EVs, China, México y USA déficits
Ricardo Chica
La monumental ventaja competitiva de China en Vehículos Eléctricos (EVs), particularmente frente a Europa radica en un proceso de aprendizaje tecnológico en dos tecnologías en particular, baterías y software
Ricardo Chica
La monumental ventaja competitiva de China en Vehículos Eléctricos (EVs), particularmente frente a Europa radica en un proceso de aprendizaje tecnológico en dos tecnologías en particular, baterías y software. El 75% de estos vehículos viene de China como resultado de una decisión estratégica y de un proceso sostenido de acumulación de capacidades que solo una economía coordinada y no sujeta a la volubilidad cortoplacista del mercado puede lograr. El colapso de la industria europea de EV se ha evidenciado en VW, su fallida inversión en Northvolt (baterías) y su incapacidad de competir en el mercado chino. Entonces los europeos acuden a la protección de tarifas profundizando una guerra comercial en la cual claro enfrenta las retaliaciones de China. Las amenazas de Trump no se limitan a China ni al sector de los Vehículos Eléctricos, pero los incluyen; como también a México. Por su parte México ha aprovechado su monumental acumulación de capacidades por su integración con la industria automotriz americana y ha acelerado su integración con la economía china al tiempo que a sus exportaciones a Estados Unidos exceden a las de esta. Caso especial en América Latina, su estructura productiva/comercial más diversificada frente a la de la del exportador de materias primas típico (cono sur) para su dinámica exportadora a China (incluye por ejemplo, componentes electrónicos y motores y partes de automóviles). Todo esto ha resultado en una masiva inversión china en Vehículos Eléctricos en México incluyendo incluso centros de I.D. China pues se apresta a entrar al mercado americano vía México con unos volúmenes de Vehículos Eléctricos que seguramente despertaran las iras de Trump. Su matoneo a sus vecinos puede incluir guerras comerciales que van a desbarajustar los sistemas internacionales sobre la base de tres ideas equivocadas: su mercantilismo simplista sujeto a la misma critica que le hizo ASmith a la escuela original: la riqueza de las naciones no está en los balances comerciales sino en su capacidad productiva; su desconocimiento de la importancia de los procesos de aprendizaje y cambio tecnológicos lo que lo lleva a la ilusión de poder resucitar el rust belt volviendo a actividades desplazadas por la 3ª y 4ª revoluciones industriales en las que acumular capacidades competitivas con China es ya imposible; su ignorancia macroeconómica no le permite entender que los déficits comerciales son la contrapartida de los déficits domésticos, o sea de una falta de ahorro y no se van a corregir mientras los americanos no moderen su voracidad consumista (el problema opuesto a China).
Consultor Desarrollo Económico.