Martillo de Medianoche
Pocas operaciones militares de alta precisión más impactantes que la operación Martillo de Medianoche, efectuada en la madrugada del sábado anterior por Estados Unidos contra los objetivos nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan, en Irán
Pocas operaciones militares de alta precisión más impactantes que la operación Martillo de Medianoche, efectuada en la madrugada del sábado anterior por Estados Unidos contra los objetivos nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan, en Irán. Tal como lo señalaron los voceros de Estados Unidos, el comandante del Estado Mayor Conjunto del Ejército, general Dan Caine, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, la operación, que combinó ataques aéreos y navales, duró 25 minutos, descargó 13.600 kilos de bombas, utilizó siete bombarderos B2, lanzó bombas GBU 57, usó cazas de cuarta y quinta generación, lanzó misiles desde la base Whiteman, en Missouri, que cruzaron medio mundo sin ser detectados, y 24 misiles Tomahawk desde un submarino. Incluso usaron misiles señuelo que apuntaron hacia el Pacífico para distraer a los enemigos, como una especie de operación Mincemeat de alta tecnología, como si evocaran el engaño legendario ideado por los británicos en la Segunda Guerra Mundial para hacerles creer a los alemanes que invadirían Grecia en vez de Sicilia. El reporte inicial fue de destrucción casi total sin atacar individuos militares o civiles iraníes y sin desembarcar un solo soldado de EE. UU. Luego se inició una batalla informativa de versiones y contraversiones sobre los efectos de la operación, pero Trump logró su cometido. Y un acuerdo. A Trump no le tiembla la mano. Podría activar la mayor capacidad ofensiva o el mayor poder de destrucción y estaría dispuesto a hacerlo si ello contribuye a sus propósitos mayores. * * * * ¿Por qué habría de interesarnos especialmente esta operación? Por varias razones: Primero, Estados Unidos estaba defendiendo a un aliado, Israel, y previniendo ataques por la vía de destruir la capacidad ofensiva del potencial agresor. Quedó claro dónde está parado EE. UU. en este conflicto... y no es el mismo lugar donde se paró Colombia a través del gobierno Petro. Segundo, Trump negocia, pero si su interlocutor no cede, lanza el ataque que preparó mientras negociaba. El que entendió entendió. Tercero. En nuestro patio, Venezuela se declaró solidaria con Irán. A pocos kilómetros de Miami. A muy pocos kilómetros de Estados Unidos. Un aliado de Irán en las mismas barbas del Tío Sam. Cuarto. Estados Unidos ha venido haciendo advertencias sobre el régimen venezolano en las que, por lo demás, Marco Rubio ha sido perfectamente explícito. Quinto. El ‘Pollo’ Carvajal, otrora uno de los hombres fuertes del régimen del tirano dictador, está capturado, preso y cantando en su juicio en Estados Unidos más que los tres tenores juntos. Dicen que está contando todo y más sobre el cartel de los Soles, la corrupción del régimen, el narcotráfico, el lavado de dinero y sus alianzas con grupos terroristas internacionales entre los que mencionan a las Farc y a Hezbolá. Los analistas indican que partes sustanciales de esa información generan preocupación para la seguridad y la defensa de EE. UU. Sexto. Donald Trump no cree en la OEA ni en escenarios multilaterales. Ni siquiera acudió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, sino que actuó bajo el principio de autodefensa preventiva. No hay pañitos de agua tibia. Ni misiones de verificación. Su lenguaje es el de las acciones. Las órdenes ejecutivas. Los comandos de guerra. Los misiles, los aviones y los bombarderos. * * * * Estados Unidos tiene un aliado y lo defiende. Trump tiene un propósito y lo procura a las buenas o a las malas. Y si su aliado está amenazado y ha sido atacado por un rival poderoso, ataca a ese rival. La amenaza contra mi aliado también me amenaza a mí. Ergo, destruyo el poder nuclear de quien amenaza a mi aliado y puedo destruir también aliados de quienes me amenazaban con su carrera nuclear. El mundo quedó notificado. Irán quedó notificado. Y ojo, los aliados de Irán, como Venezuela, quedaron notificados. Y, por si acaso, en Colombia también quedaron notificados, los que tanto gustan de aliarse con regímenes amigos de terroristas, de que con Trump no se juega.
En blanco y negro
Juan Lozano