Sábado, 19 de Abril de 2025

Alza en autorretención, alivio inmediato pero genera riesgo

ColombiaEl Tiempo, Colombia 16 de abril de 2025

Aunque se tiene claro que no puede ser considerada como una reforma tributaria, dado que no impone nuevos impuestos al sistema fiscal, las movidas que prepara el Ministerio de Hacienda para cuadrar la caja mediante un aumento en la autorretención en la fuente no cayeron bien en el mercado, dado que fueron consideradas como un remedio que puede salir más caro que la enfermedad

Aunque se tiene claro que no puede ser considerada como una reforma tributaria, dado que no impone nuevos impuestos al sistema fiscal, las movidas que prepara el Ministerio de Hacienda para cuadrar la caja mediante un aumento en la autorretención en la fuente no cayeron bien en el mercado, dado que fueron consideradas como un remedio que puede salir más caro que la enfermedad. Se trata del borrador de decreto que el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) publicaron para comentarios y busca modificar el esquema de autorretención en la fuente a título del impuesto de renta, según estas entidades, basados en la senda de reactivación que vive el país. Esta medida triplica en algunos casos los montos a pagar por parte de las empresas, lo que podría afectar su liquidez. Analistas consultados dicen que este cambio en las reglas de juego debe ser revisado con detenimiento, puesto que por un lado ratifica que el Gobierno está desesperado por superar sus afugias fiscales y por el otro, no soluciona el problema y únicamente posterga la urgencia de solucionarlo con un recorte efectivo del gasto público, como se ha sugerido varias veces. Para José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro de Hacienda, lo que se está haciendo podría tomarse como una "cuasi-reforma tributaria" que podría darle algunos billones en el futuro cercano, pero sacrificando la estabilidad fiscal y elevar las necesidades de caja más adelante. "Las consecuencias son dos. Desde el punto de vista fiscal, aprieta el presupuesto del 2026 porque va a haber menos recursos de caja disponibles para cubrir con las obligaciones tributarias de ese año, en donde hay tránsito del gobierno, luego afectaría al gobierno entrante especialmente", dijo. Para Restrepo Abondano, la segunda consecuencia "es que aprieta al sector productivo de manera excesiva porque le eleva las necesidades de caja y por ende eventualmente llevará a que algunos actores tengan que endeudarse para cubrir las obligaciones tributarias, entonces soluciona un descuadre de caja del gobierno nacional a costa del sector empresarial". Cambios bruscos Concretamente, la medida contempla un ajuste de tarifas de autorretención para casi todos los sectores económicos, con incrementos relevantes en industrias extractivas como el carbón y el petróleo. Para el caso del carbón, la tarifa pasaría del 3,2% al 5,5%, lo que representa un aumento del 72%. En el petróleo crudo, el ajuste sería del 5,6% al 7%. Este nuevo esquema reemplazaría lo establecido en el Decreto 242 de 2024. José Ignacio López, presidente de Anif, aclaró que este decreto no trae nuevos impuestos y que simplemente se trata de modificar los pagos anticipados, por lo cual no se puede plantear que aumenta la tributación, dado que simplemente cambia cuándo se pagan los mismos impuestos. "Para las empresas es un hecho sobreviviente, habrá que ver la calibración puntual sector por sector, pero esto puede generar el estrés de caja en algunos sectores que no están contando con estas retenciones, y eso implica menos recursos este año, frente a unos créditos o unos anticipos de pagos al año entrante, a sabiendas que a veces las devoluciones de la Dian son muy complicadas", acotó. Agregó que esto "es una señal de que el gobierno está preocupado por el tema de caja, y probablemente, si esa es la preocupación, creo que las señales deberían ser de reducción de gasto público, esto en general es exacerbar los problemas de cara al año entrante, y puede ser una herencia envenenada para el siguiente gobierno, en la medida que se trasladan recursos del 2026 al 2025 mediante mayor retención". Solvencia y liquidez Un concepto importante que vale la pena traer a este debate es el del Director Ejecutivo de investigaciones económicas de Corfi, César Pabón, quien recordó que no es lo mismo liquidez que solvencia, puesto que la primera es un concepto a corto plazo y la segunda evalúa las capacidades hacia el futuro y es dónde precisamente se está fallando. "La liquidez es la capacidad para cumplir sus obligaciones inmediatas; la solvencia, en cambio, está relacionada con su capacidad de sostener sus finanzas a lo largo del tiempo. Esta medida atiende parcialmente el problema de liquidez, pero deja sin resolver —y podría incluso empeorar— el problema de solvencia. Anticipar ingresos futuros genera alivio momentáneo, pero abre un mayor hueco fiscal en los próximos años, lo que profundiza los retos estructurales", advirtió. Cabe recordar que el proyecto establece tarifas nuevas para cientos de actividades económicas, con tasas que oscilan entre el 0,55% y el 4,5%, dependiendo del sector y aunque todos se ven afectados, la mayor carga recae sobre industrias como extracción de carbón (hulla); extracción de gas natural, generación y comercialización de energía y captación, tratamiento y distribución de agua; todas con un 4,5%. "Aunque brinda cierto respiro en el corto plazo, lo hace a expensas de los ingresos futuros, lo que genera un costo significativo en términos de sostenibilidad fiscal. En un entorno internacional marcado por la incertidumbre, este tipo de soluciones pueden aumentar el riesgo país y la percepción de inestabilidad, lo que finalmente termina encareciendo aún más la salida de esta compleja situación", agregó Pabón. Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, dijo por medio de sus redes sociales que "de acuerdo con nuestros cálculos, las nuevas tarifas de retención en la fuente del impuesto de renta implicarían un adelanto en el pago de impuestos de 2026 a 2025 por $13,9 billones (0,8% del PIB)". Jorge Restrepo, profesor de la Universidad Javeriana, señala que si bien el proyecto no implica una reforma tributaria en sentido estricto, sí representa un apretón de liquidez que puede tener efectos fiscales y hasta macroeconómicos. "El problema ya no es de aplazamientos o recortes. La caja está al límite y eso limita severamente la ejecución del gasto", afirmó. Dijo que esta situación podría haberse manejado con un recorte presupuestal más agresivo, que enviaría una señal de disciplina fiscal tanto a los mercados como al Banco de la República.
Restrepo dijo que el sector privado tendrá que buscar mayor liquidez para atender las nuevas exigencias, lo que presionaría al sistema financiero en un entorno en el que la economía no está precisamente "sobrecalentada". Queda esperar si el Ministerio de Hacienda incorpora las diversas opiniones que han surgido a lo largo de este debate sobre el borrador de decreto en el texto final que emita para adelantar las autorretenciones o si, como muchos consideran un escenario poco probable, se la juega por no emitir la norma y adoptar un recorte fiscal más agresivo.
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