El peso chileno sería la moneda más vulnerable de América Latina
La guerra entre Israel e Irán añade presión a las divisas emergentes.
El conflicto bélico entre Israel e Irán suma un nuevo factor de incertidumbre para los mercados emergentes, en un escenario donde ya persisten dudas en torno a la guerra comercial.
Y Crédit Agricole advierte que una eventual escalada podría presionar significativamente a las monedas de países en vías de desarrollo. Y entre ellas, señala al peso chileno como la más vulnerable de la región.
"El CLP podría ser la divisa latinoamericana más expuesta en un escenario de guerra prolongada o expansión regional del conflicto", señala el banco francés en un informe. "La razón principal es la fuerte dependencia energética de Chile: el país es un importador neto de petróleo, y cualquier alza sostenida en los precios del crudo deteriora su balanza comercial y genera presiones inflacionarias".
Crédit Agricole identifica dos canales clave de riesgo para las monedas emergentes: el alza en los precios del petróleo -potenciada por una eventual interrupción del tránsito en el estrecho de Ormuz- y un aumento de la aversión global al riesgo. En este contexto, las divisas de países importadores de crudo, como Chile, Tailandia o Corea del Sur, tienden a debilitarse, mientras que los fundamentos fiscales también pasan a jugar un rol importante.
En América Latina, si bien Colombia y Brasil podrían beneficiarse del alza del petróleo por ser exportadores netos, sus fragilidades fiscales limitan ese potencial. Chile, en cambio, no cuenta con ese amortiguador. Según los datos del informe, las importaciones netas de combustibles representan aproximadamente un 5% del PIB nacional.
A nivel de portafolio, Crédit Agricole mantiene una visión desfavorable hacia el peso chileno, con una posición underweight (infraponderada) frente al real brasileño ( overweight ). Esta estrategia refleja una preferencia táctica por monedas que, como el real, ofrecen un mayor rendimiento financiero o cierto beneficio relativo ante shocks externos.
Por ahora, el escenario base del banco contempla una guerra prolongada pero contenida entre Israel e Irán, sin cierre total del estrecho de Ormuz ni participación directa de potencias como EE.UU., China o Rusia. Sin embargo, recalca que "la situación es altamente fluida" y que cualquier escalada "podría gatillar ajustes relevantes en nuestras proyecciones cambiarias".