Trump: logros impresionantes
Uno, el frágil cese del fuego entre Irán e Israel. Otro, el llamado a cambiar para siempre, radicalmente, el financiamiento de la OTAN. Un tercero y, en desarrollo, la firma de un acuerdo de tregua en la guerra comercial con China. Todo, con pocos días de diferencia
El bombardeo ordenado por Trump fue determinante para la negociación del cese del fuego entre Israel e Irán, lo que, por transitorio que sea, circunscribió el conflicto bélico a estos dos países, y debilitó al régimen teocrático iraní, su poder nuclear y capacidades defensivas y bélicas convencionales. Esto, sin la temida interrupción del suministro del 25% de las exportaciones mundiales de petróleo que transitan por el estrecho de Ormuz.
Trump exagera sobre los alcances del cese del fuego en tanto este no se estabilice. Está pendiente determinar la verdadera magnitud del daño al poder nuclear iraní, la temporalidad de su recuperación y, finalmente, la muy difícil posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz y desnuclearización, aunque sea parcial. Israel e Irán estiman, recíprocamente, ser amenazas a sus respectivas supervivencias. Además, Irán, desde los tiempos del Sha, considera irrenunciable su desarrollo nuclear.
"Su" cumbre en la OTANA apenas dos días del cese del fuego entre Irán e Israel, el martes y miércoles recién pasados, en La Haya, en la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Trump logró un importante éxito para su diplomacia y para la seguridad europea.
Hasta pocos días antes del encuentro amenazaba con no concurrir, retirarse de la alianza, poner fin al financiamiento de dos tercios por Norteamérica, y terminar con su compromiso de solidarizar y hacer uso de la fuerza en caso de agresión bélica a cualquiera de sus integrantes. Finalmente, impuso sus condiciones de forma y fondo para asistir y continuar en la Organización.
En lo formal, se concretó su demanda por la brevedad del encuentro anual, el cual, desde su fundación, en 1949, se extendía por tres y más días. En esta ocasión se convino reducirlo a dos. La declaración final, muchas veces cercana a las cuarenta páginas, se limitó a cinco párrafos, por primera vez sin mencionar una condena a Putin por la invasión a Ucrania, con la sola constancia de Rusia como una amenaza de largo plazo para la seguridad transatlántica. Ucrania no fue mencionada en el comunicado. Conscientes del aprecio de Trump por la adulación, excesivos fueron los elogios que los participantes dispensaron a su liderazgo. E instrumental para el éxito fue el nuevo secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ex primer ministro de Holanda (2010-2024).
En lo sustancial Trump logró el acuerdo de 30 jefes de gobierno y de Estado europeos y de Canadá para aumentar a 5% de sus respectivos PIB, en diez años, los gastos en defensa. El gobierno de Pedro Sánchez se marginó previamente del incremento, irritando al norteamericano, que prometió sancionar la limitada y prometida contribución española del 2,1%, con aumentos sustanciales de aranceles.
Anexo a la Cumbre se celebró el postergado encuentro entre Trump y Volodimir Zelenski, que debió haberse efectuado a mediados de mes, durante la Cumbre del G7, en Canadá. Esta vez, la reunión transcurrió en un tono amistoso, que habría permitido consensuar algunas posiciones.
Conseguir que Europa asuma su defensa es un logro indiscutible y legítimo de Trump, frustrado y no alcanzado por sus predecesores. La autonomía consiguiente, además de aliviar la carga financiera de EE.UU., elimina una discordia y hasta podría fortalecer la alianza y la seguridad global.
Tregua comercial con ChinaAl día siguiente de la clausura de la reunión de la OTAN, Trump aprobó las negociaciones para convenir un marco para la tregua en la guerra comercial con China. Las negociaciones se habían llevado a efecto en Londres, hace algunas semanas, por el viceprimer ministro y altas autoridades asiáticas, con los secretarios de Comercio y del Tesoro y el Representante Comercial de EE.UU. Aunque se trata de acuerdos en desarrollo, su aprobación desescala la crisis bilateral, y es motivo de alivio para el comercio global y para la economía norteamericana.
Interesante es que la polémica, discutida, amenazante y personalista política exterior de Donald Trump comienza a despejar algunas incertidumbres, aunque sean en gran parte de su propia factura, desencadenadas por sus erráticas medidas y procedimientos alejados del derecho internacional y prácticas diplomáticas.
En otros campos también Trump exhibe avances atribuibles a su gestión internacional. Relevante es la recuperación del mercado accionario después de la abrupta caída en abril por el caótico anuncio de su política arancelaria, que provocó una guerra comercial de consecuencias globales, de relevante importancia para Chile. El índice de Wall Street S&P 500 del viernes registró un récord histórico de 6.137,4 puntos. Hay coincidencia en atribuir el aumento de los precios accionarios al "acuerdo" con China, el cese del fuego entre Irán e Israel y la normalidad en el flujo petrolero.