Palestino no gana, pero tampoco deja escapar a Audax

A la clásico revuelto, ganancia para los líderes del torneo.
La jornada en La Florida tuvo guion impensando y lluvia incesante.
Audax necesitó sacudirse con premura de la modorra del primer tiempo, donde el local no tuvo pista para activar sus transiciones. Un pie desesperado de Cristóbal Muñoz, buscando interceptar un centro de Bryan Carrasco, gatilló una reacción clave de Tomas Ahumada, que evitó con su botín el tanto árabe. Pasajes donde el equipo de Lucas Bovaglio gestionó la batalla con oficio, pese a las inconexiones de Facundo Castro con Ronnie Fernández.
El conjunto itálico mutó en el descanso, avivado por los cambios de nombres y también de sistema (pasó a un 4-3-3), generando un shock eléctrico inmediato, con el zapatazo de Michael Vadulli, que se desvió en Ariel Martínez, tras un pérdida de Ian Garguez en una salida imprudente hacia el centro. El iquiqueño, que tuvo un préstamo insulso en La Cisterna, decretó el 1-0.
Palestino, castigado en demasía porque nunca fue menos en el trámite, respondió dando vuelta la pizarra: metió futbolistas verticales y livianos (Gonzalo Tapia y Pablo Parra), y también tonelaje de área (Junior Marabel y Junior Arias), mientras Joe Ábrigo empezó a sintonizar la frecuencia del partido. Un remate suyo casi trae el empate.
Empujó la visita, con algo de desorden, pero con vocación y variantes. Un mal control de Eduardo Vargas en un contragolpe impidió a los verdes asegurar la torta. Luego, una mano de Germán Guiffrey en el área propia quedó impune, Vadulli salió cortado y el banquillo anfitrión entendió que debía replegar: terminó con bloque de cinco defensores, al mismo tiempo que Bovaglio probó fortuna cambiando laterales (ingresó Jason León y Dylan Zúñiga se mudó a la derecha) y apuntó el pleno: centro de Zúñiga y volea de Ábrigo para estampar el 1-1.
El cotejo terminó sin máscaras, con Juan José Ribera expulsado y desajustes defensivos en ambos bandos. Lo pudo ganar Palestino en tiempo extra con un testazo de Garguez, pero salvó Ahumada, pero también el local con los cabezazos de Franco Troyansky (tapó Zanahoria Pérez) y Rojas.