Jueves, 13 de Marzo de 2025

La tensión entre incentivos de corto plazo y necesidades de largo plazo

Costa RicaLa Nación, Costa Rica 9 de febrero de 2025

Opinión de Dyalá Jiménez |"Los ciclos electorales cortos crean un ambiente donde la atención se centra en logros rápidos y visibles, y por supuesto en las emociones del momento".

El sistema democrático, diseñado para responder a las necesidades de la ciudadanía mediante la representación de la sociedad, adolece de un defecto estructural: la coexistencia de incentivos de corto plazo de los políticos de turno y las necesidades ciudadanas de largo plazo. Es decir, mientras que los políticos deben diseñar sus estrategias electorales para obtener resultados inmediatos, las políticas públicas que se deben impulsar para el bienestar de los ciudadanos rinden frutos generalmente en el largo plazo o, a lo sumo, en el mediano plazo.

Los ciclos electorales cortos crean un ambiente donde la atención se centra en logros rápidos y visibles, y por supuesto en las emociones del momento. Los políticos, conscientes de ello, a menudo se comprometen con propuestas que rinden beneficios inmediatos pero se ven tentados a evadir decisiones críticas cuyos frutos no necesariamente van a cosechar en su administración.

Por otra parte, la presión mediática y la opinión pública juegan un papel crucial en este dilema, pues las noticias tienden a enfocarse en eventos inmediatos, lo que refuerza la idea de que las soluciones rápidas son las más efectivas.

El electorado, a su vez, puede ser impaciente y demandar resultados inmediatos, lo que lleva a algunos políticos a priorizar decisiones que no necesariamente benefician a la sociedad a largo plazo. Además, este incentivo del corto plazo lo tienen tanto quienes están en el poder como quienes están en la oposición, por lo que el riesgo es que se postergue el impulso de reformas necesarias y urgentes.

Lo cierto es que los retos globales como la transición energética, la transformación tecnológica y la lucha contra el crimen organizado, y los desafíos nacionales como la pobreza estructural, la baja productividad, el "apagón educativo" y el rezago institucional general requieren de un abordaje político integral y con visión de largo plazo.

La solución ideal para atender este dilema es buscar consensos y acuerdos políticos que superen colores partidarios. Es ideal precisamente porque compromete a los distintos liderazgos políticos con sus correspondientes fuerzas y, a la vez, preserva la democracia, sistema que aunque imperfecto evita o minimiza los males que vienen aparejados al totalitarismo, como por ejemplo, menor crecimiento económico, mayor corrupción, violación de las libertades individuales y eliminación de los derechos colectivos. Lamentablemente, la atomización de los partidos políticos y el debilitamiento del pensamiento ideológico actuales hace pensar que ello podría ser una quimera.

En todo caso, en este año electoral es importante entender no solo cuáles son los programas estratégicos que ofrecen las distintas tendencias para resolver los problemas nacionales, sino también observar si tienen la capacidad política para lograr implementarlos.

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Dyalá Jiménez es abogada y se especializa en resolución de disputas internacionales. Es miembro de las más prestigiosas instituciones de arbitraje del mundo, como el Ciadi del Banco Mundial, el Consejo Internacional de Arbitraje Comercial y el Consejo Internacional de Arbitraje para el Deporte. Es exministra de Comercio Exterior y conforma la Junta Directiva de Cinde.

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