Crítico. El portal SíseVe registra casos de 2.154 alumnos de secundaria, 826 de primaria y 70 de inicial víctimas de una agresión sexual. El país podría superar las cifras de denuncias del 2023.
Por josé cayetano chávez
En mayo de este año, se reveló que más de 500 escolares de la provincia de Condorcanqui (Amazonas) fueron víctimas de algún tipo de violencia sexual entre el 2010 y el 2024 a manos de sus docentes y personal administrativo. Cinco meses después, los casos de abuso contra niños y adolescentes no han hecho sino aumentar y podrían superar las cifras del 2023: 3.519.
¿Cuál es la evidencia de este panorama? Según el portal SíseVe ?aplicación del Ministerio de Educación en la que se pueden registrar casos? se reportan 3.065 casos de violencia sexual contra escolares hasta el 31 de octubre.
De acuerdo con su nivel educativo, 70 casos corresponden a estudiantes de inicial; 826, de primaria; y 2.154 de secundaria. Asimismo, el SíseVe registra 13 casos contra alumnos de la educación básica alternativa avanzada y dos del nivel básico especial en primaria.
Según los subtipos de violencia sexual, se registran 120 casos de acoso sexual, 516 de hostigamiento, 1.928 de tocamientos indebidos, 275 por violación sexual y 226 por acoso y violencia a través de medios tecnológicos.
En tanto, de la cifra total de casos, 1.574 fueron cometidos por integrantes de la institución en contra de un escolar y 1.491 ocurrieron entre alumnos.
Para José Gargurevich Valdez, exviceministro de Gestión Institucional del Minedu, las cifras revelan que el Gobierno y las autoridades de los colegios fallan en su rol de garantizar que las instituciones sean espacios protegidos.
?El objetivo de que los niños vayan a una escuela es que encuentren un espacio protegido. Si el Gobierno y los directivos de los colegios no pueden garantizar esos espacios de seguridad para ellos, entonces están fallando en su objetivo?, señaló. ?El Gobierno, en lugar de concentrarse en nuevas infraestructuras, debe antes garantizar que cada escuela sea un espacio seguro?, dijo.
En tanto, Teresa Machado, presidenta de la Asociación Nacional de Psicólogos del Perú, reveló sobre el grave impacto en la salud mental de los afectados.
?El impacto es profundo y duradero. Ellos se encuentran en una etapa de desarrollo, donde construyen su identidad, fortalecen su autoestima, toman decisiones y establecen relaciones. Estos episodios pueden desestabilizar estos procesos?, indica.