La sombra del racismo acecha al fútbol colombiano
Casos ‘no probados’ en la Liga
El caso más reciente en el fútbol colombiano fue la denuncia que hizo el jugador de Nacional, Marino Hinestroza, en los cuadrangulares del torneo anterior, cuando dijo que hinchas de Millonarios le hicieron gestos racistas en El Campín
Casos ‘no probados’ en la Liga
El caso más reciente en el fútbol colombiano fue la denuncia que hizo el jugador de Nacional, Marino Hinestroza, en los cuadrangulares del torneo anterior, cuando dijo que hinchas de Millonarios le hicieron gestos racistas en El Campín. Este caso no tuvo castigo por falta de pruebas. Al Comité Disciplinario, según supo EL TIEMPO, no podía sancionar al no haber evidencia. En julio del año pasado, Elvis Perlaza, jugador de Santa Fe, denunció que el entonces DT del Pasto, el paraguayo Gustavo Florentín, le hizo insultos con tono racista. Otro caso sonoro fue en 2023, cuando Marco Pérez, que jugaba en Águilas Doradas, denunció que Álex Mejía, que era jugador del Unión Magdalena, lo trató de "esclavo". Este caso tampoco prosperó por falta de pruebas.
redacción DEPORTES - EL TIEMPO@ELTIEMPO
El fútbol colombiano se vio sacudido esta semana por la sombra de un posible nuevo caso de racismo denunciado por el jugador hondureño Rubilio Castillo, del Deportivo Pereira, quien acusó a Joel Contreras, del Once Caldas, de haberle gritado "simio" durante el partido que jugaron el pasado miércoles. El episodio, aún no esclarecido, pone en alerta a la Dimayor y a la Federación Colombiana de Fútbol, autoridades que rigen el balompié profesional en el país. La imagen fue escandalosa. Rubilio lloró en pleno partido mientras denunciaba ante el árbitro y sus rivales el supuesto insulto racista. Un día después, el jugador explicó lo que vivió. "Me dice simio, cosas que no tienen que ser (...); el árbitro no sé si se quiso desentender, me dijo: ‘no lo escuché’. Le digo que no me diga así. Me denigró, me faltó al respeto, con el racismo no se juega", contó el jugador en ESPN, y aseguró que con sus abogados llegará hasta las últimas instancias. Sobre este episodio, que no es nuevo (ver recuadro), hubo reacción de la Asociación de Futbolistas Profesionales, Acolfutpro: "Es imprescindible erradicar comportamientos inaceptables, dentro y fuera del terreno de juego. El respeto entre todos los actores del fútbol es fundamental en la construcción de una cultura de paz y tolerancia. Para tener un fútbol mejor, debemos trabajar unidos". El Deportivo Pereira, por su parte, respaldó al jugador. Aunque existe una lucha mundial contra el racismo en el fútbol, liderada por la propia Fifa, este tipo de denuncias son de difícil castigo al no existir pruebas del insulto que les permitan a las autoridades deportivas, en este caso al Comité Disciplinario de la Dimayor, atacar el tema con sanciones ejemplarizantes. En el fútbol colombiano se han presentado reiterados casos de futbolistas o entrenadores que denuncian insultos racistas de parte de otros actores del juego, no necesariamente de hinchas, aunque estos casos también se han denunciado. La Federación Colombiana de Fútbol (FCF), en su Código Disciplinario Único, tipifica estos casos en su artículo 92 sobre discriminación, que indica: "El que, mediante actos o palabras humille, discrimine o ultraje a una persona o a un grupo de personas en razón de su raza, color de piel, idioma, credo u origen, de forma que atente contra la dignidad humana, será suspendido de cinco (5) a diez (10) fechas. Además, se prohibirá al infractor el acceso al estadio y se le impondrá una multa en cuantía de treinta (30) a cincuenta (50) salarios mínimos mensuales legales vigentes". Aplicando este artículo fue que en 2018 fue sancionado con 8 fechas el portero uruguayo Lucero Álvarez, quien atajaba en Once Caldas, por insultos racistas a un jugador rival de Águilas. La sanción luego se la bajaron a 5. En este nuevo episodio opera la palabra del jugador que se declara agredido y la del que niega haber empleado dicho lenguaje racista, pues Contreras desmintió de inmediato la acusación. "Lo único que le dije fue ‘levántese’, y el otro se paró prácticamente a llorar, diciendo que yo le había dicho ‘simio’. En realidad, las cosas no son así", dijo. Contreras aseguró que Rubilio lo quería hacer expulsar. Castillo agregó que entiende que Contreras pudo equivocarse y que podría admitir su error. No es la primera vez que Rubilio hace estas denuncias; en su país ya lo había hecho. La Federación de Fútbol de Honduras expresó su respaldo. Se espera esta semana el boletín de sanciones, en espera de si hay alguna apertura de investigación y si el caso, como ya ha pasado, es archivado por falta de pruebas.