El impacto inmediato de Arturo Vidal en una selección que está en apuros

"Va a ser una guerra", soltó Arturo Vidal, ataviado en Macul con la indumentaria de la selección chilena por vez primera en el ciclo de Ricardo Gareca, sin maquillar en nada el partido del viernes ante Perú en Lima (22:30 horas). "Pero no tenemos miedo", completó el "King", cuyo regreso a la Roja sacude un régimen magullado por los últimos resultados, que tienen al combinado nacional en la última plaza de las clasificatorias, siete puntos por debajo de la zona de repesca.
Vidal, según la óptica del medio futbolero, generará un impacto inmediato en la Roja, que suma siete jornadas sin ganar en el premundial, y cuyos registros empeoraron en la última fecha doble de octubre, cuando el equipo remató apenas tres veces al arco en dos jornadas y promedió un 33% de posesión, ítem preocupante, en contraste con la idea de "protagonismo" que pregona el "Tigre".
"Arturo es jerarquía, le da lo mismo todo, le pueden pifiar el himno, tirar piedras al bus y mientras más adverso sea el clima, juega mejor. Le gusta tener la presión encima y espero que eso suelte a los jugadores que insinúan buenas cosas como Diego Valdés o el 'Mono' Aravena. Los jugadores se van a sentir respaldados con él adentro", es la lectura de César Santis, exvolante del Espanyol.
"Arturo era necesario en la cancha por su bagaje, roce, con él ahí el jugador más joven se va acoplando mejor; y no debió haber sido solo Vidal, faltan más jugadores grandes en este momento", estima Luis Fuentes, exdefensor con eliminatorias en el lomo.
Merced a sus 142 partidos y 34 goles en la selección, el estatus de Vidal otorga privilegios. El volante fustigó con dureza al cuerpo técnico y compañeros mientras estuvo al margen. "Seguramente tuve palabras que me equivoqué, pero lo digo tan real como soy", se excusó ayer en público.
"En los partidos eliminatorios deben estar los mejores; cuando Arturo no estuvo, sus declaraciones restaron más que sumaron, pero aquí la selección está por sobre Vidal y Gareca, nadie es indispensable", es el principio que fija de entrada el mundialista Fabián Estay y luego aventura la nueva etapa, con la escuadra nacional en la cornisa.
"Hoy la selección no tiene una idea futbolística y, en ese contexto, Vidal en la cancha te otorga tranquilidad, jerarquía, experiencia, pausa; te puede ayudar a ordenar y manejar los tiempos en un escenario duro como Lima, ante un rival directo. Arturo sabe competir en este tipo de situaciones, me gustaría haberlo visto junto a Charles (Aránguiz), porque en su momento eran dos de los mejores mixtos del mundo. Es otro presente, pero un tipo grande ayuda a solventar la falta de trabajo colectivo, por la confianza que irradia", precisa el "Pelusa".
Equipo inédito
La selección oficializó las bajas por impedimento físico de Erick Pulgar y Darío Osorio, dos titulares en el último partido en Barranquilla. También fue liberado el lateral izquierdo Marcelo Morales. Un equipo nuevo se empezó a perfilar ayer, aunque habrá más ensayos de aquí a la jornada en el Monumental de Ate. Vidal apareció como volante libre respaldado por un eje de Rodrigo Echeverría y Vicente Pizarro. A sus costados, Alexander Aravena y Valdés, además de Eduardo Vargas de punta. En la última línea asoman Felipe Loyola, Paulo Díaz, Guillermo Maripán y Gabriel Suazo, además de Brayan Cortés en el arco.
Un mediocampo totalmente remozado, porque tampoco está el lastimado Víctor Dávila.
"Vidal te genera un estado de ánimo, casi un golpe de efecto para intentar un cambio de página. Hay que pensar en un Vidal distinto al que tenemos en la imagen de la selección, más contenido, con menos recorrido, con un juego más posicional que desdoblamientos o esas apariciones verticales que acostumbraba. No tan acaparador de la pelota. No sé si con él la selección tenga más posesión, pero sí gana en eficacia, un juego asociado menos liviano; Vidal es capaz de resolver acciones con presión en contra, le da buen destino a la pelota y suma mucho en el juego aéreo", analiza Pablo Ortega, exdefensor itálico.
Santis apoya: "Veremos a un Vidal más ordenado y posicional, es como un técnico adentro, te ordena el equipo. No le pesa ningún escenario, los peruanos deben tener fresco el gol que le hizo a Alianza en la Copa Libertadores".
'' Dije varias cosas de lo que sentía de los partidos. Lo que hablé con el 'profe' queda entre los dos, está todo bien. Ahora debemos ganar los dos partidos, para meternos a pelear un cupo al Mundial".
'' Me toca un partido difícil, caliente. Es un clásico. He tenido la suerte de marcar. Voy a dejar la vida para quedarnos con los tres puntos. El partido va a estar caliente. Ellos necesitan ganar también. Va a ser una guerra, pero no tenemos miedo".
'' Quise volver antes, no se dio. Cuando llegué acá, hablé con el 'profe', aclaramos las cosas, con los chiquillos igual; el ambiente está bueno. Todos pensamos solo en que lo más importante es la selección".