La crisis del Club de la Unión se profundiza tras decretarse su liquidación
Entidad se encontraba en reorganización para reordenar pasivos y recuperar ingresos, incluso recibía donaciones.
Justo cuando llevaba algunos meses en la implementación de su plan de reorganización para captar mayores ingresos y poder servir sus obligaciones, el Club de La Unión de Santiago enfrenta un nuevo obstáculo.
El 6 de mayo, el 28° Juzgado Civil de Santiago resolvió su liquidación a partir de solicitudes efectuadas por trabajadores que alegan remuneraciones impagas, entre otros pasivos.
El club fue perdiendo socios tras el estallido. Sus ingresos se deterioraron incluso más con los cierres y restricciones que impuso la pandemia desde 2020. Así, la crisis del centro de Santiago, con varias sedes de empresas grandes migrando a comunas como Providencia o Las Condes, le pegó fuerte al club.
La resolución del tribunal se dio en el marco de la audiencia de fallo de las excepciones opuestas por el demandado ocurrida el 6 de mayo. En dicha instancia, se rechazaron las defensas y excepciones opuestas por los "representantes del club en todas sus partes, tal como consta a folio 52, y se ordenó conforme a lo dispuesto por artículo 128 de la Ley 20.720 dictar la correspondiente resolución de liquidación", cuya redacción y publicación data del pasado viernes 16.
Anteriormente, el 8 de mayo, la gerencia de la entidad había enviado una carta a sus socios para referirse a la situación.
La misiva parte admitiendo el dictamen. "Es cierto que el fallo existe; sin embargo, su ejecución no es automática ni definitiva, quedando aún recursos pendientes. El tribunal a cargo ha adoptado una postura que, desde nuestro punto de vista jurídico, excede el marco legal vigente. Pese a esto, continuaremos planteando nuestra postura en todas las instancias".
Y agrega: "Sabemos que esta situación no se gestó en el último año. Es la consecuencia de contingencias por causas laborales y previsionales, y a la falta de compromiso de muchos que, aun siendo socios, no han regularizado sus cuotas".
Explica que, pese a este escenario, la nueva administración -Matías Pérez Cruz preside el directorio desde hace dos años y Ricardo Izurieta es el gerente- "ha hecho un esfuerzo enorme por ordenar las cuentas, retomar la actividad social y cultural del club, y proyectarlo con nuevas alianzas estratégicas".
Indica que el club ya recibe donaciones, lo que les "permite proyectar un camino concreto de sostenibilidad. Este instrumento, que nos reconoce como un espacio patrimonial y cultural relevante para Chile, es una de las vías más importantes para asegurar el futuro del club. Sabemos que hay una comunidad entera que valora este espacio, que ha sido protagonista de nuestra historia".
El plan
En noviembre del año pasado, ante el 14º Juzgado Civil de Santiago, los acreedores del club aprobaron la propuesta de reorganización concursal de la centenaria entidad. Las deudas en ese minuto superaban los $1.000 millones y el plan de reorganización apuntaba a dar continuidad al club en un plazo razonable, que permitiera recuperar ingresos y atraer nuevos socios.
La propuesta establecía que el primer año se amortizaría un 5% del capital adeudado más intereses, mediante dos cuotas, la primera con vencimiento el 30 de abril de 2028 por un 2% del capital adeudado más intereses y la segunda con vencimiento el 31 de octubre de 2028 por un 3% del capital adeudado más intereses. El segundo año se amortizaría un 10% del capital adeudado más intereses, también mediante dos cuotas. El tercer año se amortizaría un 20% del capital adeudado más intereses, a través de dos pagos. Luego, el cuarto año se pagaría un 25% del capital en deuda más intereses, en dos oportunidades.
En el quinto año se amortizaría un 40% del capital adeudado más intereses, mediante dos cuotas, la primera por un 10% y la segunda con vencimiento el 31 de octubre de 2032 por un 30% del capital adeudado más intereses. La comisión de acreedores vinculada al acuerdo estaría integrada solo por dos miembros.
QuiebraUn grupo de trabajadores solicitó la quiebra de Unión Inmobiliaria -dueña del edificio de la entidad- a fines del años pasado, cuando la reorganización del club ya había sido solicitada.