"Estoy trabajando en eso con psicólogo aparte y entrenando tres turnos porque me han pasado cosas que me han hecho bajar un poco el nivel", reconoció en su momento el lateral.
Al mejor estilo Marcelo, lateral izquierdo del Real Madrid y mundialista con la selección de Brasil en dos ocasiones, Gabriel Báez corrió y, exigido, se autoasistió con un taco de lujo para no solo evitar que la pelota se fuera al córner, sino también dejar pintado a Vitinho, que, sin suerte, se había acercado a marcarlo.
La jugada referenciada ocurrió al minuto 60 del partido que Nacional empató 3-3 con Internacional después de ir ganándole 3-0 y no llegó a nada, porque terminó en un saque de arco después de un remate ancho de Eduardo Vargas.
Pero a más de uno lo hizo pensar. Y por qué no también a Pablo Peirano, que ayer fue consultado por el presente del lateral nacido en Gobernador Castro, Argentina, y nacionalizado paraguayo, y opinó: "Ha tenido un crecimiento muy bueno. Es un jugador que hace toda la banda. Juega, intenta los pases más difíciles, busca por dentro, por fuera, está siempre bien ubicado. Tácticamente, es un jugador reloj y ve lo que está sucediendo. Por lo menos en mi etapa, ha tenido muy buen comportamiento" (Carve Deportiva).
Desde su debut contra Bahía por Copa Libertadores, el entrenador lo tuvo en cuenta en absolutamente todos los partidos que dirigió (cinco) y de momento es, junto a Luis Mejía, Sebastián Coates y Julián Millán, al único que tuvo en cuenta para jugar cada uno de los minutos posibles.
"Gabi está bien. Después de que se frustró su salida a Europa estuvo bajón y ahí fue cuando mermó el rendimiento y la gente se la agarró con él", comentó a Ovación una persona de su confianza. "Es un chico que siempre entrega todo y no se guarda nada".
Los malos momentos parecieron quedar en el pasado reciente para Báez, que hace poco más de un mes estuvo afuera de la lista de convocados durante dos partidos seguidos cuando la paciencia de los hinchas ya se había agotado y su rendimiento no lo acompañaba.
Fue entonces que tuvo una conversación privada con Martín Lasarte, el técnico de turno. "No estoy en la convocatoria por mi nivel. Sé que no estoy al 100%, que no estoy bien; estoy trabajando en eso con psicólogo aparte y entrenando tres turnos porque me han pasado cosas que me han hecho bajar un poco el nivel. Lo noté y no me venía sintiendo bien. Hablé con Martín y por dentro me hace bien descansar un poco para volver a tomar fuerzas y seguir", había expresado en su momento.
La proyección le salió de maravilla porque más temprano que tarde otra vez volvió a entrar en la consideración y recuperó ese puesto de titular indiscutido: "Son cosas personales que me han pasado. Me cuesta estar concentrado, pero nunca he dejado de entrenar. Somos personas que a veces no nos salen las cosas y uno se bajonea. Estoy tratando de salir".
La negativa de Nacional a un préstamo de Deportivo La Coruña es una de las razones que los cercanos a él atribuyen al tramo irregular de su desempeño. Sin embargo, eso parece haber quedado atrás y con la llegada de Peirano a la conducción técnica el aire se renovó.
Báez valoró la idea del DT como "muy buena" en diálogo con Ovación al pasar por zona mixta tras jugar por Libertadores. Dijo, además, que les había pedido arriesgar y "jugar mano a mano" en toda la cancha. "El sistema (3-5-2) hay que aceitarlo porque no lo hemos utilizado tanto. No me cambia y a (Emiliano) Ancheta tampoco porque somos corredores. Lo que sí, para generar más juego y llegar por banda, el técnico trajo la idea de jugar mano a mano, que nos gusta, pero la tenemos que trabajar".
Vence contrato con Nacional el próximo 31 de diciembre y tiene una cláusula de US$ 1.000.000. Evaluará con su representante los pasos a seguir a futuro, aunque no se descarta una salida a mitad de año si aparece alguna posibilidad beneficiosa para ambas partes. En paralelo, Nacional ya tuvo conversaciones con Alfonso Espino -que, pese a tener contrato vigente con Rayo Vallecano hasta junio de 2026, sigue esperanzado en volver al club- y otros laterales izquierdos.
Báez llegó como una apuesta de la anterior dirigencia a mediados de 2023, cuando también se habían manejado las opciones de Elías Gómez, Claudio Corvalán, entre otros. Era un completo desconocido para el fútbol uruguayo, pese a haber defendido los colores de Cerro Largo, y hoy es una de las tres piezas con cero falta en los equipos que paró Peirano.