Martes, 05 de Agosto de 2025

Seleccionadores que no dejaron nada

ChileEl Mercurio, Chile 5 de agosto de 2025

Durante los años ochenta, la prensa deportiva chilena se obsesionaba cada vez que un entrenador de la selección dejaba el puesto: los medios exigían conocer el "informe"

Durante los años ochenta, la prensa deportiva chilena se obsesionaba cada vez que un entrenador de la selección dejaba el puesto: los medios exigían conocer el "informe".
¿Qué era eso? Nadie lo tenía muy claro. En el imaginario colectivo era una especie de testamento de los DT, en que se suponía que dejaban toda clase de datos y conclusiones para sus reemplazantes, con el fin de que tuviesen una base de sustentación al iniciar sus labores.
Eran los tiempos en que la palabra "proceso", enarbolada por Fernando Riera y sus seguidores, se priorizaba como la mejor fórmula para que el fútbol chileno obtuviera los anheldos resultados internacionales.
La historia posterior es conocida: el "proceso" se fue desvirtuando como concepto y pese a que de tanto en tanto algún entrenador llamó a reivindicarlo, igualmente tuvo una muerte lenta y definitiva. Mientras que los celebérrimos "informes" también pasaron a mejor vida. Incluso alguna vez se especuló que hubo dirigentes que lanzaron a un caudaloso río uno de esos documentos escrito por un DT saliente de la Roja, desesperados por hacer desaparecer evidencia sobre sus gestiones directivas.
Por eso nadie extrañó que Sampaoli, Pizzi, Rueda y todos los que han dirigido el equipo nacional en la última década no dejaran ni un mísero papel, una carpeta o alguna fotocopia de sus reflexiones a los sucesores. Peor: ni siquiera se dignaron a despedirse en una conferencia para explicar sus "procesos". Ni un tiktok hicieron. Se fueron todos en modo "moderno": renunciando en el camarín tras una derrota deshonrosa, mandando al abogado a negociar el finiquito y desapareciendo del mapa. Huyendo.
Pero todo puede ser peor.Si no, basta ver cómo actuó el último entrenador de la Roja. Ricardo Gareca cumplió todos esos ritos, y con agravante: habló y dijo todo lo que se le ocurrió sobre lo que le pasó en Chile, pero cuando ya estaba fuera de Chile. Y anteponiéndose en todo momento como una víctima.
Acá Gareca solamente hablaba en conferencias de prensa y en rondas de entrevistas controladas, con límites de tiempo, pero ahora en Argentina lo llama un infuencer y da entrevistas de una hora revelando detalles y anécdotas de su estadía en la selección.
En la última nota que dio al programa de YouTube "Los Eduls", Gareca respondió una frase de ensueño al hablar de una de sus decisiones más polémicas en su gestión: volver a llamar a Arturo Vidal luego de que el futbolista lo denostara públicamente.
"Cuando lo hablamos, él me pidió disculpa si es que yo me sentí ofendido y yo le dije: 'tranquilo, no hay ningún problema' . Profunda manera de Gareca para solucionar un conflicto. Súper profesional su forma de arreglar un asunto espinudo. Y qué fácil decirlo ahora con el mate en la mano.
Ojalá hubiese dejado su receta en un informe Gareca, aunque quizás era mucho trabajo para él.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela