueda, a viva voz y con respeto: "Tiranos, temblad!".