Liverpool y Díaz siguen invencibles y agudizan crisis del Manchester City

REDACCIÓN DEPORTES @ELTIEMPO
Liverpool avanza a paso firme y parece imparable en la Liga Premier. El conjunto de Merseyside mostró garra, corrió, asfixió y le ganó con comodidad (2-0) a su archirrival de la última década, a un Manchester City desconocido, sin ideas, sin fútbol y que se fue deshilachando con el paso de los minutos. El equipo Red tenía una ocasión de oro para aumentar la ventaja en la tabla. El DT Arne Slot le dio un repaso a Pep Guardiola en la pizarra. Luis Díaz, que fue titular y jugó como centro delantero, fue clave en esa estrategia del neerlandés y, como falso 9, desordenó a la defensa rival. Cody Gakpo, a pase de Mohamed Salah, abrió el marcador en el minuto 12, tras un vendaval de Liverpool que olía sangre, mientras el City resistía. Lucho no gravitaba mucho en el juego y no entraba en el circuito del equipo. Pero el colombiano retrocedió unos metros, dejó sin referencia a los defensores y les abrió huecos a sus compañeros. Cada ataque Red era una puñalada en el cuadro de Guardiola que sufría. La segunda parte fue diferente. El City tuvo más la pelota, pero en el último tramo del campo se quedó sin ideas. Liverpool jugó al contraataque, la presión del primer tiempo ya no era tan asfixiante, pero el bloque bajo le permitía lanzarse en velocidad. Liverpool aumentó su ventaja, en parte, gracias a la astucia de Díaz, quien tomó mal parada a la defensa, eludió al arquero y fue derribado, ya cuando jugaba por la izquierda. El árbitro cobró penalti a favor de los Reds y Mohamed Salah no perdonó para anotar su gol 11 en Liga y lanzar un claro mensaje de renovación. Liverpool, con el triunfo categórico, se consolidó en la punta de la Liga y llegó a 34 puntos para sacarle una ventaja de 9 unidades a Chelsea y Arsenal, y de 11 puntos a un City irreconocible, que completa siete partidos sin ganar y cuatro derrotas ligueras al hilo. Lucho, que fue sustituido para el aplauso, recibió elogios de la prensa inglesa. Liverpool Echo lo calificó con un 8, reconoció la presión que mantuvo sobre la salida rival y su mejoría en el complemento.