Del rock al reguetón
El pasado martes y con la presentación de los equipos, se puso en marcha el campeonato 2025 de la Fórmula Uno
El pasado martes y con la presentación de los equipos, se puso en marcha el campeonato 2025 de la Fórmula Uno.
Lo que tradicionalmente era una sucesión de lanzamientos individuales, ahora y en línea con el actual control de la categoría en manos de intereses norteamericanos se transformó en un evento tipo ceremonia de los Oscar o final de la NBA. Realizado en el O2 Arena en Londres, la totalidad de los equipos, los autos y los pilotos desfilaron en frente de los 15.000 fanáticos que repletaron el recinto y los millones que siguieron la ceremonia en línea. Un show con cantantes, humoristas y despliegue lumínico en el que se notó incómodos a varios pilotos acostumbrados a manifestarse en la intimidad de sus monoplazas.
En este devenir en que la tradición queda de lado, este año sucederá un hecho triste. La industria francesa, con sus motores Renault equipando al equipo Alpine, hará su última aparición en un mundo donde tuvo un rol relevante.
Partamos por el hecho de que el término Grand Prix fue acuñado por un grupo de franceses que realizaron a principios del siglo pasado las primeras carreras de autos de las que hay registro. Tampoco es casualidad que la FIA tenga su sede en París y que todos los reglamentos, tanto técnicos como deportivos, estén escritos en francés y traducidos al inglés. Marcas como Bugati, Talbot, Matra, Ligier y por supuesto la citada Renault supieron ser protagonistas desde siempre y ganadoras de múltiples campeonatos.
El alejamiento francés de la F-1 no es reciente, ya que recordemos que el GP de ese país dejó de disputarse en 2008, justo cuando se cumplía su centenario, volviendo por un corto período desde 2018 a 2022 para luego desaparecer definitivamente del calendario.
Podría argumentarse que el equipo Alpine será un último eslabón, pero a partir del próximo año, cuando monte motores Mercedes Benz, definitivamente no se hablará francés en los pits . Y tampoco hoy se habla alemán, ya que por ejemplo los autos del equipo Mercedes, así como sus motores, son diseñados, construidos y desarrollados en Inglaterra, lo mismo que el resto de los equipos, con la excepción de Ferrari y Racing Bulls con sedes en Italia y Sauber/Audi basado en Suiza.
Definitivamente, los cimientos históricos de la F-1 hoy son pasado y pisado, transformada en una actividad tecnológica británica administrada por el show business norteamericano, una danza de millones acorde con los tiempos. Haciendo una analogía musical, la F-1 que supo ser rock del bueno, con fiestas como la del O2, se volvió reguetón.