La ministra de Economía rindió cuentas sobre su gestión, destacó la regla fiscal, dijo que "no hubo carnaval electoral por mayor gasto" e hizo proyecciones que embretan un poco al próximo gobierno.
La titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche, presentó ayer junto a su equipo próximo a finalizar su gestión, la rendición de cuentas del período 2020-2024, en la que lanzó críticas al Frente Amplio (FA), comparó los resultados de 2024 versus 2019 (mostró lo que está a su favor) y dio proyecciones sobre 2025, apuntando que "no será necesario subir impuestos ni bajar el gasto público".
Precisamente, sobre el gasto dijo que no aumentó, aunque los números no necesariamente coinciden, además que en 2024 se incumplieron los tres pilares de la regla fiscal.
Sobre su administración, Arbeleche destacó que "se cumplió con el compromiso de mejorar las cuentas fiscales, pese a los shocks externos, y con el objetivo de bajar impuestos".
Momentos claves de su presentación fueron cuando afirmó en varias ocasiones que "no hubo carnaval electoral" aunque algunos analistas mostraron algo distinto (ver aparte) en relación al gasto de 2024, y dijo que hubo baja de los ingresos que se compensó con "utilidades genuinas" de las empresas públicas y "no con adelantos de 2025", como también señaló el FA.
No obstante, según datos del MEF, los ingresos del gobierno central-BPS cerraron el año 2024 en 27,6% del Producto Interno Bruto (PIB), aumentando 0,7% del PIB respecto a 2023, y el gasto del gobierno central-BPS (sin tener en cuenta intereses de deuda) se ubicó en 28,4% del PIB en 2024, aumentando 0,6% en términos del PIB frente al año anterior.
Eso dio como resultado un déficit fiscal de 3,4% del PIB, superior al 3,1% del PIB previsto en la última Rendición de Cuentas (y lejos del 2,5% del PIB proyectado en el Presupuesto de 2020) y 0,1 punto del Producto por encima de 2023.
Al comparar con 2019, los egresos del gobierno central-BPS (con intereses de deuda incluido) aumentaron en 1% del PIB, mientras que los ingresos crecieron 1,5% del PIB en el mismo período. Así, el déficit fiscal se redujo en 0,5% del Producto entre 2019 y 2024.
Aunque, si se mira el déficit fiscal de todo el sector público consolidado (incluye empresas públicas, intendencias y el Banco Central), el mismo prácticamente no varió: era 4,3% del PIB en 2019 y fue 4,1% del PIB en 2024.
De todas maneras, Arbeleche insistió que "el déficit fiscal mejoró, se mida como se mida", al decir que incluso mejoró considerando la deuda con proveedores.
El designado ministro de Economía y Finanzas por el gobierno del FA, Gabriel Oddone había dicho que la situación fiscal que heredará la administración es más o menos la misma que había en 2019, pero con más nivel de gasto y deuda".
La deuda neta fue de 53,3% del PIB en 2024 (Arbeleche resaltó que la proyectada en la Rendición de Cuentas estaba en 54,8 del PIB), casi 9 puntos del PIB que en 2019 (era 44,4% del PIB).
Eso se dio por la fuerte suba en la pandemia de 2020 cuando saltó a 56,2% del PIB y en los años siguientes se estabilizó en un guarismo menor.
Regla fiscal
La regla fiscal, que se había cumplido en sus tres pilares (resultado fiscal estructural, tope a la variación real de egresos primarios y ley de endeudamiento neto) por cuatro años consecutivos 2020 a 2023, no se cumplió en 2024.
En 2024 el déficit fiscal estructural (se ajusta al ciclo económico) fue de 3,7% del PIB, por encima de la meta de 3,4% del PIB.
Según Arbeleche esto se debió a una menor suba de la recaudación que la prevista en la Rendición de Cuentas, porque la inflación bajó más rápido de lo proyectado y por tanto los ingresos del fisco fueron menores. Ese efecto en la recaudación de la Dirección General Impositiva (DGI) fue estimado por la ministra en 0,7% del PIB, "lo que equivale a unos US$ 730 millones menos".
El otro pilar del déficit fiscal que se incumplió en 2024 fue el del tope a la variación real de egresos primarios. El tope indicaba que el gasto primario en términos reales podía crecer 2,8% en 2024, sin embargo aumentó 4,7%. Ese incremento del gasto fue mayor incluso al más alto que tuvo la última administración del FAen 2016 (había sido de 3,5%).
La ministra justificó el incumplimiento en un efecto de la menor inflación a la prevista (que explicó 1,6 puntos porcentuales del 4,7% de aumento) y a un menor gasto observado en 2023 respecto a lo previsto (que explicó 0,6 puntos).
Enfatizó además que "se logró reducir la prociclicidad del gasto, que caracterizaba a gobiernos anteriores".
El tercer pilar, el del endeudamiento neto en 2024, se iba a incumplir hasta que el MEF utilizó una cláusula de salvaguarda por "sustancial cambio en precios relativos" que le permite aumentar el tope legal de endeudamiento neto.
Así, el incremento del endeudamiento neto en 2024 fue de US$ 2.644 millones (el límite legal original era de US$ 2.300 millones y con la cláusula pasó a ser de US$ 2.990 millones).
Otros números
Otro rasgo de la actividad económica en este período, según Arbeleche, fue que se dio el menor crecimiento en ingresos de las últimas dos décadas. Esto debido a la pandemia del covid-19, la sequía que socavó la producción nacional y también por una menor inflación.
Al comparar gestiones, la ministra afirmó que la inflación cerró 2019 8,8%% y en 2024 lo hizo en 5,5%. Machacó con que el salario real tuvo un aumento de 2,7% (2024 vs. 2019); y que mientras entre 2014-2019 se perdieron 52.000 puestos de trabajo, mientras que en el período 2020-2024 se crearon más de 110.000 puestos.
Una de las banderas del gobierno es haber bajado la inflación, la cual ha estado 20 meses dentro del rango meta del Banco Central (BCU).
En esa línea, la ministra señaló que esta administración "cumplió con dinamizar la economía, generar empleo y aumentar el salario real". Asimismo apuntó que "se cumplió con la agenda de reformas estructurales" (la mirada "con luces largas" de la que tanto habló desde el inicio de su gestión), en directa referencia a la institucionalización fiscal y la regla fiscal.
Además, dijo que en este período, se alcanzó la calificación crediticia más alta en la historia de Uruguay y el riesgo país más bajo. La nota de la deuda uruguaya está en BBB+ (S&P), Baa1 (Moody's) -ambas dos escalones por encima del mínimo del grado inversor- y BBB (Fitch). Y esa mejora favorece las inversiones y, por ende, en la creación de puestos de trabajo en el país.
El balance destacó una reducción del Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF) que "benefició al 75% de los contribuyentes", la rebaja del Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS) y otras medidas a favor de las pequeñas y micro empresas en materia impositiva.
"Se logró dar alivio tributario a contribuyentes de menores ingresos; se reasignaron US$ 190 millones anuales", afirmó Arbeleche.
"No es necesario subir impuestos"
La ministra Arbeleche incluyó en su presentación proyecciones para este año es decir, cuando asuma la nueva administración con Gabriel Oddone como titular del MEF y no dudó en opinar que, según sus cálculos, "el déficit fiscal bajará en 2025, no será necesario subir impuestos ni bajar el gasto público", lanzó.
Recalcó que, según las proyecciones de esta administración, "no será necesario un ajuste fiscal", proyectando 2025, aunque algunos analistas difieren con ella.
En otro momento de su ponencia, al referirse a este tema, aclaró: "Lo que haga el equipo económico entrante es responsabilidad del equipo económico entrante".
La ministra Arbeleche señaló que el déficit fiscal fue 3,4% del PIB real en 2024 y que las proyecciones del indicador para 2025 son de -3% del PIB (era 2,9% del PIB, según la Rendición de Cuentas 2023). Además, "se prevé una mayor recaudación (impositiva) para 2025 y también mayores utilidades de las empresas públicas para este año", dijo Arbeleche.
Arbeleche afirmó que en los cálculos se incluyeron los datos de las compras de patrulleros, aviones de defensa y tos recursos que surgieron en los últimos tiempos.