Fantasmas en Palacio
Quedamos fríos con la revelación de Andrea Petro a Semana, según la cual en el Palacio de Nariño "asustan de noche"
Quedamos fríos con la revelación de Andrea Petro a Semana, según la cual en el Palacio de Nariño "asustan de noche". No es una noticia nueva, aunque la creíamos superada. Al inicio del gobierno de Andrés Pastrana, sus ministros tuvimos conocimiento de que la familia presidencial no se trasladó a la residencia oficial inmediatamente después del 7 de agosto. El capellán de la Casa de Nariño, Carlos Eduardo Osorio, nos informó que en la histórica sede se habían encontrado entierros en los techos y restos de brujería, por lo que llevó a cabo varias sesiones de exorcismo. Hasta que, según su dicho, logró "limpiar" toda la sede oficial, aunque -debo decirlo- algo del maleficio debió afectar al curita Osorio, quien terminó haciendo política y llegó a ser gobernador del Quindío, donde tuvo que sufrir en carne propia todas las mezquindades del poder. Cuando creíamos superadas las energías del más allá en el palacio presidencial, nos sorprendió la hija del Presidente con la versión de que no hay tal y que, según el cuerpo de seguridad palaciego, los "sustos" ocurren en "el pasillo donde están todas las fotografías de los presidentes que ha tenido Colombia y que en las noches es cuando más cosas extrañas ocurren". Falta saber si lo que más atormenta a la guardia es ver en las noches el color del rostro del expresidente Juan José Nieto, en medio de tanto presidente mestizo y blanco. Habría que ilustrarlos, por si es el caso, de que se trata del único presidente afro de Colombia. Se dice que de noche "abren puertas y cierran ventanas". Debería establecerse si quien nocturnamente abre las puertas del palacio es el ministro Juan Fernando Cristo, a quien se le perdió el Acuerdo Nacional desde hace dos meses. Podría ser que lo esté buscando en el escritorio del Presidente y, en ese caso, no habría para qué preocuparse. De seguro, no lo encontrará, aunque bien haría en revisar las canecas de papel que a diario salen para el relleno de Doña Juana. Otra posibilidad es que las ventanas se cierren bruscamente, para impedir que se vuelen las evidencias que necesita la Fiscalía sobre los oscuros hechos que allí ocurrieron con ocasión de la comilona de los recursos de la UNGRD. Según la nota periodística de Semana, "los policías y la seguridad cuentan que se prenden luces y se apagan luces". Puede que esto tampoco sea producto de un fenómeno extrasensorial. Con tanta violencia y los problemas políticos, sociales y económicos del país, más la ineficiencia del Gobierno, es bien probable que el insomnio presidencial explique la intermitencia de las luces durante la noche. Distinto es si los espantos provienen de fantasmas propios, que allí hacen travesuras. Hasta ahora no hay prueba de que esto ocurra, aunque podrían ser los espíritus de las agónicas reformas sociales que deambulan por los pasillos palaciegos, buscando convertirse en cuerpo cierto. O se trata de díscolos fantasmas que salen del entierro de la ‘paz total’, cuyos huesitos están al cuidado de Otty Patiño. También podría ser el alma en pena del neoliberalismo, perseguido de muerte por el Gobierno, que se pasea por allí con velos negros, después de ser el rey de la sede edilicia. Otra hipótesis está relacionada con el célebre fantasma de la Superintendencia Financiera, donde las secretarias del cuarto piso vieron por años sombras, oían ruidos y advertían que las luces se apagaban súbitamente, pero nadie les daba crédito, hasta que en las cámaras de seguridad quedó grabado el famoso fantasma, al que bautizaron "Kemmerer". En ese momento la prioridad de la Superintendencia fue espantar el malévolo espíritu, que bien pudo trasladar su residencia al edificio de la carrera séptima. Todo es especulación. Mientras tanto, y para evitar que también se sindique a los fantasmas del golpe blando, convendría utilizar sahumerios preventivamente en la sede gubernamental. Taponazo. Avanza la reforma del Sistema General de Participaciones, pese a las advertencias del Emisor y a la alerta de Luis Carlos Vélez sobre el informe de J. P. Morgan en que recomienda salir del peso colombiano. ¡Se oyen pasos de una gran tragedia!
Que hagan sahumerio
Néstor Humberto Martínez Neira
Debería establecerse si quien nocturnamente abre las puertas del palacio es el ministro Juan Fernando Cristo, a quien se le perdió el Acuerdo Nacional desde hace dos meses.