deficiencias. Sin embargo, logros educativos, carrera docente y calidad de la infraestructura y equipamiento muestran cifras preocupantes.
Por instituto peruano de economía (ipe)
Más de medio millón de docentes de educación básica regular conmemoran hoy el Día del Maestro. Esta es una oportunidad para revisar los avances y retos de la educación, pues juega un rol esencial para la productividad y competitividad. El aprendizaje adecuado de los niños se ve limitado por deficiencias en la infraestructura, la falta de equipamiento, el acceso oportuno a materiales y una carrera docente aún pendiente de consolidar. Estas limitaciones explicarían por qué la satisfacción con el servicio de educación pública descendió de 49,3% a 35% en la última década, según Ipsos.
?Infraestructura y equipamiento?
Según datos del Minedu, el 51% de los colegios tienen un alto riesgo de colapso, por lo que requieren ser demolidos y reconstruidos. Más aún, la infraestructura precaria alcanza máximos en regiones como Cajamarca (66,8%) y Puno (60,6%). Esta situación afecta a 1,3 millones de niños en el país; es decir, 2 de cada 10 estudiantes matriculados en escuelas públicas.
Junto con la infraestructura, el acceso a servicios esenciales es clave para el logro de aprendizajes. Sin embargo, solo 34,4% de los colegios públicos tienen acceso a los tres servicios básicos (agua, alcantarillado y electricidad), mientras que en los colegios privados el porcentaje es marcadamente superior (93,2%). Al cierre del 2024, solo el 55,2% de colegios públicos cuenta con acceso a Internet, lo cual representa una mejora respecto de hace 10 años, cuando solo 40,1% de los colegios tenían acceso. No obstante, el promedio esconde diferencias importantes, particularmente para las regiones del oriente: en Amazonas y Ucayali solo uno de cada cuatro colegios accede a Internet.
El equipamiento adecuado y la provisión oportuna de materiales también resulta importante. Sin embargo, con cifras del Minedu al 2024, solo el 40,6% de locales educativos cuenta con suficientes pizarras, el 30,5% dispone de carpetas para todos los alumnos y solo el 57,6% recibió el material educativo completo antes del inicio del año escolar.
?Carrera docente pendiente?
En la última prueba nacional de concurso público de ingreso a la carrera pública magisterial, apenas el 29,1% de los docentes fueron aprobados. Al considerar solo a los docentes de educación primaria, dicho porcentaje se reduce a 21,5%. Esto resulta relevante porque se muestra una relación positiva entre los docentes aprobados y el rendimiento en matemáticas y comprensión lectora de los estudiantes de cuarto de primaria. Según el Minedu, más de la mitad de los docentes en el Perú carecen de habilidades para el uso de tecnologías como plataformas educativas virtuales y el manejo de softwares pedagógicos.
Frente a estos desafíos, cabe destacar un mayor esfuerzo fiscal para la función educación. Por un lado, durante los últimos 15 años la inversión pública educativa creció 3,4% cada año en términos reales, más del doble que el crecimiento de la inversión pública total (1,3%). Además, la remuneración íntegra mensual de los maestros más que se duplicó entre el 2016 y 2025. Sin embargo, los logros académicos de los estudiantes permanecen estancados: el rendimiento adecuado en lectura para cuarto de primaria bordea el 33%, y en matemáticas, el 28%, muy similar al promedio de la última década.
?Acciones pendientes?
El desempeño escolar muestra una relación positiva con el gasto per cápita de los hogares. Dicho de otro modo, los hogares con menor capacidad de gasto quedarían forzados a una educación de menor calidad que no les permiten mejores resultados académicos. Nivelar la cancha es entonces necesario y asegurar que los niños desarrollen su potencial y contribuyan a mejorar la competitividad de su región no pasa por nombramientos automáticos a docentes ni aumentos remunerativos que no responden a la obtención de resultados, como promueven el Ejecutivo y el Congreso. Se requiere más bien de (i) aprovechar las sinergias público-privadas para asegurar una mejor infraestructura y equipamiento educativo; (ii) mejorar el desempeño docente con el impulso de una carrera meritocrática y un acompañamiento pedagógico; y (iii) garantizar la continuidad educativa con acciones focalizadas para prevenir el abandono y retraso escolar.