Sábado, 18 de Enero de 2025

‘I’m sorry’, Venezuela

ColombiaEl Tiempo, Colombia 11 de enero de 2025

A manera de vieja crónica diré que bajo un clima de incertidumbre, con vientos fríos para Venezuela y nubarrones grises en el firmamento, que opacaban la democracia, se posesionó ayer, para un tercer e ilegítimo periodo, el dictador Nicolás Maduro

A manera de vieja crónica diré que bajo un clima de incertidumbre, con vientos fríos para Venezuela y nubarrones grises en el firmamento, que opacaban la democracia, se posesionó ayer, para un tercer e ilegítimo periodo, el dictador Nicolás Maduro. El acto se llevó a cabo en la Asamblea Nacional, donde un miembro de su banda le impuso la banda. Allí, el recién juramentado se dio un espacio para el humor, aun en medio de un clima mundial tenso y de frustración en su país, con 19 nuevos arrestos el día anterior, que se suman a los de los días previos y los casi 1.700 presos políticos. Maduro, envalentonado y desafiante, pero sobre todo cínico, estuvo por momentos chistoso. Trató de hablar en inglés, idioma que no domina, pues él maneja mejor el ruso. O tal vez un ruso lo maneje a él. Maduro tiene humor. Humor negro, pero lo tiene. Ayer dijo: "Juro por el histórico, noble y aguerrido pueblo de Venezuela, y ante esta Constitución, que haré cumplir todos sus mandatos. Inauguro el nuevo periodo de la paz, la prosperidad y la nueva democracia". ¡Nueva democracia!, ja, ja, ja. What a nerve, o qué descaro. Si va a cumplir los mandatos del pueblo, recuerde que gritan "fuera Maduro". Y mientras tanto, en Estados Unidos aparecían, a la hora de la investidura, unos carteles, como en el viejo Oeste cuando se ofrecían recompensas por los criminales, que pagan 25 millones de dólares, casi como para sacar de apuros a nuestro quebrado sistema de salud, por "Nicolás Maduro Moros" y "Diosdado Cabello Rondón", "for narco-terrorism conspiracy, cocaine importation". El Tío Sam piensa que esta llave "ayudó a gestionar y, en última instancia, a dirigir el cartel de los Soles, una organización venezolana de narcotráfico integrada por funcionarios venezolanos de alto rango", leí ayer. I’m zorro, diría Biden. Pero no solo eso, el dictador es acusado de violar los derechos humanos, de crímenes políticos y de lesa humanidad, de tortura, de proteger a grupos como las Farc y el Eln, entre otros atropellos. Y uno piensa, en español, en inglés, en alemán, en sánscrito, ¿cómo un hombre que era del pueblo, que manejaba un bus, que era cercano a la gente y conocía de sus necesidades se vuelve un tirano que persigue a su propio pueblo, que lo divide y enfrenta? Un pueblo que hoy deambula por el mundo. Casi ocho millones de sus compatriotas pasan las duras y las maduras aquí y allá, bregando a rehacer su vida, a educar a sus hijos, a conseguir dinero para enviar a los suyos porque Venezuela está arruinada. ¿O cómo aún hay quienes lo respaldan, cuando por un error de cálculo, como decía un riñón, perdió claramente las elecciones y se dedicó a perseguir a la oposición, a secuestrar a sus líderes, a coaccionar a las familias de estos o a desterrarlos, inclusive a dispararle al pueblo? Ambición, poder, odios, intereses políticos y económicos forman la caldera. Colombia no debió enviar representación diplomática. Las libertades, la democracia, las instituciones, como las que por fortuna nos rigen, y Dios quiera que por siempre, están por encima de cualquier interés o simpatía. Maduro está investido, pero en realidad quedó desvestido. Más de medio mundo lo repudia. Eso es, respalda a Edmundo González como el legítimo presidente y a la heroína María Corina Machado, es decir, a la inmensa mayoría de los venezolanos. Y hay que seguir, no podemos dejarlos solos. La OEA, la ONU, los propios amigos de Maduro deben buscar soluciones para que vuelva la democracia a Venezuela. Y porque a Colombia le queda una dictadura en la finca de al lado. A Maduro hay que buscarle salidas, así sea que después lo nombren gestor de paz, o algo así. No puede seguir haciendo chistes con las libertades de la gente. Queridos venezolanos, I’m sorry. luioch@eltiempo.com
El arca de Noé
Luis Noé Ochoa
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela