Desde 2019, 800 mil personas viajaron en Iberia entre Montevideo y Madrid
La aerolínea española Iberia fue la primera en volar sin escalas desde Europa a Montevideo, hace 21 años, y también fue la primera compañía aérea internacional en retomar los vuelos al Aeropuerto de Carrasco luego de la pandemia. Pero la historia es más profunda, porque Montevideo fue escala, entre otras, del primer vuelo desde la capital española a Buenos Aires, hace caso 80 años. El vínculo de Iberia con Uruguay "es muy fuerte", afirmó Juan Cierco, director corporativo de la compañía. Iberia considera "exitosa" la ruta que con frecuencia diaria llega a Uruguay, que al término del año habrá puesto 180 mil asientos a disposición entre ambos destinos. Cierco destacó que la aerolínea española ya logró equiparar las cifras de prepandemia en cuanto a frecuencias, pasajeros y resultados y explicó las razones que les permitieron "adelantarse" en la recuperación frente a otras compañías europeas. A continuación, un resumen de la entrevista.
¿Cómo califica el momento de la industria aerocomercial?
Llevamos en la mochila una experiencia de la última década que ha sido muy dura por un lado pero muy enriquecedora por otro. Cuando llegó el actual equipo directivo, Iberia perdía un millón de dólares al día. Nos levantábamos por la mañana y le decíamos a nuestras familias: "nos vamos a trabajar para perder un millón de dólares". Y efectivamente era así. Tuvimos que reinventarnos, transformarnos, hicimos una reestructuración que fue difícil, siempre con el compromiso de los empleados y apostando a medio y largo plazo. Y ahora, después de una década de mucho rigor por un lado, mucho trabajo por otro, pero también con mucha prudencia, hemos sido capaces de sembrar y recoger lo que sembramos. Acabamos de presentar el plan estratégico para la próxima década de Iberia, "Plan de vuelo 2030", que incluye crecimiento, desarrollo, apuesta por los clientes, apuesta por los empleados, por el hub de Madrid con la conectividad como eje central, especialmente con América Latina. Nos sentimos en el mejor momento de la historia de Iberia, porque en esta década nos ganamos el derecho a soñar de cara al futuro, algo que hace unos años no era posible.
¿Ya hay una recuperación en el sector en general, luego del golpe de la pandemia?
No es homogéneo. Hay compañías y grupos aéreos que lo siguen pasando mal, hay grupos como el de IAG al que pertenecemos desde 2011 junto a British Airways y donde están también las aerolíneas Vueling, Level y Aer Lingus, donde nos ha ido mejor. Estamos recuperándonos quizás un poco más rápido que los demás.
¿Cuál es la ventaja para recuperarse antes, como señala?
Primero, hay una cuestión derivada de los hábitos de la gente que está ayudando a la recuperación del sector. Cambiaron algunas prioridades. Antes de la pandemia, a lo mejor se cambiaba el auto, o la heladera, antes de hacer un viaje. Ahora no. Ahora los ciudadanos piden experiencias. El hecho de viajar hoy aparece entre las primeras prioridades de los seres humanos, de acuerdo con diferentes consultas. Pero igualmente hay que gestionar bien la compañía para que eso pueda ser una realidad. Y hay compañías aéreas que todavía siguen por debajo de los niveles que tenían en el 2019. También es verdad que está habiendo dificultad para suministrar los aviones necesarios que las compañías quieren. Boeing ha pasado una etapa de crisis, y Airbus no ha podido fabricar todos los aviones que son necesarios para las compañías aéreas, que cumplan con los requerimientos de hoy. Además, hay problemas de suministros de las piezas que vienen fundamentalmente de Asia, y eso no es menor. En el caso de iberia, un asunto clave para la salida pos pandemia fue la figura de los Erte (Expediente de Regulación Temporal de Empleo), una figura en la legislación española que nos permitió mantener la plantilla sin despidos, reduciendo salarios y jornada laboral. Pudimos mantener la plantilla y estar en condiciones de responder rápido, una vez que se retomó la actividad. Otras compañías aéreas que no tenían esa herramienta, entre que recuperaron puestos de trabajo, formaron a la nueva plantilla, desde personal de tierra a tripulantes en general y en especial pilotos, necesitaron más tiempo. Nosotros nos beneficiamos de ello, y la recuperación ha sido rápida. De todos modos, la industria está viviendo ahora un buen momento en general y tenemos que aprovechar ese viento de cola, sobre todo los que venimos haciendo los deberes desde hace una década. Al día de hoy, hemos recuperado toda la capacidad que teníamos en el 2019 y aumentamos nuestra cuota de mercado, tanto desde Europa como América Latina, con Madrid como centro.
¿Parte de ese éxito tiene que ver con que Iberia es parte del grupo IAG con British?, ¿la tendencia es a consolidar grandes grupos?
Sin dudas. La tendencia es hacia la consolidación. No tiene por qué ser una consolidación por intermedio de una fusión o una adquisición, algo que está pasando últimamente. Lufthansa ha comprado la italiana ITA, y otras compañías aéreas están trabajando en ese sentido. Nosotros intentamos en su momento, comprar AirEuropa para hacer de Madrid un hub que fuera global y que pudiera volar a todo el mundo. Pero no pudimos hacerlo por las exigencias de la Comisión Europea en temas de competencia. Pero el plan estratégico para la próxima década, contempla el mismo crecimiento que si hubiésemos podido adquirir AirEuropa. Nuestro crecimiento se dio a partir de acuerdos con grupos internacionales y con grupos aéreos regionales para cubrir más destinos. Para volar a América Latina tenemos acuerdo con Latam, tenemos acuerdos con Aerolíneas Argentinas, con Aeroméxico, y en Norte América con American Airlines; pero también tenemos acuerdos en Japón y en Qatar, entre otros. Esa es una manera también de consolidación, de forma indirecta, que es imprescindible para que la rentabilidad de las aerolíneas esté garantizada.
El anuncio del Plan 2023 hace referencia a una inversión de 6 mil millones de euros. ¿Adónde apuntan?
El nuevo plan estratégico de la compañía fija como meta lograr una rentabilidad de entre el 13,5% y el 15% anual, lo que permitirá invertir 6.000 millones de euros durante la vigencia del plan. Fundamentalmente en flota; el 70% de esas inversiones se destinará a aviones. Hoy tenemos 45 aviones de largo radio y nuestro objetivo en el plan estratégico es llegar a unos 70 aviones de esas características. Es lo que hubiéramos conseguido al cerrar la operación de AirEuropa y lo vamos a tener igual. El objetivo es, en base a Iberia, convertir a Madrid en un hub internacional líder a nivel europeo y a nivel mundial. Lo vamos a hacer de manera orgánica y con las alianzas va a tardar más tiempo, pero lo haremos. Primero la compra de aviones, como decía antes, pero también el "retrofit" o sea la actualización de las aeronaves existentes, modernización de las cabinas, una nueva sala VIP en la terminal T4 de Barajas, mejoras en el servicio de atención a bordo, vamos a crear una ciudad de Iberia en donde están los hangares de mantenimiento en La Muñoza, donde llevaremos incluso la sede corporativa de la compañía. A su vez, la digitalización y la inteligencia artificial jugarán un papel clave en áreas como la personalización de la experiencia de cliente, mantenimiento de aeronaves y gestión operativa. ¿Iberia reafirma su foco en América Latina?
Claramente. Porque Madrid, por la posición estratégica y geográfica que tiene es la puerta natural de entrada desde Europa a América Latina y viceversa. Más de la mitad de nuestro negocio está en América Latina. Los resultados de Iberia, el 50% se radican en América Latina y en Estados Unidos. Hemos anunciado recientemente que vamos a abrir dos nuevos destinos en Brasil, Recife y Fortaleza. Vamos a abrir Monterrey en México. Estamos apostando también por abrir en el norte de América, en Toronto, Canadá y en Estados Unidos con Orlando y Filadelfia. Ahí es donde están nuestras rutas prioritarias. Tenemos tres vuelos diarios a Buenos Aires, tres vuelos diarios a Bogotá, y otros tres vuelos diarios a México; además del vuelo diario a Montevideo, que está fuertemente consolidado.
Iberia fue la primera compañía en restaurar sus vuelos después de la pandemia con Montevideo. ¿Cuál es el balance?
El balance de la frecuencia a Montevideo es positivo, teniendo en cuenta que hasta hace unos años no teníamos ni siquiera vuelo diario. La apuesta por Uruguay está saliendo muy bien: siete frecuencias semanales, más de 182.000 asientos en 2025. Hemos transportado desde 2019 a la fecha, 800.000 pasajeros entre Montevideo y Madrid. Estamos muy satisfechos, también cuando medimos el impacto social y económico positivo en nuestras relaciones con Uruguay. El vuelo de Madrid- Montevideo crea más de 4.000 empleos directos, indirectos e inducidos entre Uruguay y España, la mayoría de ellos en Uruguay, y aporta 93 millones de dólares al PIB de ambos países, la mayor parte de ellos también en Uruguay. La apuesta por Uruguay está consolidada, el factor de ocupación es positivo y si en el futuro somos capaces de tener más demanda, tendremos más frecuencias.
Por obras en el Aeropuerto de Carrasco se debió ajustar la llegada del vuelo diario desde Madrid. ¿Cómo se procesó el cambio?
Por razones ajenas a nuestra voluntad, en este caso por las obras de remodelación del aeropuerto de Carrasco, había que tomar medidas. Esa ruta la cubrimos con el Airbus 330; la pista alternativa es mil metros más corta, entonces evidentemente eso implica que, si se quiere llevar el mismo combustible o trasladar el mismo número de pasajeros, hay que hacer ajustes. Necesitábamos aligerar el avión para poder despegar de una pista más corta y eso nos obliga a llevar algo menos de combustible y a tener que hacer escala en Las Palmas, en Canarias, pero con el mismo avión y la misma capacidad de pasajeros. Y decidimos adelantar una hora la salida, para poder cumplir con las condiciones de llegada en destino, sobre todo teniendo en cuenta que muchos viajeros son pasajeros de conexión. De tal modo que, adelantando una hora la salida en las fechas que se nos planteó la imposibilidad de utilizar la pista principal, se puede cumplir con todas las conexiones previstas en Europa, sin contratiempos.