Por ALFREDO FERREROEmbajador del Perú en los Estados Unidos
En la última reunión del Foro Económico Mundial 2025, en Davos, la presidenta Dina Boluarte extendió una invitación abierta al presidente Donald Trump para visitar el Perú
Por ALFREDO FERREROEmbajador del Perú en los Estados Unidos
En la última reunión del Foro Económico Mundial 2025, en Davos, la presidenta Dina Boluarte extendió una invitación abierta al presidente Donald Trump para visitar el Perú. Más allá de la ocasión en que se pueda producir una visita por parte del nuevo líder de los Estados Unidos de América, la invitación refleja el deseo de fortalecer una alianza estratégica que se aproxima a celebrar doscientos años en mayo del 2026, año que coincide con los 250 años de la independencia estadounidense.
La relación de Estados Unidos es de larga data y, a pesar de las coyunturas políticas y los diversos escenarios, es una relación sólida y duradera sostenida por los mismos ideales, valores democráticos y de libertad que compartimos desde nuestra creación como Estados. Asimismo, nos unen intereses económicos comunes, sostenidos en un fuerte vínculo comercial, consolidado a través del tratado de libre comercio (TLC), el cual ha impulsado el crecimiento económico y fortalecido las exportaciones peruanas hacia EE.UU., principal destino de nuestra oferta exportable con valor agregado. Al mismo tiempo, este acuerdo también beneficia a la economía estadounidense ?más allá de que la balanza comercial sea superavitaria para EE.UU.? al garantizar el acceso a productos peruanos de alta calidad en sectores claves como confecciones, agroindustria (incluyendo arándanos del cual somos el primer exportador a EE.UU., o paltas y espárragos, etc.) y minería con los ?minerales críticos? que son esenciales para la transición energética.
Las inversiones estadounidenses en el Perú han desempeñado un papel fundamental en sectores estratégicos como infraestructura, energía, tecnología, servicios financieros y bienes raíces, impulsando el desarrollo económico y la generación de empleo en el país. Un ejemplo destacado es el del fondo de inversión estadounidense KKR, uno de los más importantes a nivel global con aproximadamente 510 mil millones de dólares en activos bajo gestión. En el Perú, KKR ha adquirido una participación mayoritaria en PangeaCo, así como las redes de fibra óptica de Telefónica del Perú y Entel Perú, con una inversión proyectada de 500 millones de dólares entre el 2023 y el 2026, destinada a ampliar significativamente la cobertura de conectividad en el país.
Otro caso relevante es BlackRock, la mayor gestora de inversiones del mundo, con más de 11,5 billones de dólares en activos. A través de Global Infrastructure Partners (GIP), su fondo de inversiones enfocado en el sector infraestructura, ha fortalecido su presencia en el Perú con la adquisición del 50% de Trabajos Marítimos S.A. (Tramarsa), empresa encargada de la gestión de los puertos de Matarani y Salaverry. Estas infraestructuras portuarias son esenciales para el comercio internacional y la exportación de minerales, agroproductos y otros bienes estratégicos, lo que consolida al Perú como un punto clave en las cadenas de suministro globales.
Las inversiones estadounidenses en el Perú generan más de un millón de empleos, incluyendo la participación de personal altamente capacitado de EE.UU., cuyo conocimiento y experiencia contribuyen al fortalecimiento de capacidades en el país. En el caso peruano, la creación de empleo es un factor clave para el crecimiento económico y la inversión privada, ello impulsa el desarrollo productivo y mejora las condiciones de vida de la población. Además, fomenta oportunidades de desarrollo profesional dentro del país, lo que contribuye a reducir los flujos migratorios al ofrecer alternativas laborales sostenibles en el Perú.
El Perú debe ser un aliado clave en América Latina, un rol cada vez más evidente en el actual escenario global, donde países de otros continentes muestran un creciente interés por nuestros recursos naturales y nuestra estratégica ubicación geográfica. En el contexto de una administración que, por primera vez, cuenta con un secretario de Estado de origen latino, Marco Rubio, el Perú debe aprovechar para potenciar y fortalecer aún más esta relación incluyendo una posibilidad de nuevas inversiones en sectores estratégicos como minería, infraestructura y tecnología. La primera gira oficial de Rubio incluyó Costa Rica, Panamá, El Salvador, Guatemala y República Dominicana, lo que refleja un renovado interés en la región. Confiamos en que esta nueva dinámica fortalecerá los lazos entre Estados Unidos y el continente.
El inicio de la segunda presidencia de Donald Trump ha marcado importantes cambios en la administración, muchos de los cuales están alineados con el deseo del Perú de constituirse en un socio de importancia en la geopolítica continental, en medio de un contexto internacional complejo, en el cual requerimos de la cooperación y trabajo conjunto para fortalecer nuestra seguridad y luchar contra la delincuencia organizada transnacional que afecta a todo el continente.
La asociación con Estados Unidos se ha construido sobre intereses compartidos en seguridad, comercio, desarrollo económico y democracia, evolucionando con el tiempo para enfrentar desafíos globales y regionales. En el contexto internacional actual, el Perú se proyecta hoy como un socio geopolítico clave en Sudamérica y requiere fortalecer la cooperación bilateral, pero también mayor inversión y comercio para un efectivo ?nearshoring?.
El camino hacia el bicentenario de nuestras relaciones diplomáticas en el 2026 entre el Perú y Estados Unidos alcanzará nuevos hitos a través de un diálogo de alto nivel y la implementación de iniciativas concretas que hagan de nuestra alianza un vínculo más integral y estratégico. Debemos trabajar juntos para construir una región más segura, próspera y competitiva, contribuyendo al objetivo compartido donde MAGA (Make America Great Again) se convierta en ?Make The Americans Great?. Entendemos que el objetivo del gobierno del presidente Trump ?America First? ?América primero? no implica ?America Alone? (América solo), como ya ha manifestado el secretario de Estado Rubio. Por ello, apostamos por una relación bilateral cada vez más virtuosa, comprehensiva y sólida. El Perú está en la disposición de seguir fortaleciendo y profundizando la relación con EE.UU. sobre la base de los valores democráticos (?like minded?), a través de promoción del comercio e inversiones entre otros, y la cooperación técnica en seguridad, defensa, educación desarrollo tecnológico, etc.