Brindar mensajes claros
Marcelo Gioscia Civitate | Montevideo
@|Cuán importante es que la ciudadanía reciba mensajes claros de parte de los actores políticos, más aún cuando se ha producido un cambio de gobierno
Marcelo Gioscia Civitate | Montevideo
@|Cuán importante es que la ciudadanía reciba mensajes claros de parte de los actores políticos, más aún cuando se ha producido un cambio de gobierno. Pues no le hace bien al sistema democrático y republicano emplear adjetivaciones que tienen más que ver con un discurso que busca atribuir responsabilidades al gobierno saliente, sin que ello obedezca a la realidad de lo recibido. Cuando no, a justificar las modificaciones que se pretenden por las actuales autoridades a normas legales contenidas en la Ley de Urgente Consideración que fueron sancionadas por el gobierno anterior -de diferente signo político- y que la ciudadanía refrendó en un referéndum, tratando de que prevalezca más lo ideológico que lo que tiene relación con la realidad de los hechos, a más de cinco años de su aplicación.
Felizmente, el titular del Poder Ejecutivo en un caso y su Ministro de Economía en otro, quitaron "dramatismo" a las expresiones, y su mensaje fue moderado, apuntando a que prevalezca la inversión y el desarrollo del país, dando seguridad a los inversores.
El titular de Economía fue muy claro al "desmarcarse" de los dichos alarmistas de algún legislador e integrantes de actores del actual gobierno, al expresar que "la situación económica del país, es sólida" y que no puede darse una "imagen de fragilidad" en lo interno y hacia el exterior. Nuestro país ha dado en todo caso certeza y seguridad jurídica a quienes inviertan en nuestro territorio; ello no implica desconocer que tenemos "desafíos fiscales manejables", pero de esto a mencionar, como trascendió, que era necesario "desactivar bombas dejadas por la administración anterior", hay un gran paso. Lamentablemente, el uso de determinados términos alarmistas utilizados a la ligera por distintos actores del partido de gobierno -que al parecer siguen en campaña política- no colabora con brindarle a la ciudadanía la verdad de la situación en que se encuentra nuestro país.
Debería preocuparnos, sin lugar a dudas, la seguidilla de "amenazas de bomba" en ámbitos universitarios o centros comerciales que ha puesto en alerta los sistemas de inteligencia de los responsables de cuidar la seguridad pública, en distintas zonas de la capital y en algunos lugares del interior. Estas amenazas -que felizmente en los hechos no han sido reales- han causado temores, molestias y gastos y hasta el momento han supuesto la detención y formalización de alguno de sus responsables. Entendemos que deberían explicar -si ello fuera posible- cuáles han sido las verdaderas causas de estos actos para, de ese modo, brindar la mayor tranquilidad y transparencia a la ciudadanía pues afectan nada menos que la calidad de vida cotidiana de las personas, lo que es inaceptable.
El correcto funcionamiento de un Estado de Derecho implica, entre otras cosas, un sano equilibrio de normas de convivencia que controlen y garanticen el bienestar colectivo y permitan el saludable desarrollo de todos y cada uno de los habitantes de este suelo, donde se asuman las correspondientes responsabilidades como consecuencia del obrar de cada uno.