Miércoles, 18 de Septiembre de 2024

André Rieu vuelve a encantar en Santiago

ChileEl Mercurio, Chile 14 de septiembre de 2024

El violinista neerlandés terminará mañana sus cinco presentaciones consecutivas, con un público devoto de su sincronía tan lírica como popular.

La puntualidad es un aspecto que André Rieu no transa, en el lugar del mundo donde esté. Aunque haya una gran cantidad de asientos vacíos, el espectáculo se iniciará siempre a la hora convenida, una regla de respeto, pero también una oportunidad para sumar al show este pacto social, en un concierto con un libreto estructurado para romperlo.
A las 21:00 horas en punto, la noche del pasado jueves, el afamado violinista neerlandés hizo su ingreso caminando por una alfombra azul hacia el escenario, desde el fondo del Movistar Arena, con entradas agotadas, pero todavía con notorios puestos libres, sobre todo en el sector de cancha.
Detrás de él venía su impecable Orquesta Johann Strauss devolviendo con sonrisas la ovación con la que eran recibidos antes de ofrecer un concierto que se iba a extender por poco más de dos horas y 40 minutos.
Rieu acostumbra a señalar, en tono de broma, a quienes llegan atrasados e importunan al resto del público, lo que saca risas en la gente, algo que la noche del jueves se estiró demasiado, con asistentes llegando incluso más de media hora tarde, cambiando la simpatía inicial por una reprobación con abucheos y con el músico preguntando si "¿es normal esto en Santiago?", pero en un tono anecdótico, en una noche cómplice y donde se pudo comunicar con la audiencia gracias a una traducción que fue haciendo al español la actriz y ex Miss Chile Daniela Nicolás.
El público bailó vals en los pasillos y, muy participativo, coreó las canciones de música popular, aplaudiendo hasta las reverencias de los tramoyas que pasaban por el escenario, incluso, en un momento de la noche, hubo un pedido de matrimonio en el público -con el violinista deseándoles que tuvieran "muchos hijos"- y en el final, la aparición del Orfeón Nacional de Carabineros fue celebrada por su fusión con la orquesta, sumando a más de 100 artistas en el montaje para interpretar "Cielito lindo" y también el "Chiu Chiu", de Nicanor Molinare, dándole con esta última, un toque local a la presentación.
Esta vez André Rieu incluyó un aplaudido repertorio clásico con piezas como "Nessun dorma", de Giacomo Puccini; valses de Johann Strauss, como "El Danubio azul"; el "Hallelujah", de Georg Friedrich Händel, además de una magnífica interpretación de "Think of me", de "El fantasma de la ópera", de Andrew Lloyd Webber, y en el tramo final un animado set de éxitos populares como el "Tutti frutti", de Little Richard; "I will survive", de Gloria Gaynor, y "Life is life", de Opus, todo en las excelentes voces que fueron rotando entre las soprano Micaela Oeste, Anna Majchrzak y Madieke Schoots, los tenores Gary Bennet, Bela Mavrak y Serge Bosch, y la carismática solista Dorona Alberti.
A diferencia del miércoles, la joven Emma Kok, de 16 años, no pudo cantar por tener problemas en su voz, pese a que lo intentó en el escenario, retirándose de todas formas aplaudida de pie por el público.
El viaje más extenso de André Rieu a la capital culmina mañana con su quinto show consecutivo, donde terminará siendo visto por 60 mil personas, un hito que llega como una ratificación masiva de aprobación a esa sincronía entre el mundo lírico y el popular transformando siempre sus espectáculos en verdaderas fiestas de la música.
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