Jueves, 13 de Febrero de 2025

OPINIÓN

PerúEl Comercio, Perú 13 de febrero de 2025

Por TOMÁS LOPES-TEIXEIRARepresentante del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo en el Perú

El 2025 estará marcado por la incertidumbre del período preelectoral

Por TOMÁS LOPES-TEIXEIRARepresentante del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo en el Perú



El 2025 estará marcado por la incertidumbre del período preelectoral. Desde mi rol en el BID, considero que la banca multilateral de desarrollo (BMD) desempeñará un papel crucial, actuando como ancla de continuidad para programas y fuente de conocimiento técnico para fortalecer la agenda de desarrollo del país y abordar sus retos estructurales.





Instituciones como el BID pueden contribuir en tres aspectos claves en el 2025: primero, respaldar la continuidad institucional que impacta diversos sectores de la economía. Segundo, ofrecer una acción contracíclica con inversiones en el sector público y privado. Tercero, aportar conocimiento técnico para impulsar el desarrollo institucional y la creación de una agenda de largo plazo. Su rol promotor de la estabilidad incluye apoyar reformas estructurales con un análisis técnico independiente que trascienda los cambios de gobierno y genere un impacto duradero.





La relación entre el Perú y el BID data de los años sesenta. El primer préstamo de la historia del BID fue para el Perú en 1961 (Arequipa), lo que representa un gran hito. Desde entonces, hemos sido aliados y mantenido una relación de confianza mutua, tanto en tiempos de bonanza como de adversidad.





Hoy, trabajamos en articulación con los sectores público y privado para abordar áreas claves, impulsando el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad. Nuestra agenda de trabajo abarca proyectos de inversión con los sectores público y privado, apoyos técnicos para reformas institucionales y políticas públicas, y el fortalecimiento del ecosistema de innovación y tecnología (con BID Lab), entre otros. Con esa visión, el BID ha definido tres ejes estratégicos para enfrentar desafíos estructurales de hoy: (i) Crecimiento Económico, Productividad e Inversión Privada; (ii) Desarrollo Territorial con Foco en Amazonía; y (iii) Efectividad de Servicios para Poblaciones Vulnerables.





Ejemplos de colaboración con el país incluyen el proyecto de agua y saneamiento para Juliaca, el apoyo al agro y a la inclusión financiera con las cajas municipales a través de BID Invest (brazo privado de la institución), y otros programas de nuestra amplia cartera de proyectos y cooperaciones técnicas. Además, impulsamos iniciativas regionales como Amazonía Siempre, un programa que busca brindar recursos y alternativas de inclusión social sostenible.





El Perú enfrenta grandes retos, pero también tiene un gran potencial. Nuestro compromiso es seguir siendo un aliado clave para construir un futuro de mayor prosperidad y equidad, superando desafíos que afectan a los casi 10 millones de peruanos en situación de pobreza, en adición a los más de 10 millones en condición de vulnerabilidad (INEI 2023). Así, cuando el Perú mire hacia el 2026 y más allá, encontrará en el BID una constante: un socio que apuesta por el país, que invierte en su gente y trabaja por un desarrollo sostenible e inclusivo ayer, hoy y mañana.





El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

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