Lunes, 02 de Junio de 2025

Raúl Castro y la poderosa razón detrás del regreso de Falta y Resto al Carnaval 2026: Por ella vuelve...

UruguayEl País, Uruguay 1 de junio de 2025

Es uno de los retornos más esperados, y su director lo vive con alegría. "Siempre supe que volvería, pero nunca pensé que sería con tanto cariño popular", dice a El País. En esta nota, todo sobre la vuelta.

Felicidad es la mejor emoción para definir el estado que invade a Raúl Castro. Falta y Resto vuelve al Carnaval en 2026, después de ocho años de ausencia, y su corazón estalla de alegría. Está chocho y lo repite a cada rato. "Es la obra de toda una vida", dice emocionado a El País el director histórico de la murga.

Ese niño de siete años que se convirtió en letrista de la murga del barrio por accidente, que aprovechó una hepatitis para grabar y aprenderse de memoria las murgas del 62, y que fundó Falta y Resto en plena dictadura, le agradece al "Flaco" Castro de hoy, más veterano, que decidió volver al ruedo porque los tablados son una inyección de vida para él.

"Siento que mi juventud está en mi corazón cada vez que me subo a un tablado; ahí vuelvo a ser el Raúl Castro de 25 o 30 años. Salgo a volar", resume quien siente la murga como un compromiso, pero también como ese refugio alegre que le hace la vida más feliz.

Desde que el rumor del ansiado retorno empezó a circular, le gritan desde los ómnibus y camiones, lo abrazan en la calle y en las redes. "Siempre supe que volvería, pero nunca pensé que sería con tanto cariño popular", dice, conmovido por la respuesta.

"Quiero hacer murga con mis hermanos, con mis amigos y amigas. Quiero ir a los barrios, quiero abrazarme con la gente, sacarme fotos con los que crecieron conmigo", asegura el dueño de una pluma magistral.

Está muy agradecido por haber cumplido el sueño de tener su murga propia, por haberse mantenido durante 45 años, y por la ilusión que despierta en la gente este regreso: "Poder decir 'volvió la Falta' es increíble", comenta.

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Fueron ocho largos años lejos del Concurso Oficial, pero sobre todo lejos de los tablados, la barriada y la gente, que son "el corazón" del Carnaval y lo que, según Castro, da sentido a todo.

"Cumplí el sueño de ganar (1988 y 1989) y que te digan 'sos el mejor'. Pero lo más importante es que alguien, en la cama antes de dormir, se acuerde de una letra y lo alegre, o la tararee cuando vuelve de hacer 14 horas en el trabajo".

La murga ha sido su motor y sostén. Incluso estando en coma, le pidió a su hija Soledad que le cantaran una. "Por eso vuelve la Falta", confiesa, con la emoción a flor de piel.

Plantel de lujo en Falta y Resto para el Carnaval 2026


La competencia no le quita el sueño, y aunque opina que "son diez pesos aparte", armó un plantel con figuras de primer nivel y no hay dudas de que pelearán por un primer puesto. Trabajan "con humildad" de cara a la Prueba de Admisión en noviembre, porque el trajín carnavalero le ha demostrado que siempre puede haber mejores que uno.

Siente un respeto inmenso por esa hinchada que esperó y está ansiosa por volver a ver a la murga de las cuatro estaciones en acción, y se lo repite en cada esquina. "Hay una obligación muy grande de trabajar mucho y bien, de gozarnos y reírnos mucho, para sacar una murga que haga sentir orgullosa a la hinchada y a los carnavaleros", afirma.

Con los nombres que están sobre la mesa, no hay dudas de que estarán a la altura. En ese cuadro de élite hay fundadores como el Zurdo Bessio, el "Mono" Da Costa y el propio Castro. Está la garantía de Edú "Pitufo" Lombardo como director musical, Pinocho Routin como cupletero estrella, y grandes voces como Alejandro Balbis, Mario Jolochin y Javier Carvalho, que vuelve de España por este proyecto.

En el coro, dice "hay tres gurisas que se cantan todo": Julieta Hernández, Federica Pereyra y Lucila Scariato. Se suma el cantante de plena Marcos Da Costa, debuta Pedro Castro, el menor de los hijos de Raúl, y también está el mayor, Felipe Castro, que ya tiene pronta la bajada.

Raúl Castro, como siempre, tomará la posta en las letras, pero está abierto a colaboraciones: "Soy riguroso al elegir, pero si alguien me trae algo mejor, trato de que el ego se esconda y dejar volar a la murga, que es mucho más importante que yo", se sincera.

La vuelta se da con el Frente Amplio nuevamente en el gobierno, y eso, reconoce, lo hace más complejo: "Es más fácil cuando sos rival, pero nos pone en el desafío de hacer reír autocriticándonos". El mensaje de la Falta está en sintonía con lo que plantea El Eternauta, la serie del momento, y el asunto del "nadie se salva solo".

"¿De qué sirve que yo escriba lindos cuplés si no tengo una murga que me los cante? En todas las obras, siempre hay un colectivo que sostiene al individuo, y eso es lo que sale a decir la Falta", revela.

La murga, un amor irracional


Se enamoró de la murga antes de empezar a hablar. Tenía solo tres meses cuando Uruguay salió campeón del mundo en Maracaná. Aquel 16 de julio de 1950, su madre lo alzó en brazos para salir a festejar, y al cruzarse con un grupo que cantaba "Uruguayos campeones", de los Patos Cabreros, el bebé reaccionó al sonido de la batería de murga. "Cuentan que me puse como loco. Mi madre siempre dijo que ahí me picó el bichito", recuerda.

A los siete años ya escribía para la murga del barrio, Los Caminantes. Y a los 18, debutó en Los Penados Mercantes, una murga de Solymar donde fue letrista y director durante una década. "Ensayábamos tres meses para cantar un par de veces en el club. Pura pasión", resume.

Hasta que fundó Falta y Resto y tocó el cielo con las manos. "Esto que pasó ahora me demuestra que nada fue en vano, y que la Falta será eterna como el tiempo y florecerá en cada Carnaval", dice entre risas, en alusión también a Peñarol, su otra pasión.

https://www.youtube.com/watch?v=m7E0pivWfH0La vuelta siempre estuvo latente, pero en los últimos años atravesó momentos familiares complejos que lo obligaron a postergar. "No podía encarar sacar la murga", confiesa. Hoy, con su hijo menor Antonio, de 13 años más crecido, puede volver al ruedo. "Tendrá que dar una mano con la utilería y compartirá con sus hermanos", dice sobre el adolescente que vive con él.

En 2016, mientras estaba internado en CTI y al borde de la muerte, su hija Soledad que nació en 1981, como la murga lo cuidaba. "Una noche, abrí los ojos estando en coma, la miré y le dije: 'Sole'. Ella sonrió, y le pedí: 'Cantame una murga'. Cerré los ojos y ella empezó a cantar "El Tuleque". Los enfermeros se arrimaron. Por ella vuelve la Falta", cierra Raúl Castro, con la voz quebrada.

Y no hace falta decir nada más.

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