Lineamientos de sabana de Bogotá es débil

Sergio Piñeros
En la semana se han visto múltiples reacciones sobre el proyecto de Resolución de lineamientos para La Sabana de Bogotá. La Gobernación, el Distrito, los municipios, entidades, gremios y expertos han hecho una revisión de sus implicaciones y el común denominador es la imprecisión y dualidad en su articulado y las deficiencias de la información cartográfica. Es necesario terminar de hacer una revisión detallada del documento técnico que soporta cada uno de los lineamientos, el cual es la base teórica y científica del articulado propuesto. No se puede perder la visión integral de este proyecto administrativo y entablar una discusión sobre un articulado que tiene una base con imprecisiones y debilidades técnicas evidentes. El camino correcto es ponerse de acuerdo sobre la información técnica y ahí sí reformular su articulado y no pretender ajustar textos acomodados sobre una estructura técnica que no se acople a la realidad. Esta semana el funcionario Andrés Ramírez del MADS, afirmó en un espacio (x.com spaces) institucional, que el Ministerio no podía estar analizando información a nivel municipal, como excusa de tener como soporte información a escalas inadecuadas, lo cual es muy grave, porque se están tomando decisiones de ordenamiento territorial cuando las escalas mínimas que exige la Ley es 1:25.000, que en mi concepto siguen siendo insuficientes. Gastar dos años en la estructuración de este proyecto de Resolución y que el Ministerio con toda su capacidad sumada a la de los Institutos de Investigación, no ponga la lupa al nivel requerido, es inconcebible. Otra situación que requiere la atención es que los análisis no solo se pueden centrar sobre las obras y actividades de Bogotá. No menos importantes son las implicaciones de municipios más pequeños como Chocontá por poner un ejemplo, donde su Alcalde ha manifestado que nunca les preguntaron y que lo que se expone no obedece a la realidad de su territorio y que como muy bien la ha dicho el Gobernador, con capacidades técnicas reducidas, requieren apoyo de mayor capacidad institucional como él mismo la ha ofrecido. Un punto que se ha señalado muy tangencialmente es el de área de aplicación, que basado en el concepto de región hídrica formulado para el Acueducto desde la visión de oferta del agua hace 15 años por Ernesto Guhl Nannetti, uno de los más destacados expertos ambientales y conocedor de este territorio; amplía el área definida en el Artículo 61 de la Ley 99 como La Sabana de Bogotá hasta el departamento del Meta, lo cual desde el punto de vista técnico considero correcto. Empero, la pregunta que me surge, es que si el Ministerio decidió salirse, por qué entonces no consideró la cuenca baja del Río Bogotá, que es el territorio que realmente recibe los impactos más fuertes en términos de calidad y oferta hídrica. En conclusión, un proyecto de lineamientos, soportado en información con debilidades de fondo que desconoce las realidades del territorio y que no se ha hecho por lo menos a la escala correcta municipal, debe ser revisado en su parte estructural el Documento Técnico de Soporte y no solo el articulado del Proyecto de Resolución.
Analista de Ordenamiento Territorial y Ambiental.