Agosto de 2026
Ricardo Santamaría
El gobierno Petro es una sucesión interminable de sorpresas
Ricardo Santamaría
El gobierno Petro es una sucesión interminable de sorpresas. Cuestiones inimaginables como que Colombia no firmará mas contratos para extraer gas y petróleo. Un país que para hacer inversión social y disminuir la pobreza depende de los ingresos de los hidrocarburos; o la demanda de gas que necesitan la mayoría de los hogares para cocinar o poner a producir pequeños restaurantes de donde sacan el sustento diario. El Presidente se dedica permanentemente a meterse en asuntos que no le corresponden, como definir la sede de la Selección Colombia de fútbol o la designación de presidentes de gremios privados. A los paisas y a los barranquilleros los tiene entre ojos: A los primeros los dejó sin presupuesto para continuar la construcción de carreteras, y a los segundos los hizo perder los juegos panamericanos y ahora pretende quitarles la sede de nuestra selección. El presidente desestima el trabajo de técnicos y expertos y en sectores como energía reina la improvisación. Pero quizás lo que más sorprende del actual gobierno es que pasa de todo pero al final no pasa nada. Por ejemplo, en los temas de corrupción o las decisiones equivocadas que terminan en millonarias pérdidas de recursos de nuestros impuestos. Hagamos un ejercicio futurista. ¿Cómo estará Colombia en agosto de 2026 cuando se inicie un nuevo gobierno? Seremos un país más fuerte institucionalmente. Un país confiado de su presente y futuro. Los años del gobierno Petro pusieron a prueba la independencia de instituciones como la Registraduría, las Cortes de justicia o el Congreso de la República, y en momentos claves de la vida nacional han entendido su papel demostrando fortaleza, determinación y criterio nacional. El poder del Presidente tiene límites y se han marcado. Seremos igualmente un país con mayor consciencia de que necesitamos cambios, pero no saltos al vacío. Entendemos el valor del trabajo público serio basado en investigación, oyendo a los expertos y analizando nuestra historia. Las políticas públicas no pueden improvisarse. Hemos comprobado que la ideología es mala compañera para gobernar. Han surgido en el ámbito de la política nuevos líderes que saben que los extremos de la derecha o la izquierda no son la solución. El cambio generacional está en marcha. Tenemos excelentes relaciones con el nuevo gobierno de Venezuela, encabezado por Edmundo González Urrutia. En estos cuatro años de gobierno Petro -situándonos en el 2026- habremos madurado como país. Entendimos que necesitamos unión y consensos sobre asuntos claves de la vida nacional. No como lo ha hecho este gobierno, que un día dice que quiere acuerdos nacionales y al día siguiente ofende a los empresarios o a los mandatarios regionales. La unión es sobre propósitos nacionales fundamentales. Pensando en el presente y en el futuro de Colombia. Tenemos que imaginar el progreso y la prosperidad como una creación colectiva de acciones posibles y sensatas. La democracia colombiana funciona. El cambio equilibrado es el mantra. Se puede.
Analista.