Todo puede cambiar si es Macri y Milei o Macri vs. Milei
"En función a lo dicho por el presidente Milei ‘O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no’, acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República", así se pronunció en vísperas de Navidad el expresidente Mauricio Macri respecto a una posible alianza entre LLA y el PRO con miras al año electoral
"En función a lo dicho por el presidente Milei ‘O vamos juntos en todos lados o vamos separados; trampas al electorado, no’, acuerdo, porque esa fue siempre mi posición: poner todas las ideas sobre la mesa, cumplir con la palabra como nosotros hicimos este año, ser absolutamente transparentes con el electorado y, ante todo, cuidar la República", así se pronunció en vísperas de Navidad el expresidente Mauricio Macri respecto a una posible alianza entre LLA y el PRO con miras al año electoral.
Muchos interpretaron un mensaje encriptado en esas palabras de Macri, exponer a Javier Milei sobre un acuerdo que éste necesita pero con condiciones que no estaría dispuesto a cumplir o, al menos, estuvieron lejos de representar la esencia de su gobierno. ¿Quieren realmente acordar Milei y Macri? ¿O solo se trata de advertencias cruzadas para cumplir con un electorado afín? Un voto que seguramente disputarán si van en ofertas electorales separadas. Cerca de Mauricio Macri están divididos, hay quienes señalan que es necesario acordar para cumplir con los votantes que se identifican con el modelo económico, otros creen que sería un error estratégico, porque si van separados podrían obtener las tres bancas a Senadores que se disputan en algunos distritos, el mejor ejemplo es CABA, birlando al kirchnerismo la segura tercera banca que siempre obtiene por minoría. Pero, los más cercanos y leales al expresidente están muy enojados con Javier Milei. "Pide acordar, pero después te manda a los voceros de las Fuerzas del Cielo a tratar a Mauricio como un fracasado o un tibio para desprestigiarlo; son violentos, desagradecidos, este año acompañamos en los momentos más importantes al Gobierno y te pagan con desprecio", señala un hombre cercano a Macri.
Existe en Pro un grupo de dirigentes, identificados como "halcones", que de un modo u otro ya están adentro de LLA, muchos representados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que pase lo que pase con Macri ya tomaron posición cerca del oficialismo. Pero la verdadera encerrona está en las palabras del expresidente: "Cuidar la República" dijo y esto significa decirle no al juez Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema de Justicia, no a la impunidad que parecen promover los libertarios con "hombres oscuros" como el jefe de la Dirección General Impositiva (DGI), Andrés Vázquez, denunciado por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y omisión maliciosa de datos en su declaración jurada patrimonial. Los acuerdos con las líneas intermedias encastradas en el Estado que respondían al kirchnerismo -Vázquez es uno de ellos- hacen pensar que el tema de la corrupción no es importante, que ni siquiera es un tema de "agenda" para el Gobierno. Más de 60 funcionarios dejaron el Gobierno este año, ninguno por denuncias por corrupción, la mayoría por pensar distinto, porque en el gobierno de Milei se paga más caro la disidencia que estar sospechado por hechos ilícitos. Eso irrita a Mauricio Macri que, sin proponérselo, terminó esta semana coincidiendo con la líder de la Coalición Cívica que, sin ninguna chance de estar cerca del oficialismo, todo lo contrario, salió a marcar la cancha con una línea parecida a la de Macri pero, como es característica de Carrió, lo hace con nombres y apellidos, con denuncias en la justicia y en los organismos pertinentes, no se queda con un mensaje que intenta decir lo mismo, pero no lo aclara. Carrió dijo esta semana: "Milei no está eliminando la casta. Está eliminando alguna casta. Está pactando con la mafia. Yo conozco perfectamente la matriz de corrupción, tenemos la casta, que a veces son jueces privilegiados. Vázquez es un personaje oscuro. Estaba en la Regional IV, al sur de la Capital. Ahí controlaba todo. Era mano de obra del kirchnerismo puro" y agregó: "Para que el chico [Santiago] Caputo entienda: la mafia no tiene ideología, ni partidos, tiene negocios. Él no tiene idea de lo que es y lo están enredando. Es lo peor que le puede pasar a un país", advirtiendo lo peligroso de la situación.
Escenario muy raro, Macri y Carrió coinciden en un tema tan delicado, pero no hay ninguna posibilidad de recrear un acuerdo electoral entre ellos, al contrario, un pasado reciente donde las disidencias fueron públicas, un distanciamiento personal y la manera con que se manejan respecto a la corrupción, pero sobre todo a la impunidad que parece reina en los escritorios del poder del gobierno libertario, los hace rivales irreconciliables.
Un ejemplo clarísimo en la forma de actuar de los tres, Milei, Macri y Carrió, en los últimos días, con la denuncia recibida por el jefe de la bancada de Diputados de Pro, Cristian Ritondo, a quien en una investigación periodística se lo acusa de poseer a nombre de su esposa, Romina Aldana Diago, propiedades en los Estados Unidos por cerca de 2 millones de dólares, mediante empresas a su nombre. La Coalición Cívica a través de la diputada Mónica Frade y de la misma Carrió, recurrió a la UIF (Unidad de Investigación Financiera) para ampliar la denuncia contra Ritondo. Macri hizo silencio de radio respecto al tema y Milei lo defendió públicamente, dijo que estaba siendo víctima de "una operación" por "colaborar" con su gobierno, sin aportar pruebas que justifiquen tal afirmación.
El buen momento en cuanto a la aprobación social que atraviesan el gobierno libertario, y la figura de Javier Milei, los hace voraces frente a las próximas elecciones, y la Ciudad de Buenos Aires les hace creer que un triunfo en 2025 -hicieron medir allí al vocero presidencial Manuel Adorni- puede ser un gran empujón para poder desbancar a Pro del Gobierno de la Ciudad, administrado por los amarillos desde 2007. Jorge Macri ya comenzó su estrategia defensiva, sobre todo cuando vio cómo algunos libertarios, que responden a Karina Milei, no tuvieron empacho en votar junto al kirchnerismo contra el presupuesto presentado por el gobierno, que consiguió solo 31 votos, lo justo para ser aprobado. Advertido, el "primo" Macri comenzó a diseñar su estrategia que comenzaría el próximo viernes cuando el alcalde confirme su decisión de desdoblar las elecciones en la ciudad de Buenos Aires y anuncie el envío a la Legislatura de un proyecto de ley para suspender las primarias porteñas. Esto cierra toda chance de acuerdo entre el PRO y LLA en CABA; no será una noticia menor e impactará en el resultado final de las elecciones.
Macri es el único dirigente político con capacidad de daño sobre el oficialismo, aún sostiene un liderazgo e influencia sobre un sector de la sociedad que fue votante en el balotaje de Javier Milei, un electorado que puede coincidir con el modelo económico de ajuste libertario pero que rechaza las formas poco republicanas y los permanentes agravios e insultos con que se manejan el Presidente y sus seguidores más imprudentes. Quizás allí estuvo el mayor error de Macri, que le costó distanciarse definitivamente de sus aliados de Juntos por el Cambio, que lo acompañaron en su gobierno pero que no fueron consultados por su apoyo a Milei. Ese es un problema por resolver, porque sin acuerdo con Milei y lejos del radicalismo, la Coalición Cívica y los sectores de Pro que responden a Horacio Rodríguez Larreta y otros que tienen responsabilidad de gestión aliados a esas fuerzas políticas, como la vicegobernadora de Santa Fe, Gisella Scaglia, y el gobernador de Chubut, Nacho Torres, le va a ser muy difícil al expresidente delinear una estrategia a nivel nacional.
Aun así, Macri es competitivo en el mismo electorado de Milei, eso hace que de su decisión pueda depender parte del futuro de los libertarios, que destilan confianza y soberbia, al punto de maltratar a todo quien se le opone, y no dudan en copiar métodos de manejo político e institucional muy parecidos a los que caracterizaron casi dos décadas de populismo. Puede acompañarlos solo por sus incipientes resultados económicos, acordando electoralmente con alguien que no cumple los tratados, que representa institucionalmente todo lo que criticó a lo largo de su vida política o enfrentarlo en una elección que puede quitarle al oficialismo parte del apoyo social que necesita para la segunda parte de su mandato.
Quizás a la hora de decidir comience a comprender que acordar con quien no se coincide, apoyar aquello en lo que no se cree, poner la mejilla para recibir otro golpe para evitar la confrontación solo para derrotar el kirchnerismo, termine siendo un premio con gusto a poco para Mauricio Macri, pero mucho más para los votantes que creen que la República merece algo mejor que una especie de convertibilidad noventosa , pero con los mismos métodos políticos que identificaron al modelo que, dicen, vinieron a desterrar.