Lunes, 12 de Mayo de 2025

El rol que puede jugar Chile para dar viabilidad al potencial cuprífero de la minería argentina

ChileEl Mercurio, Chile 12 de mayo de 2025

Las limitaciones en Argentina provendrían de la infraestructura técnica: plantas de procesamiento con capacidades fijas, falta de mineroductos operativos, escasez de instalaciones portuarias y ausencia de redes logísticas optimizadas.

La llegada del Javier Milei al gobierno de Argentina ha coincidido con la irrupción y el descubrimiento de enormes reservas de cobre que alientan el avance de esta industria en el vecino país. Pero su escasa infraestructura y la ubicación de los potenciales yacimientos implicaría el desembolso de millonarias inversiones, lo que pone cuesta arriba el desarrollo de estos proyectos, incluso con altos precios de un mineral clave en la transición energética global.
El sueño argentino de convertirse en una potencia mundial de la minería del cobre, al igual como lo ha sido Chile por décadas, se acrecienta luego de que hace unos días Vicuña Corp, la fusión de la canadiense Lundin con la australiana BHP, informó el potencial del proyecto Filo del Sol y JoseMaría, con 13 millones de toneladas medidas y 25 millones del mineral inferido, a lo que se suma el hallazgo de importantes reservas de oro y plata.
"Filo del Sol ha sido uno de los descubrimientos más significativos de los últimos 30 años", dijo Jack Lundin, presidente y CEO de Lundin Mining. Parte de la "fiebre" del cobre y del litio argentinos ha sido impulsada por el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI), una iniciativa que Milei ha empujado para atraer las inversiones de capitales extranjeros, apoyada en exenciones tributarias y promesas de reglas del juego claras y estables.
Según medios argentinos, en el país se prevén inversiones mineras enfocadas en cobre por unos US$ 1.600 millones en 2025, y para la próxima década se proyectan inversiones por unos US$ 33.000 millones.
Contraste de escenarios
Ante este auspicioso panorama de la minería trasandina, un estudio reciente de GEM Mining Consulting buscó poner números concretos a una pregunta clave para el futuro de la minería cuprífera en Argentina: ¿Cómo responden los proyectos más importantes del país ante cambios en el precio internacional del cobre?
La respuesta, respaldada con datos técnicos y modelación de leyes de corte, apunta a que la elasticidad de los yacimientos es baja, y en la mayoría de los casos, el volumen adicional de recursos que se vuelve técnicamente recuperable frente a un alza de precio es limitado.
El análisis de GEM abarcó cinco proyectos estratégicos: El Pachón, Josemaría, Los Azules, MARA (Agua Rica) y Taca-Taca. El precio promedio del cobre en lo que va del año se ubica en torno a los US$ 4,23 por libra.
De acuerdo a la consultora, al modelar escenarios de precio a largo plazo (3,40 / 4,10 / 4,80 US$/lb), el estudio determinó que el incremento total de recursos (medidos e indicados) en todo el país alcanza un 7,08% al pasar del precio inferior al superior, lo que equivale a 520 millones de toneladas adicionales. La mayor parte de ese aumento proviene de tres proyectos: Taca-Taca, El Pachón y Los Azules, que explican más del 80% del crecimiento. Los demás, como Josemaría y MARA, muestran comportamientos mucho más rígidos, con variaciones por debajo del 5%.
Según el estudio, los datos muestran que, aunque Argentina tiene un enorme potencial cuprífero, su estructura productiva aún carece de flexibilidad para expandirse rápidamente ante un contexto de precios altos. Las limitaciones no provienen de la geología, sino de la infraestructura técnica: plantas de procesamiento con capacidades fijas, falta de mineroductos operativos, escasez de instalaciones portuarias y ausencia de redes logísticas optimizadas.
Integración binacional
La integración binacional con Chile aparece como una opción estratégica clave, afirma el estudio de GEM. Apunta a que muchos de estos yacimientos -como El Pachón o Josemaría- están a pocos kilómetros de la frontera con la Región de Atacama, y podrían beneficiarse enormemente del acceso a infraestructura chilena ya desarrollada, como puertos, plantas de tratamiento, líneas de alta tensión y, especialmente, agua.
La posibilidad de compartir recursos como mineroductos o acceso a desaladoras operativas en el norte chileno permitiría viabilizar inversiones que de otra forma tendrían una inversión prohibitiva, afirma la consultora. En la industria minera mencionan que estas opciones ya estarían siendo evaluadas en los modelos de negocios de algunos de los proyectos que se encuentran especialmente en la cordillera de los Andes.
Manuel Cordero, Practice Leader Planning en GEM, destaca que el estudio evidencia una realidad estructural. "La minería argentina no cuenta aún con una red de proveedores ni con la profundidad de capital extranjero que caracteriza a la industria chilena. En un contexto de inestabilidad macroeconómica, los grandes fondos internacionales miran con cautela los desarrollos del lado argentino, incluso cuando los recursos geológicos son equivalentes o superiores", dice.
Para revertir esta tendencia, el especialista dice que se necesita una política minera más articulada, que facilite la inversión extranjera, la cooperación transfronteriza y la integración operacional.
Resalta que el estudio revela que el cobre argentino está ahí, pero aún "enterrado" no solo en la montaña, sino también bajo capas de limitaciones técnicas, institucionales y de infraestructura.
''La minería argentina no cuenta con una red de proveedores ni la profundidad de capital extranjero de la industria chilena".
MANUEL CORDERO PRACTICE LEADER PLANNING EN GEM
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