La Fuerza Pública y la barra de Liga Deportiva Alajuelense sostuvieron una reunión importante en la víspera del partido definitivo de la Gran Final.
La Doce ―barra organizada de Liga Deportiva Alajuelense— continúa con la promesa que le hizo a su equipo de apoyar de principio a fin en la Gran Final. Herediano consiguió una ventaja de 2-0 en el partido de ida y eso provocó el enfado en algunos aficionados, frustración en muchos y esperanza de remontada en otros.
De todos, unos cuantos contados con los dedos de la mano fueron la noche del domingo pasado al Estadio Alejandro Morera Soto para insultar a los jugadores —y de manera reprochable también la emprendieron contra sus familias—. Además, agarraron a patadas los portones del reducto rojinegro.
Después de eso, redes sociales empezaron a circular mensajes de cuentas que inclusive desaparecieron con supuestos planes para crear disturbios, incitando a la violencia y hasta amenazando con ir a golpear a los jugadores este viernes 27 de diciembre.
También aparecieron grafitis en las inmediaciones al Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Turrúcares, pintado con letras negras y rojas.
La Gran Final entra en el mismo rango de partido clase A, como los clásicos y los juegos en los que se enfrentan los clubes tradicionales del país. Todos esos juegos se denominan de alto riesgo.
Para evitar que las cosas se salgan de control, oficiales del Departamento de Planes y Operaciones de la Fuerza Pública sostuvieron una importante reunión con miembros de La Doce.
Ese acercamiento se dio con el fin de tratar temas en aspectos de seguridad que se mantendrán durante la final que se llevará a cabo este viernes desde las 6 p. m. en el Estadio Alejandro Morera Soto.
La intención de la Fuerza Pública fue poner la cartas sobre la mesa, para que la barra se comporte debidamente fuera y dentro del recinto deportivo y que el partido se viva como una verdadera fiesta, más allá del resultado final.
Además, los dirigentes de La Doce se mostraron complacidos con este acercamiento, ya que ellos son los más interesados en que no se presenten hechos violentos y, más bien, hicieron un llamado a los aficionados para que se comporten de forma correcta.
"Es importante este tipo de reuniones porque nos permite un poco analizar cuál es el plan de la Fuerza Pública y comentarles lo que nosotros queremos como grupo. Más allá de que haya violencia, lo que buscamos es que haya carnaval y fiesta en la gradería, que es una alegría para nosotros, para todos los que van al estadio y que el jugador número 12 somos todos.
"Este tipo de reuniones se habían dejado de hacer y ya las retomamos y somos participantes como parte del partido, porque se juega en la cancha y en las gradas. Le hacemos un llamado a toda la afición para que se comporten adecuadamente y que juntos celebremos y apoyemos al equipo", expresó Andrés Ureña, uno de los dirigentes de la barra de Alajuelense.
El director de operaciones de la Fuerza Pública, el comisionado Freddy Guillén, explicó que este acercamiento se dio en aras de buscar realmente que se viva una fiesta deportiva y no se lleven a cabo las amenazas que han estado circulando en diferentes redes sociales.
"Nos hemos reunido con los dirigentes de la barra de Alajuelense a fin de garantizar la seguridad de todos los asistentes al estadio, así como de todos los jugadores. Este tipo de acercamientos garantizan y ponen de manifiesto el interés que tiene Fuerza Pública en que todo este tipo de eventos transcurran con la mayor normalidad posible.
"Cualquier actividad deportiva tiene que ser una fiesta y tiene que vivirse como tal, dejando de lado cualquier sesgo de violencia o cualquier incitación a agredir o a tratar mal a cualquiera, ya sea de los rivales o de los mismos asistentes compañeros", expresó Freddy Guillén.
Para la Gran Final habrá un operativo estricto, con cerca de 600 personas encargadas para eso, contemplando efectivos de la Fuerza Pública, más los personeros de la seguridad privada contratados por Alajuelense y por la Unafut. Además, es común que Herediano se traslade con su propia seguridad privada.
La Fuerza Pública tiene todo contemplado para resguardar el orden antes, durante y posterior al juego final. Ellos cuentan con personal para un eventual festejo en Alajuela en caso de remontada, o en Heredia, en caso de que el conjunto florense se corone como monarca.
"Llamamos a los aficionados a vivir de manera sana y tranquila este evento sin incurrir en alguna eventualidad. Coordinamos con la Fiscalía para aquellas personas que presentemos, en caso de ocurrir incidentes", advirtió Guillén.
En la rueda de prensa que brindó en la víspera del partido definitivo, Jafet Soto no quiso referirse a ningún tema de seguridad. Fue como si no quisiera distraerse por rumores de disturbios e invasión de cancha en el Morera Soto.
Mientras que Alexandre Guimaraes comentó que él ha jugado finales alrededor del mundo y que tanto en China y Colombia como Costa Rica, siempre hay una precaución de parte de las autoridades como debe haberla.
"Nosotros lo que tenemos que hacer es simplemente jugar al fútbol. Después, jugando al fútbol, tenemos que contagiar, que el grupo siempre ha intentado de una manera, unas veces mejor, otras veces no tanto, pero contagiar a nuestra afición con el fin de crear un ambiente positivo, de alegría, de estar en un entretenimiento como es el del fútbol, sabiendo obviamente que todos queremos estar ahí porque queremos ganar", destacó Alexandre Guimaraes.
Este viernes 27 de diciembre habrá campeón nacional y el llamado a todos es vivir la fiesta del fútbol sin violencia.
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