La Nación, Costa Rica
20 de junio de 2025
El joven volante de 21 años confía en abrirse paso en la Primera División, luego su experiencia como legionario en Israel.
El actual conflicto bélico entre Israel e Irán le trae a un joven futbolista costarricense de 21 años recuerdos de su primera aventura como legionario. En junio de 2024 se marchó ilusionado al Maccabi Jaffa, de Tel Aviv, equipo israelí de la segunda división.
Randy Ramírez era jugador de Fútbol Consultants y viajó con la intención de forjarse una carrera deportiva, pero las hostilidades armadas entre Israel y Palestina en la Franja de Gaza, que se agudizaron desde 2023, truncaron sus aspiraciones. Ante la situación bélica, debió abandonar el club y regresar a Costa Rica.
Sin embargo, un año después, la fortuna le sonríe a Randy Ramírez. Tras su destacada participación en las semifinales y finales del torneo de la Liga de Ascenso, ante Inter San Carlos y Guadalupe FC, respectivamente, llamó la atención del Municipal Liberia, que le dio la oportunidad de jugar en la Primera División.
"Fue mi primera experiencia fuera del país. Estuve como cinco meses. ¡Imagínese! Venía de un pueblito como El Yas, en Paraíso de Cartago, a un país en guerra. El cambio fue muy rudo. Mis familiares y amigos estaban muy preocupados por todo lo que se veía en la televisión", relató Ramírez al periodista Felipe Castillo, del Municipal Liberia.
El joven futbolista confesó que trataba de mantenerse tranquilo, aunque no era fácil, especialmente cuando los ataques se intensificaron y la inseguridad aumentó, incluso antes del conflicto actual entre Israel e Irán que mantiene en vilo al mundo.
"Había días en que estábamos entrenando y sonaban las alarmas; teníamos que refugiarnos en un búnker. Era complicado vivir así. Cuando los bombardeos se volvieron más intensos, tomamos la decisión de volver a Costa Rica. Apenas abrieron el aeropuerto, viajamos. Fue un poco triste, pero ya pasé la página y la vida continúa", explicó Ramírez.
Pese a todo lo vivido, Randy admitió que la experiencia le gustó, ya que fue un paso más en su carrera deportiva. Entrenar y enfrentar a jugadores de un fútbol diferente, caracterizado por su intensidad y entrega, le ayudó a madurar y a mejorar su nivel.
Pero el fútbol le dio una nueva oportunidad. El niño que a los 11 años corría con su madre para tomar el autobús rumbo a la escuelita de fútbol, ahora se integra a préstamo a la "Ciudad Blanca" para formar parte del proyecto dirigido por el paraguayo José Saturnino Cardozo, con el objetivo de ganarse un puesto en el mediocampo pampero.
"Me siento feliz en Liberia. Es un equipo muy unido. El grupo me acogió de buena manera y espero venir a aportar. Es un cambio bastante grande pasar de la Liga de Ascenso a la Primera División. Vengo con la mentalidad de ganarme un puesto con trabajo honesto y luchar por una oportunidad de trascender", enfatizó Ramírez.
