El Manya derrotó a River Plate a domicilio con otro gol de Maxi Olivera (lleva tres en tres partidos que jugó del Intermedio), otro de Maxi Silvera que cortó una sequía de siete partidos y el último del Cangrejo.
Pasada la tormenta que lo sacudió al inicio del mercado de pases, salió el sol en el Saroldi y Peñarol pudo cambiar de aires con una victoria cómoda (1-3) sobre River Plate, para seguir firme en la Tabla Anual (a seis de Nacional) y en la cima de la Serie A del Intermedio, lo que podría abrirle la puerta a un nuevo clásico en dos semanas.
Fiel a su estilo de ir paso a paso, Diego Aguirre le bajó el perfil porque "todavía faltan tres partidos". Pero la chance latente de enfrentar a Nacional antes del parate es lo que no permite abocarse de lleno a buscar incorporaciones, y en cambio seguir puliendo un 11 competitivo, como el que paró ayer entre las hojas desperdigadas sobre la cancha del Darsenero, en una gélida jornada otoñal que anuncia el remate del primer semestre del año.
El equipo de la Fiera formó con su típico 4-2-3-1 y un solo cambio respecto al anterior partido contra Defensor: salió Diego García y se metió David Terans por el sector izquierdo, el lugar en el campo que parece haberle destinado el DT al 80 para formar la mejor alternativa de ofensiva posible, de un plantel escaso de extremos. Si bien no es su posición natural, sí la conoce bien de su etapa en Brasil.
El Manya fue superior desde el inicio con transiciones rápidas por el carril del medio, profundidad por derecha con el tándem Pedro Milans/Javier Cabrera (por ahí llegaron los primeros dos goles) y por izquierda con un Maxi Olivera que cada vez se anima más a pisar el área. El capitán volvió a encontrarse con la red por tercer partido consecutivo (no jugó contra Cerro Largo) y destrabó el marcador a los 22', definiendo en el área chica luego de que se entreverara Silvera.
Minutos más tarde (35') llegó el segundo y quizás el más esperado, porque el nueve de Peñarol (que juega con la 11) cortó una sequía goleadora de cinco partidos a nivel local y siete por toda competencia. Milans recibió al borde del área y sacó un buscapié que pudo haber sido un remate muy desviado, y Maxi Silvera fue más rápido que los zagueros para desviar la pelota y dejar sin acción al arquero Fabrizio Correa.
El trámite se hizo demasiado cuesta arriba para el equipo de Julio Ribas porque encima instantes antes del descanso fue bien expulsado Matías Alfonso por una durísima falta de atrás a Javier Méndez.
Por como venía el trámite, el segundo tiempo comenzó con menos intensidad y Peñarol no pasó zozobras sino hasta un error de Juanchi Rodríguez en salida que derivó en el descuento accidental de River (fuerte remate cruzado de Faustino Barone a los 78'), que empujó al local a buscar un empate agónico de un partido que parecía perdido.
Pero dejó espacios entre líneas que aprovechó Peñarol para convertir el tercero a los 89' por medio del Cangrejo Cabrera, de incansable labor por la banda derecha y quien al final tuvo su recompensa individual al definir un contragolpe letal del aurinegro, que por esa vez se gestó por izquierda.