EE.UU. aspira ahora a enfrentar el creciente liderazgo económico asiático
El mapa geográfico de la economía mundial viene cambiando año a año en este siglo
El mapa geográfico de la economía mundial viene cambiando año a año en este siglo. En el año 2000 los Estados Unidos registraban un PBI mucho más grande que el de China, que comenzaba a abandonar el ineficaz colectivismo. EE.UU. era entonces la primera economía mundial, hoy ese puesto lo ocupa China, como nos informa el FMI.
El presidente Trump asumió el 20 de enero su segundo mandato presidencial, prometiendo poner a Estados Unidos "otra vez en el primer lugar". También expresó que el "declive de los EE.UU. terminó" y prometió "una nueva edad de oro para el país". Como se observa, metas de difícil cumplimiento si prestamos atención al panorama económico mundial.
Trump está prometiendo grandes cambios: reducir impuestos, imponer aranceles elevados a los bienes extranjeros, deportar a millones de inmigrantes que están trabajando en el país sin autorización legal. Todas esas políticas podrían aumentar la inflación en los Estados Unidos y perturbar el comercio global. La gran incertidumbre mundial relacionada con estas nuevas políticas podría socavar la confianza de los inversionistas y limitar los flujos de financiamiento. El aumento de las tensiones comerciales podría reducir el crecimiento mundial.
Es oportuno ubicar estas propuestas de Trump -de claro impacto global por su importancia internacional- en el marco de las recientes proyecciones de crecimiento de la economía mundial presentadas por el FMI. La economía global está creciendo de manera constante frente a la guerra, políticas comerciales proteccionistas y altas tasas de interés. Pero no crece con la velocidad requerida para abatir rápidamente la extrema pobreza mundial.
El FMI prevé que la economía mundial se expandirá globalmente un 3,3% tanto en 2025 como en 2026, pero habrá una gran diferencia entre las denominadas economías avanzadas, que este año crecerían apenas 1,9 por ciento, y las economías emergentes y en desarrollo, que se estima lo harían este año 4,2 por ciento. Son también notorias en este sector de las economías avanzadas las diferencias esperadas en el comportamiento del PBI de los Estados Unidos, con un crecimiento esperado del 2,7 por ciento este año, mientras que en los países europeos regidos por el euro sería de apenas 1 por ciento.
También son importantes las diferencias existentes entre los países con economías emergentes y en desarrollo, ya que se espera que los países emergentes asiáticos crezcan un 5,1 por ciento, pero también con diferencias entre China y la India, que se estima lo hagan un 4 y 6,5 por ciento.
Según el FMI, la economía argentina crecerá 5 por ciento en 2025 y mantendrá ese ritmo de suba en 2026. El crecimiento previsto nos ubicaría mundialmente este año en el quinto lugar entre quienes más van a crecer en 2025, solo precedidos por India (6,5%), Filipinas (6,1%), Kazajistán (5,5%) e Indonesia (5,1%).
La historia económica mundial evidencia cómo el cambio de liderazgo económico ha sido y es una constante, incluso desde antes de la Revolución Industrial del siglo XVIII. El mapa económico mundial registra grandes cambios en este siglo XXI, a saber:
. Desde el comienzo de este siglo las economías asiáticas emergentes, lideradas por la India y China, vienen incrementando su importancia, a un ritmo más acelerado que el de las naciones desarrolladas agrupadas en el G-7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá).
.En el 2000 estas naciones del G-7 representaban el 45% del PBI mundial, pero en la actualidad han sido superadas por las naciones asiáticas emergentes, que ya representan el 35 por ciento del PBI mundial, mientras el G-7 ahora representa apenas el 28 por ciento. Este nuevo liderazgo de las naciones emergentes asiáticas se acentuará en el futuro, ya que estas economías asiáticas vienen expandiendo su PBI al doble de la velocidad, con lo cual aumenta su PBI el G-7.
.La realidad económica en este siglo es distinta ya que las economías industrializadas, históricamente avanzadas, ahora representan 38 por ciento del PBI mundial, mucho menos que en el año 2000 (58 por ciento), en la actualidad las nuevas economías emergentes, lideradas por China y la India, ya representan el 62 por ciento del PBI mundial.
El mapa económico mundial era distinto a fines del siglo pasado, ya que el PBI de los Estados Unidos era entonces equivalente al triple de China, mientras que hoy el PBI de China ya es 29 por ciento mayor que el de los Estados Unidos y a fines de esta década sería del 40 por ciento. La producción de bienes y servicios es ya en China mayor que la de los Estados Unidos, pero esta nación continúa manteniendo su liderazgo militar, además del científico y tecnológico, que es la base de las mejoras en productividad.
.Estos dispares comportamientos económicos de las naciones en este siglo son naturalmente también evidentes en el comercio internacional, actividad donde es posible que en un futuro cercano China desplace a Estados Unidos como el primer importador mundial. Este es un dato para fortalecer nuestro desarrollo exportador de bienes y servicios en los próximos años.
.En el actual escenario internacional, caracterizado por el mayor crecimiento económico y comercial de las naciones emergentes asiáticas, nuestra política exterior no debe estar sujeta a vaivenes, motivados por la preocupante superficialidad de algunas de nuestras posiciones internacionales. La política exterior debe contribuir al crecimiento económico y así abatir rápidamente el grave costo social de la pobreza.
Nuestros socios del Mercosur no están desalentando sus exportaciones como nosotros, ya que no implantaron estos impuestos que desalientan las exportaciones y también las inversiones. Un sólido crecimiento económico de nuestro país basado en la expansión de las exportaciones facilitará el abatimiento de la pobreza de nuestra población, fortalecerá la inclusión social y promoverá el desarrollo del postergado interior del país. Consolidar nuestro crecimiento económico en el futuro requiere fortalecer nuestro sector externo. Es hora de apostar al futuro, abatir la inflación es esencial y necesario pero insuficiente, necesitamos un sector externo en expansión.
. Una eficaz política internacional requiere tener presente cuáles son las tendencias globales del crecimiento económico de las naciones y también cómo están evolucionando los grandes mercados mundiales. Es hora de incrementar nuestras exportaciones, castigadas por enormes derechos de exportación que desalientan el aprovechamiento de nuestros recursos, sean naturales o humanos, y deben ser eliminados de una manera gradual, pero sostenida . ß
Academia Argentina de Ciencias del Ambiente