Miércoles, 18 de Junio de 2025

Abortos en Uruguay

UruguayEl País, Uruguay 17 de junio de 2025

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Esc. Gianella Aloise, Psic. Dina Boyadji, Psic. Soc. Viviana De Luca | Montevideo
@|En Uruguay, en el año 2024, los abortos continuaron subiendo y la población decreciendo.

En los primeros días del mes de junio de 2025, las autoridades del Ministerio de Salud Pública realizaron la publicación del documento titulado "Interrupción voluntaria del embarazo, Año 2024". Del mismo surge que el número de abortos provocados llegó a 11.232. Es decir, 334 abortos más que en el año 2023. Desde que se aprobó la ley hasta fines del año 2024 los abortos llegaron a 117.863. Para poner los números en una dimensión gráfica, diremos que casi se pueden llenar dos estadios Centenario con los niños abortados.

El documento informa, también, que las mujeres que más abortan son las que se encuentran en su mejor edad reproductiva; que de las que consultaron a sus sistemas de salud, sólo 521 continuaron los embarazos, mientras que 11.222 abortaron por su propia voluntad, 6 por casos de violación, 4 por anomalías fetales incompatibles con la vida, no registrándose abortos por riesgo de salud de la madre.

Desde el gobierno se sostiene que en Uruguay el aborto es una práctica segura. Pero la realidad tristemente demuestra que no lo es, porque desde que se aprobó la ley hasta fines del año 2023 hubo 9 muertes maternas por abortos legales.

Desde el gobierno se sostiene que el aborto es una práctica accesible. Y la realidad tristemente demuestra que sí lo es. Cientos de miles de mujeres abortaron por su propia voluntad.

Desde el gobierno se sostiene que el aborto es una práctica infrecuente, pero la realidad muestra lo contrario. Así, en el año 2023 hubo 30 abortos por día y en 2024, 31. Solo un escaso número, luego de consultar, decidieron continuar con el embarazo. Entonces, lo infrecuente para las mujeres que consultan al sistema de salud, es continuar con sus embarazos.

Esto debería llamarnos la atención, no en la forma que lo hacen las autoridades, es decir que, como las mujeres están decididas a abortar, lo hacen, sino como un reverendo fracaso a los principios generales establecidos en la propia ley, en cuanto a que el Estado reconoce el valor social de la maternidad, tutela la vida humana y que la norma jurídica no constituye un instrumento de control de nacimientos. La realidad muestra que no se protege ni la maternidad, ni la vida del niño por nacer y que el número de abortos ha promovido la disminución en forma muy considerable de los nacimientos, para una población que cada año se muestra más envejecida y decreciente.

Los abortos son por lejos las cifras más altas de muertes violentas que se registran en nuestro país. En el año 2024 hubo 377 homicidios, en el año 2023, 763 suicidios. Ni las enfermedades por las que mueren más uruguayos, alcanzan a las cifras de abortos provocados. Por ejemplo, en el año 2024 murieron por enfermedades cardiovasculares 7.998 personas, y por cáncer 8.200, mientras en ese mismo año murieron víctimas de aborto, 11.232 niños por nacer.

Por otra parte, las autoridades manifiestan que la mujer que aborta vive este hecho como una situación de angustia transitoria que se resuelve de forma muy buena. Nada más lejos de la realidad, la experiencia en la clínica sigue mostrando que las secuelas psicológicas perviven en la mujer durante toda su vida, afectando asimismo a su entorno y al personal médico interviniente.

Desde el gobierno se dice que la disminución de la población viene desde antes de la vigencia de la ley, que el número de abortos no impacta en la natalidad. Si bien hay algo de cierto, no se expone el panorama completo. No se puede desconocer que en el año 2024 hubo tan solo 29.899 nacimientos frente a 11.232 abortos; es imposible que estos números no tengan incidencia en la tasa de reemplazo generacional. Y el total del número de abortos desde la vigencia de la ley, nos muestra que, si no se hubieran producido, hoy, por ejemplo, 7.171 adolescentes de 12 años de edad estarían cursando primer año de liceo o UTU y 11.232 niños asistiendo a un centro CAIF o a una guardería. Últimamente se ha reconocido, al inicio de cada año escolar, la disminución pronunciada en el número de niños que asisten y el exceso de docentes.

Pese a lo expuesto, al creciente número de abortos, por su accesibilidad y frecuencia, las autoridades del gobierno pretenden reformar la ley de aborto, para ampliar los plazos y disminuir los requisitos para hacerlo, así como eliminar el plazo de reflexión establecido. Es decir, como mínimo, promover más muertes. Nosotras sostenemos que, ante una ley totalmente opuesta al respeto y protección de la vida, de la madre y del niño por nacer, de la salud, de la trascendencia de los uruguayos, el único camino es promover su derogación.
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