No soy un robot (por ahora)
Dos noticias distintas, pero que son una misma noticia mirándose en el espejo
Dos noticias distintas, pero que son una misma noticia mirándose en el espejo.
La primera: el portal español Gizmodo nos cuenta que los operadores humanos de varios servicios de atención al cliente deben usar varios minutos para convencer a sus clientes de que no están hablando con un robot. "La confusión entre personas reales y sistemas automatizados ha llegado a tal punto que muchos trabajadores de atención al cliente deben jurar que no son una inteligencia artificial".
La segunda: el habla del ChatGPT está impactando directamente en lo que escribimos, en la forma en la que hablamos e interactuamos con otras personas. Fórmulas tales como "profundizando", "podría decirse", "ciertamente" o "en consecuencia" aumentaron dramáticamente su presencia en los últimos dos años.
La IA trata de parecerse a nosotros, mientras nosotros la estamos imitando. "Humano" y "robot", quizás, no son las dos puntas de una recta sin línea divisoria. En la cual jugamos acercándonos a una o a otra. ß
Algo más...
Sarah Parker, del portal tecnológico The Verge, nos alerta acerca de perder, en la IA, "los tropiezos verbales, los modismos regionales y las frases poco convencionales que indican vulnerabilidad, autenticidad y personalidad". En ese peligro está nuestra salvación: defender esas mismas expresiones, tan humanas.ß