Impacto de ceder al embrujo autoritario
Jorge Restrepo
Preocupan las consecuencias económicas de la decisión anunciada por el Presidente de expedir un decreto para convocar una consulta popular
Jorge Restrepo
Preocupan las consecuencias económicas de la decisión anunciada por el Presidente de expedir un decreto para convocar una consulta popular. Aunque sólo se trata de un anuncio -no se ha expedido el decreto- ya el daño está hecho. La primera consecuencia del anuncio será sobre la estabilidad del gobierno y su poder político. El anuncio del Presidente galvanizó una coalición opositora hasta ahora inestable, dispersa, sometida por las costosas ofertas clientelistas del gobierno. Esta nueva coalición será, además, mucho más amplia, con capacidad por primera vez de controlar al gobierno políticamente. El gobierno perderá varios de los votos que lo han acompañado en el trámite de sus reformas e iniciativas en el Congreso, pues desde ayer será un activo electoral distanciarse del coqueteo autoritario del Presidente. Más importante es que proyectos de Ley cruciales para el futuro económico, como el Presupuesto General de la Nación de 2025 y una muy probable Ley de Financiamiento que lo acompañe (pues estará otra vez desfinanciado) tendrán menor posibilidad de ser aprobadas y enfrentarán un contexto político difícil. Tal vez el Gobierno le apueste a un segundo presupuesto expedido por decreto para 2026 en una repetición de su confrontación presupuestal de 2024. Un Congreso fortalecido y con esa experiencia negará cualquier Ley de Financiamiento que el gobierno le pida que apruebe. Sin los impuestos de esa mini-tributaria la ya crítica situación fiscal del gobierno nacional se agravará, lo que afectará el precio de la deuda pública: el decretazo anunciado lo pagaremos, desde hoy, en mayor costo de la deuda, que ya está por las nubes: hoy la Nación paga muchísimo más por su deuda en pesos, y al mismo plazo, que lo que paga una familia por una hipoteca. En el escenario más favorable, el anuncio del presidente presiona al Congreso para que apruebe la reforma laboral con modificaciones, durante la conciliación entre Senado y Cámara, y a la Corte Constitucional en la consideración de la reforma pensional. En ese caso, de tener éxito en ambas, el costo fiscal de la laboral y la pensional presionará aún más las finanzas públicas: de manera directa por el mayor costo de nómina para el gobierno, de las nuevas megapensiones y de manera indirecta por la caída en los impuestos al trabajo, debido al aumento esperado de la informalidad. Finalmente, si el Presidente cede al embrujo autoritario y expide el decreto, la inestabilidad institucional supondrá, por primera vez, una probabilidad no despreciable de que pierda el poder, o por lo menos de que pierda la capacidad de gobernar. En ese escenario favorable, en el que "no pasa nada", tendríamos en meses, una recuperación fuerte, con una baja probabilidad de continuidad en el poder de la actual élite que gobierna a Colombia. En todo caso, haber confesado la tentación del embrujo autoritario bloqueará al gobierno y nos costará caro en el corto plazo. Todos perdimos.
Profesor de economía, Pontificia Universidad Javeriana X:jorgearestrepo