Algunos prefirieron no ver el momento exacto en el que salía la hoja de votación del sobre, como el propio ganador de la alcaldía, Joaquín Farina.
"No me quedan uñas ni nada", decía entre risas y muy nervioso el colorado Joaquín Farina minutos antes de que resultara ganador del sorteo que definió la alcaldía de San Bautista después de que la elección departamental marcara un empate con el blanco Roberto Siriani, que lo abrazaran al borde de la asfixia los militantes de su partido, que se emocionara y lo rodearan gritos desaforados de alegría, y que partiera desde la Junta Electoral de Canelones junto a unos pocos autos con banderas flameantes para festejar en su localidad de casi 3.700 habitantes.
Al momento del sorteo, la tensión que se vivía desde hacía media hora cuando arribaron los dos posibles ganadores se cortó para dar paso a los gritos eufóricos de alegría y los abrazos de festejo, como un colorado que, con lágrimas que le caían, decía por teléfono: "Tenemos alcalde, tenemos alcalde". Fue en ese preciso momento en que alguien con buena vista, sin duda gritó "Joaquín" mientras aún se desdoblaba la lista del ganador de la alcaldía de San Bautista.
Algunos prefirieron no ver el momento exacto en el que salía la hoja de votación del sobre, se taparon o cerraron los ojos, incluido el ganador Farina, quien contó a El País: "Cuando se abrió el sobre, estaba mirando para otro lado. Ahí lo que escuché fue el grito de mi gente".
Ante las cámaras y con los dos candidatos parados uno al lado del otro, el secretario de la Junta Electoral de Canelones, Marcelo Díaz, sacó dos sobres de una caja recién abierta con una trincheta, les quitó las tirillas e introdujo las listas de votación. "Voy a votar primero por Roberto (Siriani), que lo conozco hace años", dijo en broma, tratando de distender. Pero no lo logró y, probablemente, nada que dijera en ese momento podía aplacar los nervios.
Todo ya se había ensayado en el gran galpón en la ciudad de Canelones, en el que al fondo estaban las valijas y las urnas de las elecciones departamentales. Se armó un espacio limitado por biombos de cartón de la Corte Electoral, con reflectores de luz que iluminaban la zona y plantas que lo decoraban para un día inusual en la Junta Electoral de Canelones.
Ya con ambos sobres en la urna, el secretario de la Junta Electoral la giró unas veces como si fuera un bolillero. "Las que quieran", volvió a bromear mirándolos a los candidatos, que esperaban ansiosos el resultado a la izquierda de la mesa.
Para Cervini, Peña "estuvo presente" en el sorteo, los "acompañó": "San Bautista no es un lugar más para nosotros, es especial. Él decía que era la sucursal del cielo y así tuvo esta definición", dijo.
Pero no es el único que mencionó a Peña, quien dejó una marca en el Partido Colorado. Pocos segundos después de que se supo ganador, Farina comentó con emoción: "Estoy en política gracias a él. Era un amigo. Me sumó a su equipo y, con el paso de los años, soñábamos con esto. Gracias a Dios puedo decir que le debo a él y a su familia que me dejó continuar con el grupo en San Baustista".
Una vez que ya se supo el resultado, el ahora alcalde electo contó a El País que fueron "días largos, de mucha espera, por más de que no tuviese nervios". Así como también tuvo palabras para su contrincante Siriani, que partió de la oficina de la Corte Electoral tras conocerse el ganador: "Siempre hemos trabajado con mucho respeto, y siempre quiso lo mejor para San Bautista, para Castellanos y la zona rural. Ahora vamos a festejar un poco pero después vamos a seguir trabajando junto a él y los demás concejales".
De a poco, los colorados se empezaron a ir de la oficina de la Corte Electoral. Los últimos que quedaban afuera y adentro ya comenzaban a ordenar, vieron a Cervini que no ocultaba su felicidad y emoción salir con el acta en la mano y decir: "Está para encuadrar".