Según la Asociación de Bodegueros del Perú, entre 8.000 y 9.000 de estos negocios han sido extorsionados el año pasado. La mayor cantidad de tiendas que tuvieron que cerrar se ubica en Lima norte y este.
Por carlos gonzales
Las extorsiones en el Perú no se limitan a grandes empresas, también alcanzan a pequeños locales, como bodegas, minimarkets o tiendas. Asimismo, los atentados se han vuelto más violentos, pues los delincuentes emplean artefactos explosivos para amedrentar a sus víctimas.
En enero pasado, se reportaron 786 denuncias por extorsión en Lima Metropolitana, una cifra 14 veces mayor que la registrada en el 2019, cuando se contabilizaron 53 (tomando en cuenta solo el primer mes del año), de acuerdo con el Sistema Informático de Denuncias Policiales (Sidpol), de la Policía Nacional (PNP). Esto equivale a un promedio de 25 denuncias diarias, es decir, casi una cada hora.
En el 2024, en todo el país se registraron 21.678 denuncias por extorsión. Lima Metropolitana encabezó la lista de las regiones más afectadas, con 7.833 casos, seguida por La Libertad, con 5.101.
?Víctimas de la violencia?
Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, reveló a El Comercio que más de 2.000 bodegas en todo el país han cerrado durante el 2024 como consecuencia de las extorsiones. La mayor cantidad de cierres se presenta en los distritos de Lima norte y Lima este.
Remarcó que algunos bodegueros optan por cerrar su tienda debido a que la amenaza del extorsionador les genera un fuerte impacto y prefieren proteger a su familia, mientras que otros no continúan en el negocio debido a que las ventas no mejoran y el pago de cupos representa un gasto que no desean asumir.
Señaló que otros también deciden cerrar su tienda por un tiempo hasta que pase la ola extorsionadora, otros migran a diferentes lugares para abrir un nuevo local y, finalmente, hay un grupo que vende sus artefactos, productos y bienes para emprender un nuevo negocio en su ciudad de origen. Choy explicó que, el año pasado, han recibido reportes de que entre 8.000 y 9.000 bodegas han sido extorsionadas. Los montos de dinero que se les exige varía de acuerdo al tamaño del local, pero las cantidades son S/5.000, S/10.000 y S/15.000. Detalló que la frecuencia del pago puede ser semanal, quincenal o mensual. Advirtió que las amenazas contra los propietarios de las tiendas se han vuelto más violentas en los últimos años. También indicó que las extorsiones a las bodegas ya no solo lo perpetran las grandes organizaciones criminales, sino también pequeños grupos de delincuentes, que acechan las bodegas de barrio. Por ello, consideró que la estructura de la extorsión se ha atomizado. Recordó que el cobro de cupo a las bodegas comenzó en plena pandemia del COVID-19, en el 2021. Karla Pacheco, vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub), denunció que el sector bodeguero ?está siendo muy golpeado?, ?primero, por esas pérdidas? que tienen a diario a causa de robos, que son constantes, ?y se han incrementado mucho más los asaltos con armas de fuego?. ?Ahora, a esto hay que agregar las extorsiones?, expresó la dirigente. Pacheco denunció que es extorsionada y víctima de reglaje desde hace un año y medio, pero que hasta el momento las autoridades no han resuelto su caso, pese a que ha presentado material para acelerar las investigaciones. Remarcó que para los bodegueros resulta engorroso denunciar una extorsión, pues deben perder varias horas de trabajo y algunos desisten de continuar con el trámite debido a que deben atender sus tiendas, pues subsisten con las ventas del día. Pacheco aseguró que los extorsionadores estarían detrás del mecanismo de préstamo denominado ?gota a gota?, ya que obligan a las dueñas de las tiendas a aceptar el dinero a crédito. De no aceptar, las amenazan y atacan. En caso de que acepten el préstamo, ingresan los datos personales de las bodegueras a un sistema y las comienzan a extorsionar. Además, manifestó que los extorsionadores tratan de legalizar un supuesto servicio de seguridad y protección que brindan a las tiendas, por el cual exigen a los bodegueros pagar montos diarios. Por ello, pidió que se tipifiquen como delito las amenazas.
punto de vista
?La extorsión se está normalizando?
786
denuncias por extorsión se registraron en enero de este año en Lima Metropolitana.