El jefe del gobierno hizo cambios en su partido, golpeado por un escándalo por corrupción.
Asediado por un caso de corrupción que incluye comisiones ilegales y prostitución, el presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez, renovó la cúpula de su Partido Socialista (PSOE) y anunció medidas para evitar nuevas crisis de este tipo.
Sin embargo, la reunión del comité federal del PSOE en Madrid estuvo marcada por la renuncia de Francisco Salazar, que iba a formar parte de la nueva dirección del partido, pero fue acusado de ?conductas impropias? de carácter sexual por varias mujeres socialistas.?Están siendo días difíciles para todos, sin duda alguna?, admitió Sánchez, volviendo a pedir ?perdón? por haber confiado en los sospechosos de corrupción.
Pese a la crisis, el jefe de Gobierno descartó dimitir: ?El capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda a capear el temporal?, afirmó, antes de presentar 13 medidas para prevenir y castigar la corrupción.
?Euforia opositora?
Los cambios en el PSOE se precipitaron por el encarcelamiento preventivo el lunes de su ex número tres, Santos Cerdán, por un caso de corrupción en obras públicas que implica también al exministro de Transportes José Luis Ábalos.
El cisma en el PSOE fue celebrado ayer por la primera formación de la oposición, el conservador Partido Popular (PP).
?Somos la única alternativa a esta decadencia?, aseguró el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en un congreso extraordinario del partido, en el que presentó a su formación como la respuesta ?a la división, a la fatiga política? de España.