‘Serenate ex C’, de Mozart
Es una trama de novela: luego de la publicación en 1862 del catálogo elaborado por el musicólogo austriaco Ludwig Ritter von Köchel, es decir, 162 años después de dar por cerrado el asunto, ha aparecido una composición perdida de Wolfgang Amadeus Mozart
Es una trama de novela: luego de la publicación en 1862 del catálogo elaborado por el musicólogo austriaco Ludwig Ritter von Köchel, es decir, 162 años después de dar por cerrado el asunto, ha aparecido una composición perdida de Wolfgang Amadeus Mozart. Fue encontrada en la Biblioteca Municipal de Leipzig gracias a la revisión y la actualización de la obra que ha llevado a cabo -y ha presentado en Salzburgo- la Universidad de Cornell. Fue escrita por Mozart a los 13 años para el cumpleaños de su hermana. Dura cerca de 12 minutos. Se trata de la llamada Serenate ex C para dos violines y bajo en siete movimientos. Resulta particularmente conmovedor escuchar la composición recobrada, que ha quedado en el catálogo de Köchel como K. 648, en las presentaciones que se hicieron en el auditorio y en las escaleras de la Ópera de Leipzig. Es claro que se está viviendo un momento que contradice las desesperanzas de estos tiempos. Las caras tanto de los espectadores como de los intérpretes son las caras de un grupo de personas que están siendo testigos de un milagro. Y la música fluye, alegre, enérgica, como suele suceder en tantas composiciones de Mozart. Quien revise los comentarios de estas presentaciones, que se encuentran alojadas en YouTube, dará con una serie de sentencias que resumen la noticia. "Feliz de decir que estaba vivo durante un lanzamiento de Mozart", declara un usuario. "The Beatles 2023: vamos a sacar nuestra primera nueva canción en décadas", recuerda otro, "Mozart 2024: No tan rápido". "Imagínense tocando una pieza musical que ha esperado doscientos años a ser tocada", agrega uno más. Y es un magnífico resumen de lo maravilloso que ha sido ese hallazgo: no solo nos obliga a revisar la extraordinaria obra de Mozart, sino que es un recordatorio de que el mundo también ha sido un lugar para el talento y la belleza que va descubriendo por el camino. editorial@eltiempo.com