Kit para sobrevivir el 2025
Último día del año y si el 2024 les pareció teso, el 2025 no será mucho más sencillo
Último día del año y si el 2024 les pareció teso, el 2025 no será mucho más sencillo. La economía seguirá resentida. Lo ha dicho el presidente Petro: ¡no hay plata!... lo que no dice es que muchos recursos públicos se han ido en burocracia estatal, en empleos públicos de baja calidad, en nuevas entidades inútiles pero costosas y en altas dosis de corrupción que no le han faltado al gobierno del cambio. Como sea, tiene razón el primer mandatario: plata ¡no hay! y tendremos que ver el impacto en el sector privado de un aumento de salario mínimo que, según los expertos, se pasó de piñas y que afecta especialmente a las empresas y a los negocios pequeños. Sin políticas de incentivo empresarial que compensen una subida de sueldo mínimo importante como la que se decretó, será complicado montarse en la ola del crecimiento económico más allá de un mediocre 3 por ciento. Ni hablar de lo que nos espera si el Banco de la República decide mantener o bajar lentamente las tasas de interés y, más complejo todavía, si el Congreso resuelve aprobar la reforma laboral que ya pasó en la Cámara y ahora está en la cancha del Senado. Si a todo lo anterior le sumamos un ambiente de mayor polarización y una campaña electoral que debería arrancar a finales de 2025, pero que ya se anticipó y tendrá varios episodios importantes durante el año que comienza, la conclusión obvia es que los ánimos estarán caldeados y los riesgos de vivir en una ‘patria boba’ que renuncia a sus posibilidades de crecer a partir de sus potencialidades naturales para vivir, en cambio, en una constante peleadera, son extremada y lamentablemente altos. Por eso hay que recargar pilas en estas últimas horas, abrir la maleta del 2025 que viene y empacar algunos elementos para sobrevivir un año complejo que, sin embargo, no será el peor en la historia del país, como muchos quieren hacer ver. Ante la falta de confianza en el sector público, aumentemos la confianza en el sector productivo de este país. Los únicos que no han salido corriendo en las horas más aciagas han sido los empresarios que, ni en pandemia, decidieron cerrar e hicieron su mejor esfuerzo para mantener la mayoría de los puestos de trabajo. Hay que estimular a los empresarios, apoyarlos, agradecerles lo que hacen por Colombia y eso no puede faltar en el kit de supervivencia de 2025. También hay que agregarle al botiquín, aguante y resiliencia ante un gobierno terco y provocador. El tal acuerdo nacional no existe entre los líderes políticos, pero puede darse espontáneo y genuino entre los ciudadanos que quieran encontrar coincidencias y echar a andar acuerdos sociales en medio de las diferencias. Ejemplos hay y tendremos que seguirlos profundizando sin contar con los políticos. Agréguenle al kit la creatividad. Los colombianos somos buenos encontrándole la comba al palo y para sobrevivir en 2025 necesitaremos emprendedores y jóvenes con buenas ideas, una economía de rebusque en el buen sentido de la expresión y eso solo se logra con conceptos novedosos a los que tendremos que recurrir más que nunca. Finalmente, si usted es usuario de redes sociales, ármese de valor porque las peloteras del país real se replicarán y pondrán más feas en esas redes que tienen muchas cosas y usuarios buenos, pero también bodegas y ataques rastreros que subirán todavía más de tono. Y recuerde algo: los que dicen que no queda camino distinto que salir corriendo del país o dejar de invertir en él, olvidan que Colombia ha sobrevivido a los embates del narcotráfico en la era de Pablo Escobar, a la guerrilla de las Farc en sus más crudos momentos, a las masacres de los paramilitares que llegaron a creerse dueños del poder político y a un par de profundas crisis económicas. A pesar de todo, aquí estamos contando el cuento… y seguiremos. Hay futuro, si hay resiliencia. ¡Con toda, en este 2025!
Creatividad y resiliencia
José Manuel Acevedo M.