El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) realizó un relevamiento en donde compara al país en diversos ámbitos económicos y sociales frente a países desarrollados comparables.
Redacción El País El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) realizó un informe en donde analiza el progreso socioeconómico de Uruguay en base a diferentes áreas e indicadores que reflejan la calidad de vida de la población y su sostenibilidad en el tiempo. El informe examina la evolución de los indicadores más relevantes en la última década, como por ejemplo la inserción internacional, la inversión, crédito, capital humano y salud, y los compara con un grupo de economías desarrolladas que comparten valores democráticos parecidos en población o extensión territorial (Suiza, Noruega, Islandia, Bélgica, Austria, Países Bajos, entre otros).
El estudio revela que Uruguay muestra una leve mejoría, pero continúa rezagado en el 90% de los indicadores analizados. Aunque hubo avances en el 70% de los casos, la brecha con los países desarrollados se redujo, en promedio, solo un 27%. En el 30% de los indicadores donde hubo retrocesos, la distancia con los países de referencia aumentó considerablemente.
A nivel internacional, Uruguay mantiene un grado de apertura comercial similar en la última década, alrededor de la mitad del PIB del país (53% en promedio entre 2019 y 2023, y 51% con el último dato disponible a setiembre 2024, acumulado 12 meses). Esto se ubica, según Ceres, por debajo del promedio del grupo objetivo (120% del PIB). En este marco, Uruguay tendría que aumentar US$ 44 mil millones sus exportaciones e importaciones en conjunto, con respecto a los valores actuales, para poder acercarse a dichos niveles.
Inversión, crédito y capital humano
Si nos referimos a la inversión, el informe señaló que durante la última década Uruguay mantuvo los mismos registros (17-18% del PBI, sumando los datos cerrados al tercer trimestre del 2024). Por otro lado, el grupo objetivo invierte "considerablemente más" (24% del PBI), por lo que deberían invertirse US$ 4,6 mil millones más por año para llegar a ese nivel.
De hecho, en comparación con el promedio de América Latina (21% del PBI), el porcentaje de inversión con respecto al PBI es menor. Por otro lado, el gasto en inversión y desarrollo es, a su vez, bajo en Uruguay (0,4% del PBI) en relación a los países que tienen niveles de desarrollo superiores (2,6%), según indicó Ceres en el informe.
En materia crediticia, Uruguay también se encuentra alejado del grupo objetivo, con niveles "considerablemente menores de crédito interno al sector privado" (29% del PIB en comparación a 91% del objetivo). Es más, con respecto a América Latina (55% del PIB), Uruguay también se encuentra bastante por debajo.
"La evidencia empírica demuestra que impulsar el crédito colabora con el crecimiento económico a través del financiamiento de proyectos de inversión, la creación de empleo, el aumento en productividad por incorporación de maquinaria y tecnologías, y el fomento de la inclusión financiera que reduce la pobreza e informalidad", agrega el informe de Ceres.
En el apartado relacionado al capital humano, Ceres manifestó que Uruguay cuenta con una población estancada, con bajo crecimiento y además envejecida. En este sentido, la proporción de personas mayores de 65 años en el país (15,6%) es parecida a la del grupo objetivo (19,5%), aunque bastante superior al promedio de la región (8,5%).
Asimismo, la participación laboral femenina es similar en Uruguay (57,3%) si se compara con la del grupo objetivo (58,7%). En este sentido, Ceres sostiene que la inmigración podría funcionar como un "motor clave" para el crecimiento de la población uruguaya.
"Si bien en los últimos años se registró una ola inmigratoria (alcanzando el 3,1% del total de la población), aún se encuentra lejos del grupo objetivo (15,2%), destacó Ceres.
Otro dato clave en este apartado es que según los resultados de las Pruebas PISA de 2022, el 62% de los estudiantes de 15 años en Uruguay no alcanza el nivel mínimo de suficiencia en al menos una de las tres pruebas evaluadas. En este caso, dicho porcentaje es algo mejor que el promedio general de la región (78%), pero peor si se compara con el del grupo objetivo (35%).
Pobreza y energía renovable
En cuanto a la pobreza, Uruguay se ha mantenido en un nivel "relativamente estable" en la última década (en torno al 10% de la población), pero se encuentra muy por encima del 1,2% registrado en el grupo objetivo. De hecho, alcanzar dicho nivel implicaría que más de 300 mil personas salgan de la pobreza.
En relación a la energía renovable, Uruguay se destaca ante el grupo objetivo. En este caso, el 58% de la energía en la matriz de abastecimiento local proviene de diversas fuentes renovables, porcentaje ampliamente superior al del grupo objetivo (28%) y al de América Latina (27%).
Vivienda e inseguridad
Con respecto a la vivienda, el porcentaje de hogares con servicio sanitario precario llega a 3,4%, más del doble que la del grupo objetivo (1,2%). En este caso, alcanzar estos niveles implicaría que unos 30 mil hogares mejoren su situación. A pesar de ello, Uruguay se encuentra "considerablemente mejor" que el promedio de América Latina (10,5%), reduciendo esta problemática durante la última década, ya que en el año 2013 el promedio llegaba al 6,4%.
Por último, la inseguridad también impacta en la economía (reduce la confianza de empresas e inversores, por ejemplo). En esta ocasión, la tasa de homicidios de Uruguay (10,8%), se encuentra por debajo del promedio de América Latina (16,4%), pero ampliamente por arriba del grupo objetivo (0,9%).